El inminente estallido de la "revolución del hambre" en Marruecos.

La cuestión del Sáhara Occidental seguirá siendo un asunto de derecho internacional pese al acuerdo negociado por Trump y el rey Mohamed VI. 

Las relaciones entre el Mossad y el Majzén marroquí son antiguas y la normalización con Israel tiene sus graves consecuencias.

Rabat, 03 Enero de 2021. - (ECSAHARAUI) 

Por Lehbib Abdelhay /ECS 

El exagente Farid Boukas /Achourouk 

El ataque llevado a cabo por las fuerzas de ocupación marroquíes en la brecha ilegal en El Guerguerat el pasado 13 de noviembre, fue el pretexto perfecto para el Frente Polisario para deshacerse del estancado Proceso Político y el acuerdo del alto el fuego de 1991. Farid Boukas, periodista, investigador y exagente de los servicio de inteligencia marroquí, vaticina el inminente estallido de una revolución en Marruecos que él exagente la ha llamado "Revolución del Hambre" en rechazo a la opresión que el régimen de Marruecos practica contra el pueblo marroquí.

El exagente de inteligencia marroquí añadió que las consecuencias de la normalización de las relaciones con la entidad sionista tendrían efectos muy devastadores en la región del Magreb. 

El autor del libro "Marruecos a través de los ojos de un ex agente de inteligencia" afirmó que la cuestión del Sáhara Occidental seguirá siendo una cuestión internacional y que su estatus legal no cambiará por la decisión unilateral de Trump. Boukas señaló que la violación por Marruecos del acuerdo de alto el fuego y su ataque en la brecha ilegal en El Guerguerat fue el pretexto perfecto que el Frente Polisario lleva años buscando para deshacerse del acuerdo de 1991 que estipulaba la celebración de un referéndum de autodeterminación en el Sáhara Occidental y una tregua bajo los auspicios de la ONU.

Ante el temor al estallido del descontento social, el estado marroquí se vió obligado a declarar un nuevo toque de queda amparándose en la lucha contra la Covid-19. En los albores de una nueva primavera árabe, Marruecos está atravesando una gran crisis política y económica. El rey está comenzando a convertirse en el foco de una crítica aguda, especialmente en las redes sociales, algo que era extremadamente raro en el pasado.

Criticas crecientes

Debido a su proximidad geográfica, los marroquíes son muy conscientes de lo que sucedió el año pasado en la vecina Argelia, donde un levantamiento muy civilizado parece haber revitalizado los movimientos sociales del país rico en petróleo.

En el corazón del establecimiento político en sí, cada vez se escuchan más voces críticas. Denuncian los excesos y deficiencias del sistema, incluso si no se atreven a atacar abiertamente a la monarquía.

Marruecos se encuentra en medio de una situación confusa que afecta a todas las categorías sociales (...). Ante un clima político insostenible, el régimen y sus afiliados persisten obstinadamente en presentar a Marruecos como un remanso de paz y estabilidad política en la región.

En 2011, las maniobras proactivas de la monarquía fueron fundamentales para contener las protestas; una constitución reformada fue aprobada por el 98 por ciento de los votantes después de un referéndum realizado mediante propaganda oficial.

¿Qué actor aprovechará la oportunidad para establecer el poder y utilizar estos factores para su propio beneficio? Con una nueva primavera árabe en camino, el régimen está vacilando bajo la fuerte presión de las críticas.

Al abrazar la represión, tanto policial como judicial, el rey Mohamed VI ha puesto fin a un mito que él personalmente se esforzó por crear: la "excepción marroquí". Esto hace que el escenario de una revuelta popular violenta sea cada vez más concebible.