🔴 URGENTE | Sultana Sid Brahim (Jaya) inicia huelga de hambre luego de ser agredida y serle sustraído su teléfono.

 Bojador ocupado. - 21/02/2021 - ECSAHARAUI 

Este domingo, fuerzas de seguridad pertenecientes a la fuerza de ocupación marroquí, agredieron violentamente a la defensora de los derechos humanos saharaui, Sultana Sid Brahim Abed en la ciudad ocupada de Bojador, durante un ataque a su domicilio familiar, que se encuentra sitiada por varios organismos militares desde hace más de tres meses. 


Versión en árabe.

ECSaharaui recibió cintas de video que documentaban el bárbaro asalto a la combatiente Sultana Sid Brahim Abed frente a la casa de su familia, apreciándose como iban arrastrándola por la vía pública después de que su teléfono móvil fuera robado por el supuesto jefe de la ocupación de seguridad marroquí, Abdel Hakim Amer, quien también fue el autor de la pedradas. 

Tras el bárbaro ataque, el asedio de la casa y la imposibilidad de que la familia recibiera visitas, la miembro de la Comisión Saharaui contra la Ocupación Marroquí, Sultana Sid Brahim Abed, decidió iniciar una huelga de hambre abierta para denunciar su continua exposición a agresiones físicas, el robo de su teléfono y la imposición de arresto domiciliario de manera ilegal.


Parte 2:

La defensora de derechos humanos saharaui, Sultana Sayed Ibrahim Al-Abed, lanzó un llamado en una grabación de video del seminario internacional sobre “Cómo activar los mecanismos internacionales de derechos humanos para asumir sus responsabilidades en la protección de los saharauis bajo ocupación”, en el que el Comité Internacional de la Cruz Roja pidió una intervención para poner fin a las agresiones y acciones. 

El llamado de la activista Sultana Sid Brahim Abed llega en un momento en el que los saharauis y las organizaciones internacionales de derechos humanos dieron la alarma sobre la peligrosa escalada de actos de agresión y crímenes de lesa humanidad por parte de la fuerza de ocupación marroquí contra los civiles saharauis en los territorios ocupados, en ausencia de los observadores y de la prensa internacional y la incapacidad de la misión de Naciones Unidas para monitorear la situación y presentar informes a sus autoridades de derechos humanos.


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