Por DW
Berlín (ECS). - Después del feroz suicidio de un vendedor ambulante, cientos de marroquíes protestaron contra su gobierno. Pero este no es el primer caso de este tipo y probablemente no será el último. A principios de esta semana, cientos de marroquíes protestaron por la muerte de Yassine Lekhmidi, un joven de 25 años en la ciudad de Sidi Bennour.
En julio, la policía local marroquí confiscó el carrito de la poca comida que conducía Lekhmidi porque no llevaba una mascarilla para protegerse contra la COVID-19. A pesar de pagar una multa por la infracción, la policía se negó a devolver su carrito.
Angustiado por la pérdida de una importante fuente de ingresos para su familia, Lekhmidi se prendió fuego a lo bonzo. El joven fue hospitalizado con quemaduras de tercer grado el 28 de julio y falleció a causa de sus heridas el 6 de agosto.
Durante la semana pasada, cientos de marroquíes de Sidi Bennour salieron a las calles para exigir justicia para Lekhmidi y su familia. Cientos de marroquíes de otras partes del país simpatizaron con cautela con la causa.
"Creo que los ciudadanos tienen derecho a protestar, pero deberían hacerlo de forma legal", dijo a DW Imad, un estudiante de Rabat de 27 años.
"Ha habido algunas protestas aquí recientemente. Es el impacto negativo del coronavirus", agregó Abdullah, un minorista de ropa de 40 años de Salé. "A mi modo de ver, eso es normal. La gente tiene derecho a pedir justicia social".
¿Regreso de la Primavera Árabe?
Las protestas en Sidi Bennour han disminuido en los últimos días. Sin embargo, los observadores internacionales se preguntaron rápidamente si la muerte de Lekhmidi podría provocar protestas más amplias, y muchos trazaron paralelismos entre su autoinmolación y la de Mohamed Bouazizi.
Se cree que la muerte de Bouazizi en 2010 en circunstancias similares, un vendedor ambulante tunecino, desencadenó una revolución popular contra la dictadura de Túnez en 2011, que a su vez inspiró las llamadas protestas de la Primavera Árabe.
Pero, de hecho, la muerte de Lekhmidi no es el primer caso de este tipo en Marruecos que ha provocado protestas contra el gobierno. Durante la última década, ha habido varios incidentes en los que la injusticia después de un roce con las autoridades llevó a los marroquíes a las calles.
Eso incluye 2012, cuando cinco graduados universitarios desempleados se prendieron fuego frente a un edificio del Ministerio de Educación durante las protestas contra el gobierno en la capital, Rabat. Una persona murió en el incidente.
1 Comentarios
La historia rara vez se repite pero este terrible abuso es sintómatico del problema de totalitarismo policial que no sólo atañe a Marruecos sino a todos los lugares donde se está imponiendo el médico-fascismo policial sin medida alguna de caracter social o sanitario en positivo.
ResponderEliminarEn todo caso odioso, como todo el médico-fascismo este que nos están imponiendo a base de pánico e histeria absurdas.