El Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR) carga contra Marruecos por la crisis de Ceuta.


El Consejo Europeo de Relaciones Exteriores carga contra Marruecos: “Solo los regímenes más abyectos trafican con sus propios ciudadanos.”

Por Lehbib Abdelhay /ECS 
 
Bruselas (ECS). - El Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR) confirmó que el rey de Marruecos, Mohamed VI, cometió un error estratégico cuando creyó que al abrir las fronteras de Ceuta a los inmigrantes, obligaría a España cambiar su postura en el Sáhara Occidental, tal como lo hizo su padre con el Marcha Verde en 1975.

"Solo los regímenes más abyectos trafican con sus propios ciudadanos” para lograr objetivos en política exterior", afirmó el ECFR en un extenso artículo publicado en la web del Centro europeo y redactado por el director de su rama en España, Nacho Tori Blanca.

Según el ECFR, este asunto no es nada nuevo; La Marcha Verde marroquí en el Sáhara Occidental en noviembre de 1975, tenía el mismo objetivo de imponer un hecho consumado a España después de que Madrid abandonó su antigua colonia y el régimen de Hassan II la ocupó militarmente. 

"Es casi seguro que Marruecos espera que sus acciones en Ceuta eventualmente empujen al gobierno español a cambiar sobre su posición sobre el Sáhara Occidental. De lo contrario, no tiene lógica esta apuesta que dañará severamente las relaciones bilaterales durante mucho tiempo", afirma el autor. 

Sin embargo, el rey Mohamed VI, añade el Ecfr.eu, está cometiendo un triple error de cálculo geostrategico al pensar que puede imitar a su padre con una nueva la Marcha Verde contra España.

Según el extenso análisis, hay tres razones por que demuestran que Marruecos había cometido un error grave en geopolítica:

- Primero, España no es un Estado débil.
La coalición (PSOE /UP) gobernante en el país puede ser frágil internamente, dadas las divisiones entre sus miembros sobre Marruecos y el Sáhara Occidental. Debido a la sensibilidad de las relaciones bilaterales con Rabat, es posible que Madrid no muestra nada en sus declaraciones públicas sobre Marruecos. Pero esto no es 1975.

España no está gobernada por un dictador moribundo. Tampoco enfrenta una transición a la democracia que podría verse amenazada por una guerra colonial. Por lo tanto, independientemente de si España tiene razón al no informar a Marruecos de la acogida del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, no hay justificación para que Rabat responde así poniendo en peligro la vida de miles de sus ciudadanos.

- El segundo error que cometió Rabat, que puede resultar contraproducente, es que los inmigrantes ilegales que llegan a Ceuta no son simpatizantes del gobierno marroquí. Su objetivo declarado no es "marroquizar" Ceuta sino, si pueden, hacer que Marruecos se parezca más a España. Dado que esto es imposible, aspiran a una vida mejor.

"Lamentablemente, Mohamed VI gobierna un país sin futuro y sin trabajo para sus jóvenes, por lo que no es el orgullo de ser marroquí lo que impulsa a la gente a ir a Ceuta, sino el fracaso de las élites marroquíes. Cuando esta aventura termine y miles de personas regresen a Marruecos, dirigirán su resentimiento contra su rey, no contra el gobierno español.

En cuanto a la tercera razón, según el artículo del Consejo Europeo de Exteriores, el tercer error que cometió Marruecos es no reconocer que España no está sola. En 1975, España estaba sola, incluso al renunciar a su colonia y defender el derecho internacional, lo que le habría obligado a entregar el control del territorio a las Naciones Unidas.

Según el Consejo, hoy España es parte de la Unión Europea (UE) que sus estados miembros - Francia primero, incluso si no está de acuerdo con España respecto al Sáhara Occidental, no aceptarán la extorsión de la inmigración, especialmente si el país usa la inmigración como una herramienta de coerción, fortaleciendo así a la extrema derecha derecha en el continente.

"Rabat debería escuchar atentamente las declaraciones emitidas por las instituciones de la Unión Europea en las que expresan su solidaridad con España y recordando que las fronteras de Ceuta pertenecen a toda Europa", asevera el Consejo Europeo.

En este sentido, el centro europeo afirmó que es posible una solución diplomática al conflicto del Sáhara Occidental, que pueda preservar los intereses fundamentales de cada parte y cumplir el derecho del pueblo saharaui a la libre determinación de una manera compatible con el derecho internacional y el realismo político. Pero esto aún requerirá que ambas partes hagan concesiones para obtener lo que quieren.

Para el Frente Polisario, esto significa delegar algo de autoridad en Marruecos a cambio de poner fin a la ocupación marroquí y lograr el autogobierno saharaui. Para Marruecos, esto significa aceptar el Sáhara Occidental como un territorio autónomo separado a cambio de una participación reconocida internacionalmente en su futuro. Estas compensaciones permitirían a los saharauis y marroquíes beneficiarse de una mayor prosperidad económica, integración regional y vínculos más estrechos con la UE.

Nada de esto puede suceder en un vacío internacional. El Consejo de Seguridad de la ONU, la UE y sus respectivos miembros tienen la capacidad de dar forma a este futuro mediante el despliegue de la combinación adecuada de incentivos y desincentivos. Pocas capitales europeas consideran al Sáhara Occidental como una prioridad de su política exterior. Sin embargo, en un momento en el que el conflicto puede empeorar repentinamente con posibles implicaciones más amplias para el noroeste de África y Europa, ha llegado el momento de renovar la atención internacional.

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