Mohamed Bujari.
ECS. Madrid. | Antes de ayer, el embajador saharaui y ex primer ministro, Abdelkader Taleb Omar, presentó sus cartas credenciales al presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune, siendo el primer embajador saharaui en hacerlo ante un presidente argelino.
Es sabido que el embajador saharaui ejercía sus actividades de forma intensiva sin presentar sus credenciales, lo que se considera inusual porque ningún embajador puede realizar sus labores antes de presentar sus credenciales de acuerdo con los tratados y leyes que rigen las relaciones diplomáticas.
Entonces, ¿cuál es la verdad de este asunto? ¿Y por qué exactamente ahora? Puntos a tener en cuenta:
1- Aquel que siga de cerca las relaciones entre la República Saharaui y Argelia, evidencia que son relaciones estratégicas y de alianza que han demostrado su solidez a lo largo del tiempo, durante décadas, y por tanto son más importantes que las relaciones normales, que en muchos casos están dominadas por un carácter protocolario y la presencia de embajadas, que en este marco se considera una especie de intercambio para asegurar el seguimiento de los sucesos en un país o región en particular.
2- Desde la declaración de la República Saharaui en 1976, la Embajada saharaui ha jugado un papel destacado, no solo en la coordinación con el aliado argelino, sino también con muchas capitales mundiales, y ha articulado un puente sólido que ha servido de puerta de entrada a la acción diplomática saharaui.
3- Desde aquella época, los embajadores de la República Saharaui se han beneficiado con mucho esmero y han encontrado en el aliado argelino un apoyo permanente y de principios, ya que se distinguieron de otros embajadores extranjeros al tener contacto con todas las autoridades, instituciones, círculos políticos y mediáticos argelinos sin formalidades protocolarias, y esto en parte refleja la fuerte alianza y el apoyo inquebrantable al país de un millón y medio de mártires con la justa lucha del pueblo saharaui.
Por lo tanto, el procedimiento de protocolo que tuvo lugar antes de ayer envía mensajes en varias direcciones:
1- Después de que quedase claro que Marruecos elude sus obligaciones firmadas bajo acuerdo con la parte saharaui y supervisadas por las Naciones Unidas y la Organización de la Unidad Africana en 1991, que estipula la celebración de un referéndum de autodeterminación, y está continuamente trabajando para legitimar la ocupación y firmar pactos comerciales como el firmado con Trump sobre la soberanía, Argelia renovó su respuesta y su posición basada en el hecho de que la soberanía pertenece a la República Saharaui y que nadie puede imponer un hecho consumado, especialmente cuando se extiende a las fronteras internacionales reconocidas y los derechos de los pueblos a la autodeterminación.
2- Este importante hecho se produjo semanas después de la demarcación de la frontera entre los dos países, lo que también es considerado un hecho destacado e histórico no solo en el marco de las relaciones estratégicas, de hermandad, buena vecindad y solidaridad entre los pueblos y países, sino que también incluye un mensaje contundente cuyo significado viene a decir que dañar la soberanía del pueblo saharaui en su tierra y faltar el respeto a las fronteras del estado saharaui, amenaza a todos los países de la región y constituye una agresión contra África y la legitimidad internacional por el peligro que representa para la seguridad de los países y su unidad nacional e integridad territorial.
3- Este es el contexto político e histórico en el que el embajador saharaui presentó sus cartas credenciales al presidente argelino.
En conclusión, no hay duda de que ''protocolizar'' las relaciones entre los dos países y la cooperación estratégica entre ellos es de importancia para quienes siguen y observan el desarrollo de los sucesos políticos y militares en una región que presencia la reanudación de una guerra de agresión contra un pueblo que el mundo reconoce que tiene derecho a la autodeterminación y cuyo Estado tiene el legítimo derecho a la autodefensa.
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