El presidente saharaui pronto abandonará España tras curarse de Covid-19.


Por Sidi Maatala /ECS 

Madrid (ECS). - El presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y secretario general del Frente Polisario, Brahim Ghali, se encuentra al final de su convalecencia en el hospital San Pedro de Logroño.

Según fuentes oficiales saharauis, citadas por la agencia argelina de noticias APS, aseguró el domingo que el estado de salud de Brahim Ghali es "estable" y que "se está recuperando favorablemente", y subrayaron que dejó la unidad de cuidados intensivos (UCI) hace unos días.

El presidente Ghali había sido trasladado al complejo hospitalario de San Pedro de Logroño para completar el protocolo de tratamiento tras contraer Covid-19.

Las autoridades marroquíes habían lanzado una campaña hostil contra España acusándola de haber permitido la entrada en su territorio al presidente saharaui con un pasaporte falso, acusaciones sin fundamento que llegaban hasta la publicación por parte de los servicios de inteligencia marroquíes de un pasaporte falso retocado con Photoshop.

La ministra de Exteriores de España, Arancha González Laya, ha vuelto a desmentir las afirmaciones y falsedades del régimen marroquí, encaminadas a dañar la imagen de los símbolos políticos de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), afirmando que el presidente saharaui no llegó a España con pasaporte falsificado, según RTVE. 

En su reacción más reciente, fuentes de la Cancillería española dijeron este viernes a la agencia Europe Press que el Secretario General del Frente Polisario, Brahim Ghali, no entró en territorio español con un pasaporte falso y aseguraron que viajaba con su pasaporte y su identidad que cumple "los requisitos ordinarios".

Marruecos lidera una campaña de provocación y chantaje contra España para dañar la causa saharaui y empujar a Madrid a adoptar una posición en el Sáhara Occidental contraria a la legitimidad internacional, en el sentido que la ministra española de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya ha señalado que "esta posición no puede cambiar un ápice porque España es un país que respete la legalidad internacional".

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