ECS. Madrid. | La misión marroquí ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra protestó contra los cuatro mecanismos que se emitieron en un comunicado conjunto reprendiendo al gobierno marroquí por el total de violaciones cometidas contra ocho destacados defensores de los derechos humanos y periodistas saharauis, por la inclusión del Frente Polisario en la correspondencia Lista de actores.
En lugar de responder a las ocho cuestiones, la misión marroquí intentó engañar a los mecanismos de la ONU y expresar, sin apoyarse en un fundamento jurídico, su negativa a informar al Frente Polisario, reconocido desde 1979 por Naciones Unidas como el único representante legítimo del pueblo del Sáhara Occidental, e incluirlo en la lista de organismos corresponsales en el mismo país. El mensaje también fue dirigido al Reino de Marruecos, de conformidad con el derecho internacional.
Los Relatores Especiales de las Naciones Unidas sobre Defensores de Derechos Humanos, Libertad de Expresión y Tortura, y el Grupo de Trabajo de Naciones Unidas sobre Detenciones Arbitrarias, reprendieron al gobierno marroquí por las violaciones de derechos humanos que comete contra la población saharaui de los territorios ocupados del Sáhara Occidental, en concreto contra ocho víctimas.
El comunicado también expresó, en un lenguaje explícito, la preocupación por estos temas que representan la ''punta del iceberg'' y que Marruecos está llevando a cabo actos de intimidación sistemáticos y generalizados contra los defensores de los derechos humanos saharauis para disuadirlos de realizar su trabajo y limitar su derecho a la libertad de asociación y expresión. Recalcando que la situación en los territorios saharauis ocupados destacar por la ausencia de seguridad en un entorno hostil para los defensores de los derechos humanos.
El informe advirtió a Marruecos que “la criminalización de los defensores de derechos humanos obstaculiza gravemente su capacidad para llevar a cabo su importante labor en defensa de los derechos humanos, y que los actos de tortura, persecución judicial, amenazas y vigilancia constante constituyen un grave ataque contra los defensores de derechos humanos y organizaciones, y tienen un impacto negativo en la sociedad civil.''
Los mecanismos de la ONU no desaprovecharon la oportunidad de recordar al gobierno marroquí e instarlo a brindar información sobre la situación actual de las ocho víctimas y explicar ''las medidas específicas que se están tomando para investigar las violaciones y responsabilizar a los responsables, así como las medidas que han tomado para garantizar que los defensores de los derechos humanos y los periodistas en el Sáhara Occidental desempeñen de manera segura sus actividades legítimas, en un entorno apropiado libre de amenazas, hostigamiento, estigmatización o criminalización de cualquier tipo.''
Cabe señalar que los ocho casos a los que se hace referencia en el informe se refieren a: Bemba Lefkir, Nazha al-Khalidi, Aminetu Haidar y a los detenidos políticos Yahya Muhammad al-Hafiz Azza, Hussein Bachir Brahim, el periodista Mohamed Radi, Ali Saaduni y Nouredine Arjoubi.
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