No existe cifra consensuada sobre el número de víctimas. El Polisario estimó en 2.000 las muertes, los marroquíes dijeron que la cifra oscilaba entre 700 y 800; aunque por otro lado, los supervivientes elevaron la cifra a 2500. En lo que sí están de acuerdo, es que hubo una salvaje e indiscriminada matanza perpetrada por Hassán II a connivencia de Juan Carlos I y apoyado por la aviación francesa.
*Este reportaje es una ampliación de uno ya realizado en 2016.
Niño saharaui bombardeado con napalm y fósforo. |
''Poco o casi nada han difundido las agencias internacionales, se ha publicado en la prensa internacional y menos aún en la española. Aunque las masacres se repiten, no son las que interesan políticamente a ciertos grupos, porque se trata de los saharauis''.
El Genocidio de Um Draiga, Sáhara Occidental:
La matanza se produjo al siguiente día de la entrada del ejército de Marruecos a El Aaiún. La aviación marroquí bombardeó esa región y durante la noche alumbró con bengalas para permitir la masacre.
"A mediodía, sobre las 11:00 hora local del 18 de febrero de 1976, los habitantes del campamento escucharon las cazas marroquíes. Algunos comenzaron a huir.''
Casi todas las víctimas de la guerra viven en Dajla, uno de los cinco campamentos de refugiados situados en la Hamada argelina, tras el inicio de la invasión militar marroquí. “Los bombardeos dejaron familias enteras exterminadas. Los supervivientes quedaron aterrorizados.''
Según los testimonios de los pocos supervivientes, los bombardeos duraron 48 horas, regresando los cazas en varias ocasiones al campamento de ''Um Draiga'' para continuar con la masacre. Más allá de todas las barbaridades y atrocidades que el ejército de Marruecos perpetró en el Sáhara Occidental, el fósforo y el napalm eran además armas prohibidas en el ámbito del derecho internacional.
Cadáveres saharauis esparcidos y apilados tras el bombardeo. |
Del 23 al 24 de marzo de 1976 fueron detenidos, deportados y asesinados unos 650 ciudadanos saharauis de El Aaiún y Smara. A partir de entonces, se dio la orden de impedir la salida de la población civil.
El mismo esquema de arresto y asesinato de los miembros del Frente Polisario y de los hombres mayores de 15 años, así como el resto de la población saharaui, mujeres, ancianos y niños se repitió en todas las localidades saharauis.
Los niños fueron el grupo más perjudicado. |
Hasan II de Marruecos y el que era entonces rey de España, comprendieron que borrando del mapa a la poca población saharaui, se acabaría con el problema.
El genocidio del Sáhara Occidental: Más de 2.000 muertos en 24 horas.
El genocidio que se inició en febrero de 1976 contra la población saharaui fue seguido y visto por España, sin hacer nada para evitar la matanza, a través de sus militares que quedaban ahí, dejando imágenes tan dantescas como difíciles de olvidar. Según las organizaciones internacionales, en los dos días siguientes de la invasión de los colonos marroquíes, más de 2.000 saharauis fueron ejecutados solo en Um Draiga y Smara.
Zona de El Motlani, éxodo saharaui huyendo del bombardeo. Noviembre/Diciembre 1975. |
Dimensiones jurídicas.
Es sabida que la implicación del ejército español en su ex-colonia es constante y permanente; la extracción de materias primas es imprescindible para mantener el status quo marroquí/español, pero la acusación de asesinatos y violaciones cometidas por el ejército de Marruecos, parece excesivo para la justicia de ese país.
A todas estas investigaciones hay que añadir la misteriosa muerte de Idris Basri, un ex ministro marroquí, acusado de asesinar miles de saharauis.
La Audiencia Nacional española admitió el 14 de septiembre de 2006 a trámite la denuncia presentada contra Marruecos por un delito de «genocidio» en el Sáhara Occidental.
El juez Baltasar Garzón se ha declarado competente para abrir las investigaciones contra trece altos cargos marroquíes. El juez ha pedido además que se informe a los denunciados por medio de una comisión rogatoria y quiere saber si los hechos están siendo investigados en Marruecos.
Cabe recordar que algunos de los denunciados, fueron condecorados en España por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en enero de 2005 con la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica junto a otras autoridades marroquíes implicadas en la matanza.
Es una vía de investigación de todos los abusos que se están cometiendo desde 1975 en la ex colonia española. La querella ha sido admitida, pero una fuente judicial española que prefiere mantener su anonimato comenta que la querella fue obstaculizada y no debe seguir adelante.
Siete años más tarde, el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, ha propuesto juzgar a once altos cargos militares marroquíes a los que imputa, entre otros, un delito de genocidio por los crímenes que se cometieron contra refugiados del Sáhara Occidental entre los años 1975 y 1992. La causa, que fue abierta por el juez Baltasar Garzón en 2007 en virtud de una querella presentada por la Asociación de Familiares de Presos y Desaparecidos Saharauis (Afapredesa), investiga asesinatos, bombardeos de campamentos y torturas cometidos por las fuerzas marroquíes entre el 6 de noviembre de 1975 y el 7 de octubre de 1991.
El auto señala que las acciones de los procesados tenían como única finalidad "destruir" a la población saharaui "mediante el asesinato, las desapariciones forzadas o la reclusión durante grandes periodos de tiempo". "Existe, por tanto, una finalidad de destrucción biológica de tales personas como tales y simplemente por su origen étnico, que se manifiesta a lo largo de las declaraciones de los testigos, que narran las referencias de los funcionarios marroquíes a la necesidad de acabar con los saharauis".
Las detenciones no han sido llevadas a cabo por el Equipo de Huidos de la Justicia de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil española, que lo podía haber hecho y puede hacerlo en colaboración con otras Unidades del Cuerpo, la Oficina Central Nacional de INTERPOL en Marruecos y la Consejería de Interior de la Embajada española en Rabat.
Las autoridades judiciales españolas no emitieron una orden internacional de búsqueda y detención para los cargos marroquíes y el juez Ruz fue destituido por el juez José de la Mata y este inmediatamente imputó al Secretario General del Frente Polisario, el presidente de la RASD, por retener en contra de su voluntad a la población saharaui refugiada en el suroeste del Argelia.
España abandonó el Sáhara Occidental en febrero de 1976, cuando la Marcha Verde orquestada por el rey Hasan II había situado ya al grueso del Ejército de Marruecos y a varios cientos de miles de ciudadanos en la ex colonia. España no hizo nada y abandonó a los saharauis en medio de la nada.
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