Un joven saharaui de 25 años, el último en sumarse a la lista de roja de víctimas de minas marroquíes sembradas en el Sáhara Occidental.
Sidi Maatala.
ECS. Smara ocupada. | Una explosión de una mina este fin de semana, ocurrida en el mediodía del pasado sábado 10 de Julio, en una zona conocida como Chdeiriya, ubicada en la provincia de Smara ocupada, causó heridas graves a un joven saharaui de 25 años edad, según informa la prensa local y activistas de la zona.
El joven resultó herido grave después de que su vehículo accionara una mina antitanque sembrada por el ejército marroquí durante la guerra del Sáhara en los años ochenta, según sostuvieron testigos citados por la misma fuente. Hasta el momento, se encuentra estable y recuperándose de las heridas ocasionadas.
Como recordatorio, el Sáhara Occidental es una de las zonas más infestadas en el mundo por minas sembradas por la fuerza ocupante, además de que el muro de la vergüenza que divide el Sáhara Occidental, tiene más de nueve millones de minas anti-personas colocadas a lo largo de su extensión de 2.700 km, y hasta el día de hoy Marruecos se niega a desminar el territorio a pesar de las decenas de víctimas y la insistencia de las organizaciones internacionales.
Según el Centro de Acción Contra las Minas, una organización saharaui que monitorea el desminado y los accidentes de minas, con sede en los campamentos (SMACO), aún quedan entre 7 y 10 millones de minas y otros explosivos sin detonar y sin retirar en zonas nómadas tras las casi tres décadas de la primera guerra que sufrió el país al final del siglo pasado, por ejemplo, los pastores nómadas, que suelen salir con su rebaño, pisan estas minas asesinas y tienen muy pocas opciones de sobrevivir en el desierto, donde lo habitual es que fallezcan desangrados a consecuencia de las espantosas amputaciones ocasionadas por las minas en las extremidades inferiores.
La cadena de desgracias no tiene fin y el joven afectado se suma a la lista roja de víctimas del 2021 que registra la organización mencionada (SMACO) además de llevar a cabo una actividad crítica y de denuncia para lograr desminar el Sáhara Occidental por completo, y ayuda en la medida de lo posible a las víctimas en su proceso de rehabilitación.
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