España satisfecha con la decisión de EE.UU de no realizar maniobras militares en el Sáhara Occidental.

Por Lehbib Abdelhay/ECS

Madrid (ECS).- En medio de una crisis diplomática sin precedentes entre España y Marruecos, sin interlocución entre los ministerios de Exteriores y con el diálogo circunscrito a cuestiones técnicas, el Gobierno de Pedro Sánchez ve con alivio que las maniobras militares conjuntas de Estados Unidos y Marruecos, que comenzaron ayer en territorio marroquí, no pisan el Sáhara Occidental. En el Ejecutivo lo interpretan como la señal de que Joe Biden enfría el reconocimiento a la soberanía marroquí sobre el territorio anunciada por Donald Trump en sus últimos días de mandato en la Casa Blanca, infoma El Mundo.

La decisión del Pentágono para despejar dudas sobre el lugar de las maniobras del "African Lion 2021" publicando en 24 horas dos comunicados, fue acogida en Madrid con alivio y se interpreta como la señal de que la administración norteamericana finalmente congela el reconocimiento a la soberanía marroquí sobre la antigua colonia española.

Tras la llegada a la Casa Blanca de Joe Biden el 20 de enero, el Pentágono ha modificado un poco el escenario de las maniobras del "African Lion 2021 para que no incluyen el Sáhara Occidental", según indican fuentes diplomáticas a El Confidencial. Aun así, Biden permanece en una cierta indefinición de la que deberá salir en pocos meses, cuando el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas examine en octubre la situación en el Sáhara Occidental para la renovación del mandato de la MINURSO.

Las maniobras militares, en las que participarán Marruecos, Estados Unidos y otros siete países, no se celebrarán en el Sáhara Occidental. Así los ha afirmado en un segundo comunicado difundido este lunes por el Mando Militar de EE.UU para África (Africom) tratando de aclarar las especulaciones aparecidas esta semana en algunos medios de comunicación y avivadas por el propio gobierno marroquí, quien afirmó esta misma semana que parte de los ejercicios se celebrarían en la antigua colonia española, un gesto que supondría, según el primer ministro marroquí, "la culminación del reconocimiento estadounidense de la marroquinidad del Sáhara". Esas informaciones han sido categóricamente negadas por la administración norteamericana.

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