Por Lehbib Abdelhay/ECS
Madrid (ECS).- La violencia contra la mujer saharaui en los territorios bajo ocupación marroquí, es una de las violaciones de los derechos humanos más reiterada y que cada vez afecta a un mayor número de personas. Miles de mujeres saharauis en el Sáhara Occidental son víctimas de violencia por parte de las fuerzas marroquíes por razón de su pensamiento político.
Se hace un llamamiento urgente al gobierno de España para exigirle intervenir para evitar la ola de represión marroquí en los territorios ocupados del Sáhara Occidental, recalcando que la situación puede derivar en graves escenarios de masacre sistemática.
Los datos arrojan una realidad preocupante, las diferentes organizaciones saharauis y asociaciones que trabajan sobre el terrerno indican que centenares de mujeres saharauis de diferentes edades han sido encarceladas, torturadas y/o asesinadas en el Sáhara Occidental.
Las fuerzas del régimen de Mohamed VI se enfrentan diariamente a manifestantes saharauis durante las marchas pacíficas por la autodeterminación.
La ocupación marroquí ha dividido al pueblo saharaui y su territorio en dos a través de un muro rodeado de soldados, alambradas y millones de minas antipersona que perpetúan la etapa en la que Marruecos bombardeaba a la población saharaui con Napalm y Fósforo blanco con el objetivo de hacer una limpieza étnica del pueblo saharaui, como lo sigue haciendo hoy en día a través del encarcelamiento, secuestros y asesinatos de jóvenes y activistas solo por el hecho de reivindicar el derecho a la libertad.
El Consejo de Seguridad, órgano que decide la prórroga de la misión, sigue sin introducir cambio alguno, parece haber asumido que no lleva a ningún lado el debate recurrente sobre la ampliación del mandato de la MINURSO para que vigile los Derechos Humanos, sobre todo después de que en 2014 EE.UU presentara una resolución que fue rechazada por Marruecos, España y Francia.
Con respecto a la situación de los Derechos Humanos en el Sáhara, gracias al informe emitido por la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para la misión de los Derechos Humanos en el Sáhara Occidental y los campamentos de refugiados saharauis, el informe declaraba que se está siguiendo de cerca su evolución con el fin de tratarlo en el campo de los derechos humanos y solucionar los desafíos en el terreno, así como explorar nuevas vías de cooperación para garantizar la protección efectiva de los derechos humanos en el Sáhara Occidental ocupado.
La misión de Naciones Unidas, MINURSO, se estableció en 1991 para vigilar el alto el fuego entre Marruecos y el Frente Polisario y elaborar un censo de la población que tendría derecho a votar en un futuro referéndum de autodeterminación.
En la actualidad la misión de la ONU se dedica fundamentalmente a vigilar los enfrentamientos bélicos en la zona. Ha colaborado anteriormente en el intercambio de visitas familiares entre los habitantes del Sáhara Occidental ocupado y los refugiados de los campamentos saharauis.
El día a día de los saharauis que viven en los territorios ocupados sufren la constante represión marroquí por fuerzas policiales que arma y entrena España a través de los distintos programas de colaboración entre ambos ministerios. Secuestros, palizas, violaciones y humillaciones es el pan de cada día de cualquier saharaui que salga a la calle a reivindicar su propia tierra y sus derechos.
El silencio ante la brutal represión marroquí en el Sáhara Occidental hace cómplice al Gobierno de España de esta crueldad. Los saharauis lanzan una jornada intensa de manifestaciones. Con este acto, los saharauis buscan que la comunidad internacional reaccione ante los abusos de activistas saharauis en los territorios ocupados pero, sobre todo, que el Gobierno español ejerza presión para que Marruecos para y permita al pueblo saharaui decidir sobre su futuro.
Según han denunciado varias ONGes de DD.HH, un comisario marroquí, Hakim Amer, en la ciudad ocupada de Bojador, Sáhara Occidental, intentó más de una vez asesinar a la activista saharaui de derechos humanos, Sultana Jaya, tras pasar nueve meses en arresto domiciliario injustamente por el invasor marroquí.
«No podemos seguir admitiendo esta clase de actuaciones, de terrorismo de estado», escribe un abogado estadounidense del equipo de defensa de Jaya. Y añade; «Dónde está la comunidad internacional ante estos hechos que se dan diariamente, dónde están los gobiernos de los estados democráticos, las organizaciones internacionales de defensa de los derechos humanos, las ONGs y las asociaciones para la defensa de las mujeres a nivel internacional», se pregunta el presigioso abogado.
Las fuerzas de ocupación marroquíes agredieron severamente a la activista y a su hermana en Bojador ocupado. Jaya resultó gravemente herida en la cara y a nivel de los ojos tras ser golpeada y agredida brutalmente por el verdugo Hakim Amer, jefe de la división de seguridad en la localidad ocupada de Bojador.
«Una mujer encarcelada en su domicilio por velar por los derechos humanos. Una mujer saharaui que pide la autodeterminación de su pueblo, que exige una solución a este conflicto político, recalca. Y añade:» Hasta cuando vamos a seguir permitiendo estás violaciones de los DD.HH que ejerce el estado marroquí a la sociedad de civiles saharauis de las zonas ocupadas ilegalmente del Sáhara Occidental».
La destacada activista que, como se ve en las fotos, tiene policontusiones por toda la cara y el ojo. Los activistas saharauis ha denunciado que unos policías de las fuerzas de ocupación marroquíes la increparon y luego la agredieron.
Matizan además que algunos estaban riéndose después de verla en el suelo caída momentos después de la agresión. La Red de activistas saharauis ha denunciado estos graves ataques, y ha pedido a la comunidad internacional protección contra el odio desatado de las fuerzas marroquíes.
«Denunciamos estos actos terroristas cometidos hacia la activista de derechos humanos Sultana Jaya y aquellos que se cometen contra todos los civiles saharauis en las zonas ocupadas ilegalmente por el invasor y estado terrorista marroquí», concluye REd.
15 años después de haberle reventado un ojo y después de estar los últimos tres meses sitiada su casa noche y día; los mismos verdugos del Majzén marroquí vuelven a las andadas y así le revientan a Sultana Jaya el ojo sano que le queda.
«España no puede desvincularse de su responsabilidad histórica en el Sáhara Occidental»
El estado español no puede desvincularse de su responsabilidad histórica y no puede ignorar a los saharauis en tanto no se lleve a cabo la consulta que culmine en el proceso de descolonización total del Sáhara Occidental.
Cabe recordar que los acuerdos de Madrid desembocaron en la entrada de Marruecos en el Sáhara Occidental, «arrasando campamentos, asesinando a familias enteras y envenenando pozos de agua como parte de una campaña destinada a exterminar a los nómadas saharauis.
España «abandonó» el territorio del Sáhara Occidental dejándolo en manos del ejército de Marruecos, en un proceso de descolonización «mal acabado y precipitado» tras la Marcha Verde por parte de Marruecos, que envió a cientos de miles de soldados marroquíes al entonces Sáhara español.
El conflicto del Sáhara Occidental se retrotrae a 1975, cuando España se retiró de su hasta entonces colonia y comenzó la resistencia armada del Frente Polisario para conseguir la independencia del territorio ante la ocupación mauritana y marroquí tras la firma de dichos Acuerdos.
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