Los marroquíes residentes en el extranjero son las primeras víctimas de la crisis diplomática entre España y Marruecos.


Los marroquíes residentes en el extranjero son las primeras víctimas de las políticas del régimen de Mohamed VI. 

Redacción La Croix | ECS 

Madrid (ECS). - Los "MRE", los marroquíes residentes en el extranjero, son las primeras víctimas de la crisis diplomática entre Marruecos y España. El Reino ha suspendido por segundo año consecutivo la "Operación Paso Estrecho" con España que tradicionalmente a través del cual, millones de marroquíes cruzan a su país durante el verano.

La operación "Paso Estrecho 2021" conocida en Marruecos como "Marhaba 2021" ("Bienvenida") fue suspendida. Cerca de tres millones de marroquíes residentes en el extranjero (conocidos como “MRE”) regresan a su país de origen cada año durante la temporada estival, principalmente a través del Estrecho de Gibraltar entre los puertos del sur de España y los del norte de Marruecos.

Sin embargo, debido a la pandemia de Covid-19, estos enlaces marítimos se habían interrumpido en 2020. Pero para este año se suspendieron a causa de la crisis diplomática entre Marruecos y España. Madrid, por su parte, tiene previsto reabrir sus fronteras a los viajeros procedentes de Marruecos a partir del 1 de julio.

Marruecos, laboratorio de nuevas políticas migratorias europeas

El 6 de junio, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Marruecos anunció en un comunicado de prensa que el regreso de los MRE como parte de la Operación Marhaba 2021 sería "desde los mismos puntos de tránsito marítimo que el año pasado", es decir, los puertos franceses de Sète y Marsella, Italia desde Génova y portugués de Portimao. Una medida que obliga a los marroquíes comparar un billete en avión o hacer travesías marítimas más largas y caras. Además, según el diario español El País, 13.000 temporeros marroquíes se encuentran varados en el sur de la península.

Menos de 50.000 pasajeros lograr viajar a Marruecos durante el año pasado. El primer barco con 800 pasajeros a bordo salió de Sète (Francia) el 16 de junio, con destino a Tanger Med. El Ministerio de Transporte marroquí espera unos 650.000 MRE este año entre el 15 de junio y el 15 de septiembre, es decir, de cuatro a cinco veces menos que un año ordinario.

Entre Marruecos y España, una crisis diplomática y territorial. 

Así, la crisis entre Marruecos y España sigue agravándose. Esta crisis comenzó después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconociera al final de su mandato en diciembre del año pasado la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental (a cambio de establecer las relaciones entre Marruecos e Israel), un territorio ocupado por Marruecos desde 1975.

Rabat, que reivindica el territorio como suyo, aspiraba entonces a una cascada de reconocimiento, en particular de Madrid, su primer socio. Fue primero con Alemania que las relaciones se deterioraron después de que Berlín reaccionó negativamente a la decisión de Donald Trump. Rabat luego suspendió las relaciones diplomáticas con Berlín en marzo, debido a "profundos malentendidos" sobre "cuestiones fundamentales".

"Instrumentalización política". 

Entonces estalló realmente la crisis con Madrid tras la discreta hospitalización del líder saharaui Brahim Ghali en España en abril. Y se intensificó entre los dos países después de que Marruecos relajó su vigilancia fronteriza, dejando a unos 10.000 marroquíes, incluidos 2.000 menores, cruzar para llegar al enclave español de Ceuta en el norte de África a mediados de mayo.

El Parlamento Europeo condenó esta “instrumentalización política” en una resolución adoptada el 10 de junio. Los eurodiputados rechazaron así "el uso de controles fronterizos y la migración por parte de Marruecos, especialmente de menores no acompañados, como medio de presión política sobre un Estado miembro de la Unión". La cancillería marroquí reaccionó con fuerza al día siguiente a estos "intentos de europeizar" la crisis que "en ningún caso modificó su carácter puramente bilateral, sus causas fundamentales y la probada responsabilidad de España en su desencadenamiento".

Afluencia de inmigrantes en Ceuta y Melilla: ¿qué están haciendo estos dos enclaves españoles en territorio marroquí?

La propia España ya no tiene la intención de quedarse a la expectativa en este conflicto. Según El País, el gobierno español prevé reforzar su presencia en los enclaves de Ceuta y Melilla y solicitar la cooperación in situ de la agencia europea Frontex para demostrar claramente que "las dos ciudades autónomas constituyen la frontera exterior de la Unión Europea". El gobierno de Madrid cree que "Rabat ha ido demasiado lejos, tanto en Ceuta como en la reciente disputa con Alemania", informa el diario madrileño. La Croix 

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