Madrid. - 15/02/2021 - ECSAHARAUI.
La represión marroquí en los territorios ocupados asciende pasos preocupantes, esta quincena de febrero deja cifras preocupantes; un crimen encubierto, dos menores secuestrados y otros dos activistas que se enfrentan a juicios arbitrarios, arrestos domiciliarios y palizas a mujeres saharauis. Sin olvidar a los presos en huelga de hambre que sobreviven en condiciones humillantes.
Las fuerzas de ocupación marroquíes siguen cometiendo crímenes de lesa humanidad contra los civiles saharauis, violando su derecho a la libertad de expresión, manifestación y circulación; con continua represión y bloqueo militar, policial y mediático por parte del ocupante marroquí. Las dos primeras semanas de Febrero han sido negras para los saharauis que viven en los territorios ocupados bajo el yugo de la represión marroquí.
Esta primera quincena nos deja datos terribles; el crimen de Mohamed Salem Fahim, la atroz paliza a las hermanas Jaya, dos juicios arbitrarios contra activistas y el secuestro de los menores Zakarias y Akram. La represión marroquí se recrudece a medida que pasan los días de guerra, de hecho, desde instancias superiores se asciende a aquel que cometa atrocidades como es el caso de Abdel Hakim Amer, autor de la salvaje agresión a Sultana Jaya.
La familia de Mohamed Salem Fahim fue reiteradamente engañada por las autoridades de ocupación marroquíes cuando ésta solicitaba información sobre el paradero de su hijo, mintiéndole en varias ocasiones al ser preguntados por su hijo, posteriormente, el 5 de Febrero, su madre halló el cadáver de su hijo en pésimas condiciones y sin cuidar en el refrigerador del Hospital Ben Mehdi de El Aaiún ocupado. La historia de Fahim es alarmante porque el encubrimiento de las autoridades revela que quisieron deshacerse de él sin informar a su familia.
La familia de Mohamed Salem Fahim fue reiteradamente engañada por las autoridades de ocupación marroquíes cuando ésta solicitaba información sobre el paradero de su hijo, mintiéndole en varias ocasiones al ser preguntados por su hijo, posteriormente, el 5 de Febrero, su madre halló el cadáver de su hijo en pésimas condiciones y sin cuidar en el refrigerador del Hospital Ben Mehdi de El Aaiún ocupado. La historia de Fahim es alarmante porque el encubrimiento de las autoridades revela que quisieron deshacerse de él sin informar a su familia.
Los militantes saharauis y activistas pro derechos humanos de la sociedad civil saharaui en las zonas ocupadas, especialmente las mujeres, se han convertido en blanco de la violencia desproporcionada de la policía marroquí, que les persigue únicamente por razones políticas, con consecuencias horrorosas.
Es el caso de las hermanas Jaya (Sultana y Luara), que viven bajo arresto domiciliario impuesto por las fuerzas de ocupación, que mantienen su casa rodeada desde hace 90 días en la ciudad de Bojador ocupado, desde el momento que volvió de España y la segunda guerra había recién comenzado, en paralelo, también se recrudeció la campaña de represión marroquí en las ciudades saharauis. Tras otras varias agresiones en Diciembre y en Enero, el pasado sábado 13 de Febrero fue violentamente asaltada por policías que iban de civiles y otros con atuendo policial, en la agresión llegaron a usar hasta piedras contra la cabeza de la activista saharaui. Su hermana fue también agredida, sufriendo heridas en la boca. Sultana por su parte salió gravemente herida, con heridas en la cabeza, ojo izquierdo, parálisis en el lado facial izquierdo, suturas en la piernas y policontusiones por todo el cuerpo. Este vil acto fue cometido por el general de brigada y jefe de la división de la localidad de Bojador, Abdel Hakim Amer, participando junto a él su adjunto.
La ola de represión marroquí levantó protestas en apoyo a las víctimas. |
El activismo también se han convertido en el objetivo del estado de ocupación marroquí. Dos jóvenes saharauis, Ghali Buhala y Mohamed Boutasoufra fueron secuestrados durante tres días. Ghali Buhala se encontraba haciendo labores de mantenimiento en una mezquita. Lo llevaron a su casa con la cabeza enfundada en una bolsa de plástico. Tiraron la puerta aterrorizando a su madre y su hermana, registraron la vivienda, destrozando las puertas de las habitaciones, robaron los móviles, golpearon a su madre y su hermana. Simularon la estrangulación de Ghali frente a su madre con una bandera de la RASD que hallaron en la casa, y se lo llevaron en un coche.
Ayer por la noche en El Aaiún ocupado, en el barrio de Lirak, las fuerzas policiales secuestraron a dos menores saharauis, Zakarias Rguibi y Akram Hanafi, que hasta el momento se desconoce su paradero. El grupo especial del comando marroquí que secuestró a los menores saharauis está dirigido por Ali Boufri, que condujeron a los dos adolescentes a las afueras de la ciudad.
Este incremento de la represión ha provocado una nota del Frente Polisario pidiendo al Gobierno de España –potencia administradora del territorio no autónomo del Sahara Occidental– su intervención urgente para exigir al gobierno de Marruecos el cese inmediato de esta violencia y garantizar la protección de la población saharaui y el respeto del Derecho Internacional Humanitario.
También las organizaciones, activistas y periodistas presentes en las zonas ocupadas hacen un llamamiento a Cruz Roja Internacional para que proteja a los civiles de las flagrantes violaciones de sus derechos que hace el estado marroquí. Aplicando el IV Convenio de Ginebra sobre protección de civiles en tiempos de guerra, del 12 de agosto de 1949, al que el Reino de Marruecos se adhirió el 26 de julio de 1956.
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