Tras una fuerte batalla política y diplomática de más de dos meses entre la RASD, el Reino de Marruecos y sus correspondientes aliados, la Unidad Africana tomó históricas resoluciones en Nairobi que ponen al Reino de Marruecos frente a difíciles decisiones, asestándole un duro golpe y mostrando su respaldo a la RASD. Curiosamente, en la misma ciudad donde en 1984 la UA reconoció a la RASD. Marruecos cometió entonces los mismos errores que ahora, deslegitimación y rechazo, para posteriormente firmar el cese del fuego para celebrar el referéndum en 1991.
El unánime rechazo internacional a la soberanía marroquí del Sáhara Occidental por tratarse de un territorio anexionado por la fuerza, impulsó y allanó el camino a la diplomacia saharaui para que pudiera entablar con facilidad relaciones y lograr más apoyos a su causa. Solo unas semanas antes, Marruecos y sus aliados más acérrimos (Francia y España) recibieron un varapalo en el Tribunal de Justicia Europeo, donde se reconoció que el Sáhara Occidental no es parte de Marruecos.
Una vez ganada la batalla en África, ahora el Frente POLISARIO centra toda su acción política y diplomática en Europa y en el Consejo de Seguridad de la ONU. En los dos próximos meses, el pueblo saharaui se juega mucho; el 21 Abril el Consejo de Seguridad (bajo la presidencia de Vietnam) se reúne para discutir el conflicto del Sáhara Occidental y en Junio, el Tribunal de Justicia Europeo emitirá la sentencia definitiva que legalizará o vetará el comercio marroquí con productos saharauis provenientes de los territorios ocupados.
Independientemente de las decisiones que adopten ambos órganos supranacionales, no habrá tregua en la guerra, aunque las contingencias políticas influirán inevitablemente. En este sentido, el POLISARIO conjugará la acción militar con la acción diplomática a fin de lograr los propósitos deseados.
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