Cumbre G5-Sahel: Emmanuel Macron descarta cualquier reducción de tropas en Malí.

"Sin duda, se harán cambios importantes en nuestro sistema militar en el Sahel a su debido tiempo, pero no se producirán de inmediato cambios", declaró el presidente francés.

Reforzar tanto la lucha contra los grupos yihadistas como el regreso del Estado de orden a las ciudades abandonadas de la región, el importante evento que el presidente francés Emmanuel Macron anunció este martes 16 de febrero al dirigirse a la cumbre del G5 Sahel en N'Djamena, Chad. 

Un año después de la cumbre de Pau en Francia, "hemos logrado obtener resultados reales en la zona de las tres fronteras", entre Malí, Níger y Burkina Faso, y el principal grupo objetivo, la organización del Estado Islámico en el gran Sahara (ISGS), "ha perdido el control y sufre muchas pérdidas", estimó el presidente francés durante su discurso, realizado por videoconferencia desde París.

Pero las organizaciones afiliadas a Al-Qaida, el Grupo de Apoyo para el Islam y los Musulmanes (JNIM) y Katiba Macina (Bajo el mando de Amadou Koufa), "cuya más alta jerarquía continúa alimentando una agenda yihadista", aún representan una amenaza en el Sahel, dijo Macron.

"Sin duda se harán cambios importantes en nuestro sistema militar en el Sahel a su debido tiempo pero no se producirán cambios de inmediato", declaró Macron al margen de la cumbre, explicando que "sería paradójico reducir nuestra presencia militar en Malí cuando tenemos un alineamiento político y militar favorable para lograr nuestros objetivos”.

La operación francesa anti-yihadista "Barkhane" cuenta actualmente con unos 5.100 hombres en el Sahel. En el proceso, Macron acogió con satisfacción la decisión anunciada el día anterior por el presidente de Chad, Idriss Déby, de enviar 1.200 soldados a esta zona conocida como las “tres fronteras”. Es "una decisión fuerte y valiente que fortalecerá la fuerza del G5 Sahel", comentó.

"Dando una perspectiva a las poblaciones del Sahel"

Además, "la movilización internacional a favor del Sahel nunca ha sido tan contundente", argumentó el Jefe de Estado francés, agradeciendo a los países europeos que participan en la nueva alianza de fuerzas especiales Takuba. 

Más allá del componente militar, el presidente francés insistió en la necesidad de "dar una perspectiva a las poblaciones del Sahel", pidiendo un "segundo salto: el de la devolución de la seguridad y los servicios a las poblaciones" exigiendo "un impulso a al más alto nivel del Estado” para reinvertir los territorios abandonados de la región.

“Es a través de la acción colectiva y concreta sobre el terreno que lo lograremos. Francia seguirá desempeñando su papel porque sé que aquí todos están movilizados”, concluyó.

La cumbre de N'Djamena tiene lugar un año después de la de Pau, que, ante la amenaza de una ruptura bajo los golpes de los yihadistas, había provocado un refuerzo militar en la zona de las "tres fronteras" y el envío de 600 Soldados franceses, incrementándolos de 4.500 a 5.100.

A pesar de los supuestos éxitos tácticos, el panorama sigue siendo muy sombrío en Mali, Níger y Burkina Faso. Más de ocho años después del inicio de la crisis, apenas pasa un día sin un ataque armado, la explosión de una mina artesanal o atrocidades contra civiles.

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2 Comentarios

  1. Pero la letra pequeña que no menciona el presidente francés es otra bien diferente. Francia todavía mantiene importantes intereses comerciales y geopolíticos en la región que explicarían su papel destacado como garante de la paz. En Níger, el presidente -Mahamadou Issoufou mantiene el apoyo del Elíseo francés para la implementación de la mano dura contra los opositores políticos. A cambio, las tropas francesas utilizan Niamey como base para el despegue de drones que monitorizan los movimientos islamistas en el Sahel. Y por supuesto, la multinacional Orano es la principal beneficiada, ya que obtiene la mayoría de su producción de uranio en este país.

    En Malí, la multinacional gala Total tiene campos de petróleo. Además, en diciembre pasado tenía lugar el primer ataque operativo de un avión no tripulado armado en la región maliense de Mopti Y en Chad, su presidente, Idriss Déby, quien tomó el poder por la fuerza en 1990 con la ayuda francesa, mantiene un acuerdo de cesión de una base militar donde, en las navidades de 2018, se pudo disfrutar de suficiente champán, fuagrás y chocolate para sus 1.300 soldados.

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  2. El punto de inflexión fue 2013, año en el que los franceses lanzaron la Operación Serval en respuesta a los avances de los grupos insurgentes en el norte de Malí. Sin embargo, la paradoja es que, desde entonces, la inestabilidad se ha extendido, y diferentes estados de la región ahora se encuentran haciendo frente a repetidos ataques contra la población.

    Por dios es que esos Negros no lo ven.

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