Por Lehbib Abdelhay /ECS
Madrid (ECS). El ministro de Relaciones Exteriores de Egipto, Sameh Shoukry, destacó la importancia de comprometerse con las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la disputa del Sáhara Occidental.
En un discurso durante la cumbre del Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana, Shoukry expresó su apoyo a los esfuerzos para alcanzar una solución política de acuerdo con las resoluciones y esfuerzos de la ONU y el mecanismo de la Troika de la UA sobre el Sáhara Occidental, que fue adoptado en julio de 2018 durante la Cumbre de Nouakchott.
También destacó la necesidad de mantener la calma en el terreno para salvaguardar la región, acentuando que El Cairo no escatimará esfuerzos para brindar asistencia a los esfuerzos relacionados con el Sáhara Occidental.
La disputa del Sáhara Occidental, donde el Frente Polisario se enfrenta al Reino de Marruecos, se incrementó después de que Washington reconoció en diciembre la soberanía de Marruecos sobre el área.
El reconocimiento del ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, provocó la ira del Frente Polisario, que anteriormente había tenido un alto el fuego de tres décadas en noviembre con Rabat.
Desde entonces, el ejército saharaui anunció frecuentes ataques contra las fuerzas marroquíes a lo largo del muro militar que divide el Sáhara Occidental.
Marruecos dice que los ataques no causaron víctimas y provocaron daños limitados.
Shoukry también abordó el tema del cambio climático durante la cumbre, destacando que África es uno de los continentes más afectados por los impactos negativos del cambio climático a pesar de tener la menor cantidad de emisiones de carbono.
Dijo que esto requiere esfuerzos regionales e internacionales concretos para combatir el fenómeno, tomando en consideración sus riesgos para la sostenibilidad de la paz y la seguridad en África.
También destacó el impacto del cambio climático en la capacidad de los países africanos para proveer y asegurar las necesidades de agua de sus naciones.
Shoukry también discutió los desafíos impuestos por el coronavirus en África, incluida la desaceleración del crecimiento económico y la erosión de los avances en desarrollo logrados en los últimos años.
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