ECS. París.
El jefe del Grupo Parlamentario Francés de Estudios sobre el Sáhara Occidental, Jean-Paul Lowcock, pidió a la Unión Europea que aproveche la batalla legal que se está librando actualmente en los pasillos del Tribunal de Justicia Europeo, para detener la participación de la Unión Europea en el apoyo a la continuación ocupación marroquí de territorios del Sáhara Occidental, en compromiso con el derecho internacional.
Durante una audiencia celebrada por la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento francés el pasado 9 de marzo, en presencia del vicepresidente de la Comisión Europea de Asuntos Económicos, Valdis Dombrowskis, y el ministro delegado francés encargado de Comercio Exterior y Atractivo, Franck Riester, el grupo parlamentario francés destacó que el Frente Polisario interpuso un recurso a principios de marzo de 2021 contra un acuerdo comercial entre la Unión Europea y Marruecos que permite a Rabat exportar a Europa el pescado de las aguas territoriales del Sáhara Occidental ocupado.
El jefe del grupo parlamentario afirmó durante su intervención que la sentencia de 2018 devolvió el derecho internacional al centro de las discusiones y expuso los peligrosos intentos de eludir la ley con el objetivo de permitir que Marruecos legitimara su ocupación del Sahara Occidental y continuara la expolio económico en detrimento de la población titular de los recursos.
El grupo parlamentario advirtió sobre las peligrosas repercusiones de ignorar los derechos del pueblo saharaui y la continuación de las grandes potencias, encabezadas por la Unión Europea, en la violación del derecho internacional al saquear los recursos del Sáhara Occidental sin contar con la aprobación de los saharauis.
El grupo parlamentario instó a la Unión Europea a reflexionar sobre el resultado de perpetuar la ocupación marroquí y sus métodos intolerables, sobre todo porque la Unión Europea tiene la fuerza necesaria para abordar este asunto de manera concreta, usando como guía el correcto camino que han tomado las empresas internacionales al suspender y cesar sus acciones en el Sáhara Occidental hasta que se aclare la situación internacional en la región.
Francia, cuna de las libertades y derechos humanos, es uno de los más acérrimos defensores del régimen de Mohamed VI y de sus criminales prácticas contra los saharauis con el único propósito de seguir saqueando los recursos del territorio para enriquecerse. Desde hace más de 30 años, el país galo ha vetado todas las resoluciones contrarias a Marruecos, incluso el despliegue de un mecanismo que vigile los derechos humanos. No obstante, Francia no logra empujar al resto de Europa a que cometan la misma ilegalidad.
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