Noruega exige proteger los DD.HH en el Sáhara Occidental ocupado mientras propicia la ocupación militar exportando gas desde las zonas ocupadas.

Sidi Maatala.

ECS. Oslo. | En el día de ayer, la ministra de Relaciones Exteriores de Noruega, Ine Eriksen Soereide, reafirmó la posición de su país de apoyo al Sáhara Occidental: "Nuestra posición es coherente, bien conocida por todos y defendida en el Consejo de Seguridad de la ONU. La jefa de diplomacia noruega explicó que su país está comprometido con la defensa de una solución que garantice el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación.

Si bien es una posición retórica que se ha mantenido inamovible, lo cierto es que la realidad sobre el terreno es diferente, pues Noruega, a través de la estatal energética Equinor y la multinacional Epic Gas, realizaron exportaciones de toneladas de gas ilegales desde los territorios ocupados del Sáhara Occidental. Una actitud que, además de violar el derecho internacional y las resoluciones del Tribunal de Justicia Europeo, propicia la continuidad de la ocupación militar marroquí con la subsecuente represión y violación de derechos humanos que pide detener o al menos, supervisar.

Durante su comparecencia, la canciller noruega reveló que durante la última reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el Sáhara Occidental, su país expresó su preocupación por la situación en las zonas ocupadas del Sáhara Occidental, pidiendo la cooperación con todos los mecanismos para monitorear la situación de los derechos humanos.

Eriksen Soereide aseguró que la posición de Noruega es clara, ya que apoya la concesión de un mandato a todas las operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas para vigilar los derechos humanos. En el mismo sentido, la semana pasada, el diputado noruego Freddy Andre Ovestegaard pidió al gobierno de su país que tome iniciativas urgentes dentro del Consejo de Seguridad de la ONU con el objetivo de proteger al pueblo saharaui en los territorios ocupados.

Sin embargo su actitud de principios y respeto a los derechos humanos se disipa cuando se trata de temas económicos para la misma cuestión. Una actitud en clara contradicción con sus exigencias en el plano político.

Cabe destacar que según Index Mundi, un importante importador y consumidor de gas butano, denunció que: "una gran parte de este gas se utiliza para impulsar la maquinaria de la ocupación en el Sáhara Occidental, apoyando a la infraestructura y las industrias de la ocupación ilegal del Sahara Occidental.''

Si bien es cierto que la presión popular y la prensa noruega logró en su momento que el transportador ''Eco Invictus'' cese de su actividad en el Sáhara Occidental tras las protestas de la sociedad civil. Por su parte, el gigante estatal Equinor también lamentó el envío y se comprometió a no hacerlo de nuevo. A esto le siguió la empresa DNV GL, que suspendió sus labores en el Sáhara Occidental el pasado Noviembre, días antes de estallar la guerra. 

La organización WSRW, que monitorea el expolio de los recursos naturales del Sáhara Occidental, precisó que "el gas se envió desde terminales ubicadas exclusivamente en Europa, pero a bordo de petroleros registrados mucho más lejos como Singapur, Malta, Liberia, Islas Marshall y Panamá. También explican que, "las importaciones del norte de Europa fueron una novedad en el 2020 y las de años anteriores, vinieron del sur de Europa.''

Europa sigue siendo el principal socio marroquí en la explotación ilegal de las aguas y riquezas del pueblo saharaui, ya que las leyes comerciales de la Unión Europea prohíben expresamente cualquier propiedad o control extranjero sobre los recursos saharauis, así como el comercio con los productos provenientes de los territorios ocupados, sin embargo estas leyes no disponen de mecanismos que vigilen su estricto cumplimiento.