A partir de ahora, el Majzén tendrá que enfrentar la fuerte presión de la comunidad internacional por una solución política en el Sáhara Occidental.
Por Sidi Maatala /ECS
Madrid (ECS).- El terrorismo yihadista, no ha regresado a Marruecos por la falta de la vigilancia ni por el descontento social y la vida precaria de los jóvenes marroquíes, sino por las presiones internacionales en el contencioso del Sáhara Occidental, que inquieta al régimen de Mohamed VI.
Ha sido principalmente España, no Francia, quien ha situado el terrorismo (de Daesh) y la migración clandestina procedente de Marruecos en la agenda justo cuando se está ejerciendo presión diplomática sobre Rabat en relación con el tema del Sáhara Occidental, y justo cuando el Palacio Real está asediado por la Comunidad Internacional, y no es la primera vez. Marruecos, aliado incondicional de la Unión Europea, vuelve a utilizar el terrorismo como arma política en sus momentos más débiles.
En los últimos meses, concretamente el pasado lunes 1 de junio, la agencia oficial de noticias de Marruecos MAP, ha informado de que han sido detenidos en Marruecos dos peligrosos individuos afiliados a "Daesh" y activos cerca de Missour y Taza. La Oficina Central de Investigaciones Judiciales (BCIJ, siglas en francés), dependiente de la Dirección General de Vigilancia del Territorio (DGST), fue la encargada de las detenciones de los individuos de 24 y 37 años. Ambos estaban activos en las aldeas de Tamdafelt (Missour) y Beni Khellad (Taza).
Para consolidar más esa idea, 20 días después, el Departamento de Estado de EE.UU lanza una advertencia a sus ciudadanos a la hora de viajar a Marruecos extremar la precaucion ante alto riesgo de atentados terroristas. Marruecos, a través de su cooperación con EE.UU, ha trasladado a la Casa Blanca esa advertencia para hacer creer su propaganda sobre el fenómeno yihadista en esta época donde su estrategia expansionista en el Sáhara Occidental se está desmoronando.
Cabe resaltar que los grupos terroristas operan muy levemente en Marruecos; operan en Argelia, en Mauritania y en la zona del Sahel, pero no en Marruecos.
Rabat hace tiempo que asegura haber inmovilizado a inminentes figuras de DAESH (ISIS), aunque siempre ha rehusado cooperar con los países de la región en la lucha contra el terrorismo. La ONU, el Banco Central de Francia y otras organizaciones acusan a Marruecos de refugiar a miembros terroristas y no colabora con los países de la región.
Rabat utiliza este fenómeno (el terrorismo) como un arma política para el chanjate al igual que la inmigración ilegal al permitir a los inmigrantes ingresar [a España] por Ceuta y Melilla, o que pasen libres a Canarias, o incluso la libertad absoluta del tráfico de drogas, del cual Marruecos es el principal proveedor de Europa en el tema hachís, por ejemplo.
La decisión de Trump de reconocer la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental ya tiene sus consecuencias, de acuerdo al analista Jofre Leal en RT, "Argelia y los países europeos han definido que la decisión de Trump representa un peligro para la seguridad y la estabilidad en la región norteafricana y Europa. En este contexto volátil, países europeos como Alemania, España y los países escandinavos respaldan aplicar las resoluciones de las Naciones Unidas como la única opción para la autodeterminación del pueblo del Sáhara Occidental.
A parte de más países en esos meses, destacan las posiciones adoptadas por Reino Unido y Alemania en apoyo a las resoluciones de la ONU que dictan la descolonización del territorio y la celebración de un referéndum de autodeterminación. Y más recientemente llegó un knockout político por parte de la Unión Europea, a través de la Eurocámara, quien condenó el uso por parte de Marruecos de los menores durante la crisis de Ceuta.
Esto ya resuena como una victoria para el Frente Polisario, sabiendo que Rabat rechazó categóricamente cualquier participación en cualquier negociaciones con el Frente Polisario fuera de su marco de autonomía avanzada para la región. El ascenso meteórico de fuerzas políticas en Europa ha contribuido en gran medida a los europeos a revisar su posición.
La fuerte posición de un bloque europeo liderado por la canciller alemana, Angela Merkel, sobre la resolución del conflicto, debería hacer rechinar los dientes en Rabat. Y por una buena razón, estos países nunca han ocultado su apoyo al pueblo saharaui y su representante legítimo el Frente Polisario.
Por último, el Frente Polisario, en palabras del delegado saharaui Abdulah Arabi, continúa pidiendo al gobierno de España que se implique más, y asuma su responsabilidad histórica y jurídica en el Sáhara Occidental. Cabe destacar que después de la decisión de Trump sobre el reconocimiento del Sáhara Occidental como un territorio marroquí, ha llevado a Madrid ha suavizado su posición y está mostrando su apoyo a una solución negociada por la ONU.
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