Después de Alemania y España, Marruecos acusa y se enfrenta a Teherán.


ECS. Madrid. | Marruecos mantiene una serie de diferencias diplomáticas con varias capitales, empezando por Berlín y luego con Madrid, se suma a ella ahora Teherán. El ministro marroquí de Relaciones Exteriores, Nasser Bourita, acusó el pasado jueves a Irán de "querer llevar a cabo actividades desestabilizadoras en el norte de África".

En respuesta a las acusaciones del Reino de Marruecos, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní, Saeed Khatib Zadeh dijo el sábado que "Marruecos, que es incapaz de resolver sus problemas regionales, ha vuelto una vez más a hacer acusaciones infundadas contra la República Islámica de Irán, en apoyo a los proyectos sionistas-estadounidenses y atacando a los leales partidarios de la causa palestina."

Saaed Khatib expresó su "pesar por el hecho de que el gobierno marroquí, que actualmente preside el Comité de Jerusalén, contribuya a apoyar los objetivos de los enemigos de la nación islámica al hablar sobre el primer tema del mundo islámico, a saber, enfrentarse a los ataques sionistas contra Jerusalén y apoyar los derechos del pueblo palestino, en un momento en el que el mundo islámico está hoy más necesitado que nunca de unidad y cohesión."

Con España, Marruecos en cambio utiliza el comodín de la inmigración ilegal para presionar a Moncloa para que reconozca sus demandas ilegales en el Sáhara Occidental, sin embargo parece haber dado un nuevo paso después de que el presidente saharaui, Brahim Ghali, fuera hospitalizado en España bajo razones humanitarias.

Los medios españoles habían anunciado en los últimos días que la justicia española había iniciado un procedimiento contra el presidente saharaui por "crímenes de lesa humanidad", una información falsa desmentida posteriormente por el Tribunal Supremo, mientras que la jefa de la diplomacia española Arancha González Laya, dijo que Brahim Ghali debía abandonar España una vez concluya su tratamiento médico.

Alemania también no está de acuerdo con Marruecos debido a la cuestión del Sáhara Occidental. Desde que Marruecos decidió suspender todos los contactos con la Embajada alemana en Rabat en marzo de 2012, los dos países aún no han llegado a un acuerdo estable dada la irracionalidad marroquí.

En respuesta a la reciente decisión de Marruecos de retirar a su embajador de la embajada marroquí en Berlín, el Ministerio de Asuntos Exteriores alemán expresó su sorpresa y confusión el jueves 6 de mayo por no tener conocimiento previo de la rabieta marroquí. "Estamos sorprendidos por esta acción y estamos haciendo esfuerzos constructivos con la parte marroquí para encontrar una solución", dijo un funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores alemán.

El Reino de Marruecos justificó la decisión de retirar a su embajador por varias razones, incluida la medida de Alemania después de que el expresidente estadounidense Trump reconociera la supuesta soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental.

Alemania se refirió al reconocimiento en el Consejo de Seguridad de la ONU como ''ampliamente condenado y rechazado por la comunidad internacional'', instando a los Estados Unidos a actuar "de acuerdo con la legitimidad internacional". Lo que ocasionó el enfado marroquí, lo normal cuando se trata de un estado que comete violaciones a diario. 

Marruecos está tomando represalias ahora con Mauritania, Argelia, la Unión Africana y la Unión Europea hasta el punto de tratar de interferir en las cuestiones internas de Alemania y España, señaló el delegado saharaui en España. 

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