ECS. París.
Jean-Yves Le Drian, el ministro francés de Asuntos Exteriores de Europa y Francia, confirmó durante una reunión virtual con su homólogo marroquí, que su país apoya los esfuerzos para buscar una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable, de acuerdo con las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
El ministro francés también llamó, según un comunicado emitido posteriormente por el Ministerio de Relaciones Exteriores a acelerar el nombramiento de un nuevo enviado personal del Secretario General de las Naciones Unidas, para suceder a Horst Köhler, quien renunció hace dos años debido a la ausencia de una voluntad real del Consejo de Seguridad de apoyar sus esfuerzos así como la obstrucción por parte de París del dinamismo que lanzó después de dos rondas de conversaciones en Ginebra.
El jefe de la diplomacia francesa reveló las intenciones de los políticos del Elíseo de obstaculizar todos los esfuerzos realizados para calmar la situación en la región e implementar el derecho internacional que prevé la autodeterminación, para satisfacer a su homólogo marroquí, al decir que: "Francia considera el Plan de autonomía marroquí una base seria y creíble.''
La declaración de Yves-Le Drian llega en un momento de tensión que vive la región desde el 13 de noviembre, debido a los continuos enfrentamientos militares entre los ejércitos saharaui y marroquí a lo largo del muro de la vergüenza en el Sáhara Occidental y las regiones del sur de Marruecos. Las expectativas apuntan a una escalada feroz de los combates entre los dos bandos, ante la ausencia de una posición seria del Consejo de Seguridad hacia lo que está sucediendo en la región e identificar las causas que llevaron a esta alarmante y peligrosa situación.
Mientras tanto, Alemania, la mayor potencia europea, la Unión Europea y los distintos estados miembros destacaron la necesidad de implementar el derecho internacional y las resoluciones de Naciones Unidas relacionadas con el tema del Sáhara Occidental para superar la nueva situación antes de que el conflicto armado empeore. Por su parte, Francia sigue nadando a contracorriente, apoyando el plan de autonomía que contradice las decisiones tomadas y prevé una solución justa y definitiva consensuada que garantiza el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación.
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