Por Salem Abdelhay /ECS
El Watan.
El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, parece tener dificultades para nombrar un enviado especial de la ONU para el Sáhara Occidental, que sea consensual y sobre todo imparcial.
Después de su anterior intento de pasar al ex primer ministro rumano Petre Roman, rechazado por el Sáhara Occidental debido a su inclinación por la posición marroquí en el expediente, ahora se le ocurre otro nombre que probablemente tampoco cuenta con imparcialidad.
De hecho, según una fuente de la ONU, el Secretario General de las Naciones Unidas ha propuesto para las partes en conflicto, así como para los miembros permanentes del Consejo de Seguridad, su compatriota Louis Amado, el exministro de Relaciones Exteriores de Portugal y justo como él (Guterres) miembro del Partido Socialista Portugués.
Si Marruecos y la RASD aún no han reaccionado a esta propuesta, al no haberse hecho pública la información aún, es una apuesta segura que los pasados cargos de Amado, cuando fue ministro de Relaciones Exteriores de Portugal, entre 2006 y 2011, en relación con el conflicto saharaui, pesarán en la balanza.
Algo que se puede comprobar consultando los despachos de la agencia oficial marroquí. "Alentamos todas las iniciativas encaminadas a superar una situación de estancamiento en torno a un problema que lleva mucho tiempo ahí", declaró, por ejemplo, el 17 de abril de 2017, según informó MAP, durante una visita oficial que realizó en Rabat, antes de añadir: "La iniciativa marroquí, que nos parece positiva, encaja en esta perspectiva".
¿Por qué Antonio Guterres querría imponer un enviado especial que apuesta la propuesta marroquí, cuando sabe muy bien que tal opción seguramente será rechazada por los saharauis, mientras que este cargo permanece vacante desde mayo de 2019 tras la renuncia del expresidente alemán Horst? Köhler?
Cabe señalar que si el Frente Polisario rechazó, a finales del año pasado, al rumano Petre Roman, las autoridades marroquíes, por su parte, expresaron su veto a tres nombres, en este caso los ex ministros de Asuntos de los Países Bajos, Australia y Suiza.
En general, Marruecos rechaza sistemáticamente el nombramiento de un enviado especial que vendría de los países de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, a sabiendas de que no se podría nombrar a un francés para este cargo, de los países bálticos y nórdicos, de Alemania y Suiza.
Mientras tanto, algunas potencias, en particular Estados Unidos, están instando al Secretario General de las Naciones Unidas a que nombre un nuevo enviado especial para el Sáhara Occidental.
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