Marruecos moviliza a su aparato diplomático en vísperas de la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el Sáhara Occidental.

ECS. Madrid. | El próximo miércoles 21 de Abril, el Consejo de Seguridad de la ONU bajo la presidencia de Vietnam (país que reconoce a la RASD) se reunirá a puerta cerrada para tratar el conflicto del Sáhara Occidental, donde se prevén y se esperan que se tomen importantes decisiones para tratar de paliar la situación bélica que se vive en la región del norte de África, cuyas consecuencias para la estabilidad y seguridad regional son impredecibles. 

Marruecos, siempre temeroso de la legalidad, se apresura y moviliza su arsenal diplomático para tratar de contrarrestar la aplicación del derecho internacional. En los últimos días ha mantenido reuniones con representantes de la UE, Rusia, EE.UU, Francia, Italia, España, Egipto, Kenia y Vietnam. Es notable el incremento de países con los que se han mantenido discusiones bilaterales a medida que se aproxima el día de la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU. 

En un reciente comunicado difundido por la cancillería rusa tras la reunión del viceministro el 14 de abril con el embajador del Reino de Marruecos en Moscú, Lotfi Bouchaara, a petición de éste último, Rusia reiteró su posición de apoyo a una solución diplomática que permita a los saharauis ejercer su derecho a la autodeterminación.

Rusia dejó en claro que cualquier solución justa y sostenible a la cuestión del Sáhara Occidental solo se puede lograr por medios políticos y sobre la base de las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad, como la única opción de salir del estancamiento de la inestabilidad en la región.

Por otro lado, Rusia señaló la importancia del nombramiento cuanto antes de un nuevo enviado personal del Secretario General de las Naciones Unidas para el Sáhara Occidental, y la necesidad de avanzar en la reanudación de las negociaciones entre las dos partes en conflicto, el Frente Polisario y Marruecos.

El jueves 15 de Abril, Bourita se reunió con el Comisario de Asuntos Exteriores de la UE, Olivér Várhelyi. donde intercambiaron opiniones sobre las últimas reformas llevadas a cabo por Marruecos con financiación europea, asimismo, saludaron sus relaciones bilaterales con el deseo de fortalecerlas en el campo económico, político y financiero. El canciller marroquí se quejó de la inclusión de Marruecos en determinadas listas y declaró que van en contra del acuerdo de asociación firmado. Tampoco salió a la luz lo que hablaron sobre el conflicto saharaui, que mantiene en vilo a Marruecos ante el próximo fallo del TJUE por los recursos interpuestos por el Frente Polisario al comercializar con productos saharauis de los territorios ocupados dentro del acuerdo comercial UE-Marruecos. Si bien es cierto que el apoyo marroquí en la UE se debilita cada vez más pero que sigue chocando contra el 'dique de contención' francés, que se opone a toda iniciativa a favor del pueblo saharaui. Por otra parte también hay que indicar el creciente apoyo de países europeos a las resoluciones de la ONU que prevén el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui (Portugal, Dinamarca, Alemania, Reino Unido)

El día siguiente, viernes 16 de Enero, tuvo que ser especialmente duro para Bourita, y no por la cantidad de trabajo. El ministro de Exteriores de Egipto, Sameh Shoukry, sostuvo una videollamada con su homólogo marroquí Nasser Bourita, durante las cuales discutieron las relaciones bilaterales y los esfuerzos conjuntos para lograr una solución pacífica a los problemas regionales. En un comunicado posterior se declaraba lo siguiente:

"Egipto reitera su total apoyo a una solución en el marco de la ONU al problema del Sáhara Occidental con el objetivo de alcanzar una solución política de acuerdo con la Resolución 2351 del Consejo de Seguridad", dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Egipto.Ya en Enero Egipto dejó en claro su postura a favor de la legalidad internacional y también rechazó la oferta marroquí de abrir un consulado en un territorio ocupado. 

Posteriormente, Bourita mantuvo otra reunión, ésta vez con el Ministro de Exteriores italiano, Luigi Di Maio, en la que tampoco se mencionó que hubieran abordado el tema saharaui. Tras la misma, ambos ministros acordaron desarrollar aún más las relaciones en el ámbito económico y la puesta en marcha de un mecanismo de diálogo y cooperación. Italia ya se negó en Diciembre a abrir un consulado en los territorios ocupados saharauis y al estallar la guerra instó a ambas partes a las negociaciones en el marco de los dictámenes del Consejo de Seguridad de la ONU. 

El mismo día, pero por la tarde, Bourita mantuvo otra llamada telefónica con el canciller vietnamita Bui Thanh Son, cuyo país presidirá la reunión sobre el Sáhara Occidental el próximo 21 de Abril en el Consejo de Seguridad, y casi con total seguridad la misma fue exclusivamente por esta razón, sin trascender más información al respecto salvo la de fortalecer los lazos económicos firmados en 2016. Cabe destacar que Vietnam fue uno de los primeros países del mundo en reconocer a la RASD. Más recientemente, el pasado Marzo, el embajador vietnamita en Argelia renovó la firme posición de su país a la justa causa saharaui y su derecho de autodeterminación. 

La semana pasada, la embajadora de España en Marruecos, Karima Benyaich, mantuvo una reunión con el Secretario de Estado de Migraciones, Jesús Javier Perea en la que discutieron ''sobre cooperación migratoria'' y se comprometieron a fortalecer las relaciones. No trascendió que discutieran sobre el tema saharaui, a pesar de que la mayoría de las pateras zarpan desde ciudades saharauis ocupadas como Dajla o El Aaiún. 

En relación a Francia, el canciller marroquí mantuvo otra reunión con su homólogo Jean-Yves Le Drian, donde sostuvo que Francia apoya una solución políticamente negociada bajo la autonomía marroquí, solución que evidentemente no es mutua ya que el Polisario viene reiterando estos últimos 10 años su negativa por razones más que evidentes. Aunque Francia es el bastión diplomático marroquí, medios nacionales reportan un intenso cabildeo por parte del Májzen a parlamentarios, académicos y periodistas. 

Es reseñable también el varapalo que han recibido por parte de Kenia, que desmintió declaraciones falsamente atribuidas al Vicepresidente Ken Osinde y publicadas por la agencia estatal marroquí MAP, en las que decía que apoyaba el plan de autonomía de Marruecos para el Sáhara Occidental basándose en declaraciones del embajador marroquí Mokhtar Gambou. Desde Nairobi reafirmaron que su posición sobre el conflicto saharaui viene dictada por la UA y la ONU:

''Kenia nunca debería renunciar a su neutralidad y más bien debería trabajar directamente con la ONU para apoyar el Proceso de Paz sobre el tema del Sáhara Occidental", dijo el embajador marroquí.

En Nairobi le respondieron: "Como miembro no permanente del Consejo de Seguridad, es de interés para Kenia apoyar el Proceso de Paz de la ONU con respecto al Sáhara Occidental de conformidad con la resolución 693 de los Jefes de Estado de la UA".

Los temores de Marruecos le empujan a buscar de forma desesperada respaldo internacional para su ocupación ilegal del Sáhara Occidental, a pesar de que en la mayoría de sus comunicados y declaraciones no menciona la causa saharaui, ésta gira en torno a su diplomacia y es la razón de sus últimos movimientos. A todo esto hay que sumar también el cabildeo pagado en EE.UU y Francia.

Llama la atención la presencia de Vietnam, cuya posición está definida desde hace más de 40 años, por lo que de no ser por presidir el Consejo de Seguridad, no estaría en los planes marroquíes, lo que puede traducirse como un acercamiento infructuoso.