Marruecos; diplomacia anacrónica - consulados fantasma.


Marruecos quiso apostar por el “método Kushner” llevado a cabo en Israel, esta fórmula prometía legitimar la ocupación y cerrar casi de pleno el capítulo de la disputa sobre el territorio del Sáhara Occidental. 

Por Taleb Alisalem /ECS 

Ocultar la guerra 

Madrid (ECS).-A mediados de noviembre del pasado año la noticia del regreso a la lucha armada sacudía treinta años de silencio y calma en el Sáhara Occidental, siento la pólvora el aroma y la guerra el titular. Aun siendo el Reino de Marruecos quien dio el Paso de romper el acuerdo de alto al fuego firmado con el Frente Polisario en el año 1991, y aún habiendo la Republica Saharaui declarado abiertamente la guerra, Marruecos apostó por negar la existencia de cualquier enfrentamiento.

Recurrió al covid 19, o a las “picaduras de escorpiones” para justificar la muerte de decenas de sus soldados caídos en batalla o víctimas de algún bombardeo del ejército popular saharaui. También recurrió al veto y típico bloqueo informativo, no solo en sus medios, sino también en los medios internacionales, siempre previo pago.

A pesar de todo ello, y sabiendo que no se puede tapar el sol con un dedo, esta estrategia fue arroyada por los acontecimientos, las batallas se fueron intensificando y las pérdidas, en ambos bandos, se fueron acumulando, por lo cual al Reino Alauí no le quedó más remedio que usar su artillería más pesada en forma de aviones no tripulados que usó en más de una ocasión en sus operaciones contra el ejército saharaui a lo largo de todo el Sáhara Occidental. La guerra es una realidad innegable y hasta el momento, Marruecos no sabe cómo actuar o enfrentarse a este nuevo acontecimiento que amenaza no sólo la seguridad de Marruecos como estado, o la estabilidad de su economía o monarquia, sino que afecta directamente a todos los esfuerzos del Majzen por legitimar su ocupación al Sáhara Occidental. 

Hasta el momento, el gobierno marroquí ha ido dando palos de ciego respecto a este asunto, dejando entre ver un claro nerviosismo de quien sabe que tiene los días contados.

Diplomacia anacrónica - consulados fantasma.

Marruecos quiso apostar por el “método Kushner” llevado a cabo en Israel, esta fórmula prometía legitimar la ocupación y cerrar casi de pleno el capítulo de la disputa sobre el territorio del Sáhara Occidental. 

La apertura de consulados en suelo saharaui y con bandera y promoción marroquí fue una apuesta que no solo le ha costado grandes sumas de dinero al Reino marroquí, ya que tuvo que pagar a una decena de países tercermundistas y con graves problemas financieros para que accedieran a saltarse la legalidad internacional y formalicen su presencia consular en el Sáhara Occidental reconociéndolo así como suelo Marroquí, sino que también le ha costado al reino su credibilidad frente a la opinión pública marroquí y arabe, al renunciar de forma clara a la tan aclamada causa palestina para reconocer a Israel como estado de pleno derecho y lograr así que un derrotado y saliente Trump reconociese, siempre a través de twitter, la soberanía de Marruecos sobre los territorios saharauis.

Marruecos suponía que con el reconocimiento de Trump se iniciaría una avalancha de reconocimientos y para ello Boureta preparaba sus tijeras para inaugurar las decenas de consulados que vendrían, como trump, a reconocer su soberanía sobre el Sáhara y asi darle a Mohamed VI la soberanía que siempre soñó, la soberanía que nunca tuvo. 

Para desgracia del reino, esto nunca fue así, el reconocimiento de un Trump derrotado y perseguido por la justicia de su país, a penas tuvo afecto legal, EEUU congeló esta decisión y rápidamente dejo claro que su posición respecto al Sáhara Occidental siempre irá ligada a las Naciones Unidas y su apoyo, siempre será a los esfuerzos de la ONU, y su misión en el Sáhara Occidental. Recordemos que los esfuerzos de la ONU siempre ha ido en la dirección de realizar un referéndum de autodeterminación, y que su misión, tiene como único objetivo, la realización de este referéndum, por lo cual EEUU no solo se retractaba del reconocimiento que tanto le había costado al reino marroquí conseguir, sino que mostraba una postura clara en apoyo al referéndum. 

Fracaso y desolación 

Marruecos se ha visto completamente acorralado, por un lado, la legalidad internacional condena su presencia en el Sáhara Occidental y la califica de ocupación ilegal, por otro lado, un enfrentamiento armado que hostiga a sus Fuerzas Armadas de forma diaria y que amenaza seriamente su presencia en el territorio saharaui. 

La apertura de consulados no solo se había paralizado, sino que algunos países de la decena que habían abierto consulados en suelo saharaui, comenzaban a retractarse y cerrar de forma oficial estas oficinas fantasma. Una bofetada en toda regla a la diplomacia marroquí que tanto se había esforzado.

Por su lado, la Unión Europea se mantiene en su posición clásica, apoyo a las Naciones Unidas en lo que respecta al Sáhara Occidental y como novedad, un reconocimiento, nunca antes visto, del Frente Polisario como único y legítimo representante del pueblo saharaui, otro duro golpe que Marruecos sigue sin saber encajar, la pataleta del enfado por este echo, le llevó a cortar relaciones con Alemania, ignorando por completo esta última, las rabietas infantiles de un estado que no se cansa de hacer el ridiculo. 

Sentencia y jaque-mate

En contra de todo pronóstico que la diplomacia marroquí haya podido augurar, sin duda esto no es lo que se esperaban, y para colmo y desgracia del Majzen la Unión Africana entraba en línea y pisando fuerte, sentenciando que es de suma urgencia unas negociaciones entre los dos estados enfrentados, la Republica Saharaui y el Reino de Marruecos, dejando claro una vez más, que su reconocimiento al estado saharaui es inamovible y que su apoyo a la soberanía del pueblo saharaui sobre sus tierras ocupadas, es indiscutible. 

Completamente hundido, en estos momentos el régimen marroquí se encuentra enfrentado a las Naciones Unidas, enrabietado con la Unión Europea e ignorando a la Unión Africana. 

Su enemistad con sus vecinos aumenta cada día más, sus continuos ataques mediáticos y políticos hacia Argelia y Mauritania no hacen más que alimentar una enemistad que se palpa cada vez más, arrinconando a un Marruecos completamente podrido por dentro estallando en protestas populares dia si y día también. 

Todo esto sin duda, es un claro indicio de una inminente derrota del régimen ocupante marroquí.

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