Salem Mohamed.
ECS. Madrid. | Desde la llegada al poder del presidente Abdelmajid Tebboune, Argelia ha desplegado su peso diplomático en el continente africano para compensar una ausencia que duró casi dos décadas. Sabri Boukadoum, actual Ministro de Exteriores y veterano de las relaciones internacionales, pilota la estrategia argelina para reforzar su presencia en mitad de una coyuntura política marcada por las pugnas con Marruecos para configurar la región del Magreb.
Para quien sigue de cerca los cambios políticos y económicos del país norteafricano, es patente notar que Argelia está llevando a cabo una audaz política diplomática en el terreno continental con el objetivo de enmendar el vacío de poder que sus oponentes explotaron durante veinte años y que puede volverse en su contra.
El pasado febrero de 2020 durante la 33º Cumbre de UA, los jefes de Estado africanos recibieron al presidente Abdelmajid Tebboune, siendo la primera vez después de 11 años que un presidente argelino participaba en dicha cumbre. Durante la misma, como no pudo ser de otra manera, los líderes preguntaron directamente a Tebboune sobre el porqué de la sonada ausencia de Argelia a lo largo de estos años de las reuniones de jefes de Estado y de gobierno. Lo que llamó la atención de Tebboune, sobre todo, por la falta de voz argelina en muchos temas continentales e internacionales.
Argelia, considerada como la “Meca de los Revolucionarios” por haber iniciado el proceso de descolonización de África, que, si bien se ha materializado en su totalidad en un pasado no muy lejano, aún queda pendiente el estado saharaui. Cuestión que Argelia no titubea con ella, manteniendo una posición constante e inamovible desde 1975, en línea con el derecho internacional que insta a la libre determinación del pueblo saharaui.
Argelia ha contribuido activamente a través de sus intervenciones en la solución de crisis políticas tanto en África como en Oriente Medio. Sus últimos casos de éxito están en contribuir a construir la paz en Libia, Mali y Níger, entre otras. Por otra parte, desde que se reiniciaron las hostilidades armadas en el Sáhara Occidental, Argel ha llevado la cuestión de descolonización del Sáhara hacia todas partes y reuniones.
Argelia apuesta por África y trata de revitalizar y redesplegar todo su aparato diplomático para volver a tejer sólidas relaciones, defender sus intereses y desempeñar roles de liderazgo en el Magreb y el Sahel, convertidas en tareas prioritarias al estar vinculadas con la estabilidad nacional e intereses geoestratégicos.
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