La alianza expansionista israelo-marroquí moviliza a Ghana para intentar expulsar a la República Saharaui de la Unión Africana y allanar el camino de su agenda diplomática.
Ali Mohamed.
ECS. Madrid. | Marruecos e Israel organizaron la semana pasada un seminario al que invitaron al ''estilo marroquí'' a numerosos politólogos, expertos y representantes de la sociedad civil de Ghana, Liberia, Nigeria, Gambia y Senegal con el objetivo de expulsar a la República Saharaui de la Unión Africana, uno de los miembros fundadores de la organización continental.
Tras ser admitido hace dos semanas como miembro observador, rápidamente Israel mostró cuales eran sus intenciones, sembrar el caos y la desestabilización en la región de un continente ya irritada. Los participantes se reunieron en el Centro Imani de Política y Educación en la capital Accra y concluyeron certeramente que la resolución del problema del Sáhara Occidental es un paso necesario para fortalecer la integración económica del continente, salvo que su solución que proponen se basa literalmente en suprimir la existencia de país y los derechos de su pueblo. Los países africanos que antaño fueron colonizados y masacrados no aprendieron nada de las lecciones de la historia y se posicionan ahora a favor de la potencia ocupante, contrariamente al Acta Constitutiva de la Unión Africana y la legalidad internacional.
El seminario de expertos africanos que ignoran la historia de África.
El seminario tuvo como título engañoso "El imperativo de la recuperación económica: ¿cómo puede la resolución del problema del Sáhara Occidental fortalecer la integración regional y continental de África?''. Una declaración conjunta emitida decía: “En el contexto actual, marcado por la urgencia de la recuperación económica - para la unidad, la integración y la seguridad general del continente - el reciente incidente de El Guerguerat demuestra la necesidad de superar callejones sin salida políticos y posiciones ideológicas improductivas.'' Obviando que se trata de una ocupación militar en curso desde 1975 y no un antojo o reivindicación fortuita de los saharauis, y así lo reconocen la ONU y la Corte Internacional de Justicia, en este sentido, no se puede negar el ímprobo esfuerzo de negar la realidad que hicieron los participantes inducidos por las concesiones de la diplomacia marroquí, aunque con decir que en la misma participaron varios empresarios, es suficiente para saber que subyace detrás de semejante seminario israelo-marroquí.
Un párrafo instaba a permitir la intromisión de Ghana para aportar una solución al conflicto saharaui, que tras caer en las garras de Israel y Marruecos, evidentemente sería una ayuda imparcial y objetiva ajustada al derecho internacional.
"Reconociendo la dinámica actual en torno a la cuestión del Sáhara, los participantes destacaron que el proceso del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas podría ser apoyado por la contribución de Ghana para alcanzar una solución final y realista a la luz de su próxima no adhesión como miembro permanente del Consejo de Seguridad", señaló el comunicado de este subgrupo.
No obstante, cabe recordar que recientemente, las misiones diplomáticas de numerosos países africanos firmaron un memorando en contra de la admisión de Israel como estado observador, que viene después de las promesas de varias inversiones económicas y proyectos en distintos estados africanos como por ejemplo el ''Kibbutz'' para desarrollar las ciudades. En este sentido, siete misiones (Argelia, Egipto, Libia, Túnez, Mauritania, Djibouti y las Comoras) denunciaron en un comunicado la presencia israelí y mostraron su rechazo a la recepción realizada por Moussa Faki, presidente de la Comisión de la UA, partidario de los intereses franceses, que recibió las credenciales del embajador hebreo a finales de Julio. Como curiosidad, todos los vecinos de Marruecos firmaron el memorando.
En su comunicado destacaron que la inclusión del estado sionista y ficticio de Israel como observador en el seno de la organización continental, se llevó a cabo obviando los principios, intereses y regulación de la UA, al no consultar con los estados miembros su opinión y aprobación como ordena el Acta Constitutiva de la Unión Africana. Por lo tanto, consideran el gesto de Faki y la condición de observador como una ''inaceptable extralimitación política de sus funciones''. Por lo que el tándem Marruecos-Israel corre el riesgo de generar una crisis en el seno de la UA poniendo en la diana al presidente de la Comisión por propiciar la condición a Israel.
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