Nuevas declaraciones de Bourita revelan que el enojo marroquí con España por acoger a Ghali solo fue una excusa para inducir las tensiones en el marco de una estrategia de presión.


Sidi Maatala.

ECS. Madrid. | El ministro de asuntos exteriores marroquí, Nasser Bourita, ha realizado una nueva declaraciones referentes a la crisis diplomática que tiene lugar entre España y Marruecos, destacando que España debe tomar posición sobre el Sáhara Occidental, en un claro guiño al rechazo del estado español del reconocimiento ilegal que hizo Trump otorgando la soberanía del Sáhara Occidental a Marruecos. 

El comunicado decía lo siguiente:

''En primer lugar, la comparecencia del llamado Ghali confirma lo dicho por Marruecos desde el principio: España acogió, a sabiendas, a su territorio, de forma fraudulenta y oculta, a una persona procesada por los tribunales españoles por denuncias presentadas por las víctimas de nacionalidad española por actos cometidos parcialmente en suelo español. Esto demuestra el verdadero rostro del Polisario, encarnado por un líder que ha cometido crímenes atroces, que viola, tortura, burla los derechos humanos y patrocina actos terroristas.''

''Esta comparecencia constituye, por tanto, el inicio de un primer reconocimiento de los derechos de las víctimas y de la responsabilidad penal de este individuo. También es la primera vez que la justicia española convoca a este responsable y le opone denuncias por delitos graves.''

''Estas son solo las quejas que han salido a la luz. ¿Y todos los niños, mujeres y hombres que sufren los horrores del Polisario? Diariamente se infligen tratos inhumanos a la población de Tinduf.''

Tras dos semanas de cruce de declaraciones de varios ministros españoles y europeos, Marruecos rompe su silencio a un día de que el presidente saharaui, Brahim Ghali, declare ante la Justicia española tal y como pidió desde el hospital de San Pedro (Logroño) donde se encuentra ingresado. El comunicado constó de cuatro puntos en los que se dedicó a desacreditar al Frente Polisario y a su líder, generalizando la acusación a todo el pueblo saharaui y subrayando que la crisis va más allá de la acogida humanitaria a Ghali.

Bourita confirmó lo que muchos analistas y expertos recalcaban desde el principio de la crisis, que es que la acogida de Brahim Ghali en el estado español se usó para inducir las tensiones y presionar a España en el marco de una estrategia mayor que tiene como objetivo conseguir la aceptación del reconocimiento de Trump, que hasta la fecha, no goza de ningún apoyo, ni siquiera del país cuyo ex presidente anunció.

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