- Aancha González Laya dice que no es cuestión de personas.
- Afirma que la postura de España es una, pero las declaraciones del vicepresidente segundo a veces son otras.
Por Contramutis.- ECS
La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, ha achacado a la pandemia de la Covid-19 la ausencia del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, en la cumbre España-Marruecos que se celebrará el 17 de diciembre en Rabat.
En declaraciones a la Cadena SER, la ministra ha dicho que “no se trata de personas, se trata de agendas”, y que “en el caso de Marruecos lo que hay es una situación sanitaria compleja, un país donde todavía están cerradas sus fronteras a causa de la pandemia del Covid”, por lo que a la presencia va a ser menor que en otras cumbres.
Ante esta situación “se han privilegiado los temas en los que hay acuerdos entre Marruecos y España que se puedan concluir, para tener una cumbre con un resultado concreto, a pesar de la dificultad del momento”, ha dicho la ministra.
Esta declaración se ha producido después de conocerse, primero, que Pablo Iglesias acompañaba al presidente, Pedro Sánchez, a la cumbre bilateral y, después, que ya no viajaba.
En ambos casos con una causa de fondo: el conflicto del Sáhara Occidental, sobre el que Iglesias recordó hace días en un tuit una resolución del Consejo de Seguridad de NNUU a cerca de la necesidad de realizar el referéndum de autodeterminación del pueblo saharaui.
Mientras que para unos medios de comunicación Iglesias ha sido apartado del viaje por la Presidencia del Gobierno, para otros ha sido el propio vicepresidente quien ha decidido no asistir para evitar problemas. En publicaciones saharauis se ha apuntado a un veto de Rabat para evitar la presencia del vicepresidente segundo, en una cumbre en la que todavía se desconoce si el rey Mohamed VI recibirá a Pedro Sánchez.
Sobre si la ausencia del vicepresidente segundo ha tenido algo que ver con sus planteamientos sobre el Sáhara Occidental, la ministra ha dicho: “Absolutamente no, porque la postura es la postura de España y la postura de España es bastante clara y no ha cambiado, que yo sepa, en los últimos 20 años”.
La postura de los distintos gobiernos de España ha sido apoyar una solución política, justa y duradera y mutuamente aceptable que contemple la libre determinación del pueblo saharaui. Este último punto, la autodeterminación, fue expresado por el propio Pedro Sánchez ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre de 2018, pero desapareció en sus comparecencias de 2019 y 2020. El referéndum de autodeterminación se contempla en el acuerdo de alto el fuego firmado entre Marruecos y el Frente Polisario en septiembre de 1991, al que ahora se niega el régimen marroquí.
La autodeterminación tampoco se mencionó en el comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores del 13 de noviembre con motivo de la reanudación de la guerra entre el Frente Polisario y Marruecos: se instó a a las partes a negociar y a avanzar hacia “una solución política, justa y duradera y mutuamente aceptable según los parámetros que establecen de forma reiterada las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas”.
Tras decir que “la postura de España es una, pero las declaraciones del vicepresidente segundo a veces son otras”, la ministra ha declarado que “el vicepresidente también ha expresado de manera muy clara que en el tema del Sáhara Occidental son las resoluciones de Naciones Unidas las que cuentan. Me parece que está bastante claro, por lo menos está bastante claro para Marruecos, que es lo importante”.
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