Mientras la mujer en los Campamentos de Refugiados batalla en varios frentes, la de los Territorios Ocupados lucha por sobrevivir como saharaui. Misma identidad, misma causa, unen a las mujeres saharauis a los dos lados de un muro que divide el territorio y a las familias saharauis.
Por Saaduha Sidi/ECS
ECS.- Esta es la historia de las mujeres saharauis; mujeres constructoras, creadoras y formadoras de una sociedad en lucha, que despiertan en la hamada como si de un sueño pasajero se tratara, pero que solo será el principio del camino que les lleve a su objetivo, la independencia de su pueblo. Ese sueño las condujo al desierto argelino en el año 1976 tras la Marcha Verde y la imperante ocupación por parte de los dos países fronterizos (Marruecos por el norte y Mauritania por el sur). Una etapa que supuso años difíciles para todo el pueblo saharaui; momento en el que la población del Sáhara Occidental quedó dividida debido al intenso conflicto bélico. Al igual que hoy pero 45 años atrás, los hombres estaban prácticamente entregados al combate y defensa de su territorio. Mientras tanto, la mujer saharaui que se ha visto obligada a emprender un largo camino hacia lo que conocemos hoy como los Campamentos Refugiados Saharauis de Tinduf, un largo viaje que recorrió a pie bajo los bombarderos de fósforo blanco y napalm. Todo ello, lejos de derrocarla, la convirtió en el timón de una sociedad en construcción. No le falta razón a Fatma El Mehdi, ex Secretaria General de la UNMS, cuando apunta que “ellas empezaron a construir las bases de la sociedad: escuelas, hospitales y ministerios, y participaron en la puesta en marcha de todas las instituciones del Estado y las que se dedicaron y dedican al ordenamiento de la vida diaria en los campamentos. Hoy, gracias a ellas, no hay ningún refugiado que no tenga acceso a la ayuda humanitaria.” Como consecuencia del exilio, y la consiguiente actividad política, impulsó a que fueran ellas las encargadas de gestionar social y políticamente las bases de una nueva República Árabe Saharaui Democrática, proclamada el 27 de Febrero de 1976.
La lucha de la mujer saharaui no quedó adscrita al exilio, pues al otro lado del muro de la vergüenza quedaron otras tantas que, casi medio siglo después, siguen buscando la libertad de su pueblo. Si las que han sufrido el exilio las tildamos de “heroínas”, éstas no se quedan para nada atrás. Son las que sufren una represión diaria y continuada por el régimen marroquí, objeto de las infinitas violaciones llevadas acabo por el opresor; aún así, a pesar de todo ello, no han cesado en ningún instante en su lucha pacífica. Un claro ejemplo de ello son las numerosas organizaciones humanitarias y de defensa de los Derechos Humanos como Amnistía Internacional (AI), la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), Human Rigth Watch, la Asociación de Familiares de Presos y Desaparecidos Saharauis (AFAPREDESA) y la Asociación Pro Derechos Humanos de España (APDHE), entre otras, que han contabilizado en sus informes numerosos de casos de desapariciones forzadas en los territorios ocupados del Sáhara Occidental por las fuerzas ocupantes del opresor. Mientras la mujer en los Campamentos de Refugiados batalla en varios frentes, la de los Territorios Ocupados lucha por sobrevivir como saharaui.
Es imposible poder reflejar las numerosas injusticias por las que ha pasado y pasa por ellas la mujer saharaui. Una historia marcada por el sufrimiento, por el exilio y por la persecución de tantas por defender su identidad política. A pesar de ello, la mujer saharaui es el claro ejemplo de lucha, resistencia y sacrificio. Si retrocedemos al año 1976 vemos como la prensa española se hizo eco del coraje que la caracteriza al resaltar en su portada el siguiente titular: «Problema abierto: las mujeres también luchan en el Sáhara». (ABC. 14/01/1976.
En definitiva, misma identidad, misma causa, unen a las mujeres saharauis a los dos lados de un muro que divide el territorio y a las familias saharauis. Mientras tanto, desde la diáspora siguen abanderando su causa y mostrando a la comunidad internacional que la esperanza continúa y que seguirán construyendo paz hasta que la libertad llegue a su pueblo.
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