Floris van Straaten y Salem Abdelhay.
El Polisario no contempla rendirse.
ECS. Rabuni. | Después de casi medio siglo de lucha y resistencia pacífica para lograr un estado independiente en el Sáhara Occidental, Mohamed Salem Ould Salek, ministro de Relaciones Exteriores de la República Saharaui desde 1998, mira sorprendentemente alegre a la cámara y comenta: ''Sabes, lo más hermoso de la vida es luchar por una causa justa y por la libertad'', dijo vía Skype desde los campamentos de refugiados saharauis en el desierto al oeste de Argelia, donde la RASD mantiene el gobierno en el exilio.
Los acontecimientos recientes ofrecen a Salek y a los aproximadamente más de 170.000 refugiados saharauis en Argelia un nuevo paradigma. En los últimos meses, la batalla con Marruecos, que ocupa la mayor parte del Sáhara Occidental con más de medio millón de habitantes desde mediados de la década de 1970, ha vuelto a estallar. Además, a finales del año pasado, el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció ilegal e inesperadamente la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental a cambio de la formalización marroquí con Israel, un giro que sumió a Marruecos en el más absoluto rechazo y confrontación política, y elevó la descolonización del Sáhara Occidental a la cima de la prensa internacional.
Salek, sin embargo, a pesar de que EE.UU se ha desligado del enfoque de Trump, espera que Joe Biden, revoque formalmente esta decisión. "El Departamento de Estado de Estados Unidos ha dicho que todavía está analizando el asunto", dijo. ''El Pentágono también se ha negado recientemente a participar en ejercicios en el Sáhara Occidental durante unas maniobras militares conjuntas con Marruecos, a pesar de que Marruecos ha hecho todo lo posible para que lo hagan.''
Intereses económicos.
También es alentador para la República Saharaui que los países de la Unión Europea continúen rechazando los reclamos marroquíes sobre el Sáhara Occidental.
Salek: ''Los europeos siguen diciendo que se ajustan a la posición de las Naciones Unidas, ¿y qué dicen? Que es una cuestión de descolonización y que la solución está en el ejercicio del derecho a la autodeterminación por parte del pueblo del Sáhara Occidental''. Según un acuerdo de paz de 1991 firmado entre ambas partes en conflicto y que nunca se implementó, este último tendría que hacerse mediante referéndum.
Pero la solidaridad europea con la RASD y el Sáhara Occidental tiene sus límites, sobre todo si implica sacrificios económicos. Salek recuerda una sentencia de 2018 del Tribunal de Justicia de la Unión Europea en Luxemburgo en la que sentenciaba tajantemente que los Estados miembros no pueden importar productos de Marruecos que provengan de los territorios ocupados del Sáhara Occidental. Se trata principalmente de la importación de fosfatos, que se utilizan para fertilizantes y de los que el Sáhara Occidental tiene grandes reservas. También se refiere a los caladeros de la costa. Pero los países europeos prestan poca atención a tales decisiones judiciales en sus relaciones económicas con Marruecos, "La Unión Europea debe dejar de hacer eso, es contrario a la opinión de la Corte Europea." dijo el canciller saharaui.
El jefe de la diplomacia también recuerda las decisiones del derecho internacional, como por ejemplo la de un juez español que dictaminó en 2015 que 11 ex funcionarios marroquíes deberían ser juzgados por cargos de genocidio y tortura en el Sáhara Occidental. ''Marruecos continúa cometiendo graves violaciones de derechos humanos; la gente está desapareciendo y se están cometiendo crímenes de guerra.''
Violaciones de derechos humanos.
Salek, por otro lado, no menciona que el propio Polisario a menudo ha sido acusado de violaciones de derechos humanos, especialmente contra prisioneros de guerra marroquíes. Durante la reciente estancia hospitalaria de Ghali en España, individuos y asociaciones de dudosa parcialidad intentaron sin éxito llevar al presidente de la República Saharaui, de 72 años, a los tribunales por cargos de asesinato, tortura e incluso genocidio. El juez español consideró finalmente que más allá de las acusaciones, los demandantes no habían presentado ni una sola prueba incriminatoria.
Los residentes más jóvenes del Sáhara Occidental, en particular, se dan cuenta de que no ganarán la batalla con Marruecos a través de los cauces diplomáticos, con solo el derecho internacional de su lado. "La gente, especialmente los jóvenes, está frustrada porque la ONU no quiso obligar a Marruecos a cumplir sus compromisos", admite Salek. ''Ven que Marruecos sigue una política de saqueos y violaciones de derechos humanos. Esto significa que los jóvenes ahora están hablando de reanudar la guerra.''
Con unos recursos limitados, ¿tiene el Frente Polisario alguna posibilidad de ganar la batalla por la independencia? Sí, dice Salek: ''En todas las guerras de independencia nunca ha habido igualdad de armamentos entre el poder colonial y la población. Los marroquíes pueden ser más numerosos y superiores militarmente, pero el factor determinante es siempre la determinación de la población.''
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