Estados Unidos pone fin al sueño expansionista de Marruecos en el Sáhara Occidental desterrando la declaración de Trump, el consulado fantasma y los drones.



Lehbib Abdelhay. 

ECS. Washington. |  - La nueva administración de EE.UU dio un giro respecto a la decisión de Donald Trump en el Sáhara Occidental, el portavoz del secretario de Estado de Estados Unidos, Ned Price, ha declarado este miércoles que "existen unas diferencias muy importantes y profundas" hacia la región del Magreb respecto a las políticas de la Administración actual en comparación con las del expresidente, Donald Trump, en lo que incluye, de forma general, al Sáhara Occidental.

“Respecto al Sáhara Occidental, es un tema que estamos discutiendo directamente con nuestros interlocutores y actores implicadas, España y la región”, señaló Price en un briefing en la sede del Departamento de Estado en Washington. En estos momentos, se están produciendo “consultas privadas entre las partes sobre cómo frenar la violencia y llegar a a una solución duradera”, señaló en aparente alusión a la situación en el Sáhara Occidental tras el estallido de la guerra entre el Frente Polisario y Marruecos.

Al ser preguntado sobre la posición de Estados Unidos con respecto a Marruecos y el Sáhara Occidental, Price ha explicado que se encuentran "directamente" discutiendo con las partes implicadas y otros actores de la región. "En términos más generales, hay muy poca continuidad, creo que es seguro decirlo, en lo que respecta a nuestro enfoque de la región", ha aclarado, especificando que, "no hay nada que anunciar sobre este asunto" de forma concreta.

“Hay algunas diferencias importantes y muy profundas” entre la anterior administración y “lo que hemos hecho nosotros” en la región, replicó Price en declaraciones a La Vanguardia, que expresó su incomodidad con el relato de que su administración ha optado por dar continuidad total a las decisiones adoptadas por Trump en Oriente Medio.

Ante estos acontencimientos favorables, el presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez, ha concretado una cita con el presidente norteamericano Joe Biden. Desde que el nuevo inquilino de la Casa Blanca asumió el cargo el 20 de enero, no ha habido ninguna conversación entre él y Sánchez. La reunión se producirá el próximo lunes en vísperas de la reunión de la cumbre de la OTAN que se celebrará en Bruselas. Este encuentro coincide con las primeras declaraciones oficiales de la Administración Biden sobre la situación del Sáhara Occidental para marcar distancias con las políticas llevadas a cabo por Donald Trump en la región.

El ex presidente de Estados Unidos ha anunciado el jueves 10 de diciembre de 2020 que ha firmado una proclamación que reconoce la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental, como parte de un acuerdo por el que Marruecos e Israel normalizarán sus relaciones diplomáticas. El controvertido anuncio de Trump ha sido para Rabat un incentivo para presionar, sin éxito, a otros países e intentar que se desmarquen de la posición tradicional que mantiene España y toda la UE de apoyo a una negociación liderada por Naciones Unidas.

El reconocimiento de Trump de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental tras décadas de conflicto se produjo a poco más de cuatro semanas para que el presidente abandone el cargo y se ha sellado durante una llamada telefónica entre el mandatario estadounidense y el rey de Marruecos, Mohamed VI, que lo ha calificado de "posición histórica".

El consulado "fantasma" de Estados Unidos en Dajla ocupada; cedido, cerrado y abandonado.

Durante los últimos días del ignominioso mandato presidencial de Trump, Marruecos accedió a firmar un acuerdo con su administración en el que Rabat normalizaría las relaciones con el estado sionista a cambio del reconocimiento estadounidense de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental. Un acuerdo  trilateral que posteriormente dio lugar a la apertura de un consulado tras la concesión  de un edificio de la administración local por parte de las autoridades de ocupación marroquí, en particular el primer distrito de la ciudad de Dajla en el Sáhara Occidental ocupado por Marruecos.

Con una pancarta que hablaba de las relaciones históricas de los dos países y la bandera estadounidense izada en el edificio marroquí, la ceremonia inaugural fue descrita con pompa por los medios de comunicación y la prensa marroquí como una victoria considerada incomparable.

Sin embargo, el reconocimiento de la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental no ha sido ratificado por el Congreso de los Estados Unidos, y la nueva administración del presidente Biden hasta ahora ha evitado hablar de ello.

En consecuencia y ante la ambigüedad de la posición de la nueva administración estadounidense, y por temor a provocar la ira de sus nuevos líderes que están liderando una revisión global de las decisiones de Trump, incluidas las tomadas en sus últimos días, Marruecos ha bajado la bandera estadounidense colocada en el edificio, ha retirado el panel colocado en la entrada y ha cerrado las puertas del tan ansiado consulado en el territorio que ocupa. 

No obstante, una fuerza policial marroquí sigue en su lugar rodeando el consulado fantasma de Estados Unidos del que, al parecer, la nueva administración estadounidense no va a inaugurar. 

Cabe recordar que las decisiones que tomó Trump en los últimos días de su mandato presidencial, que van en contra de la ley y la legalidad internacional, están sujetas a un estrecho escrutinio y por tanto pueden ser revertidas.

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