Por Sidi Maatala /ECS
Bogotá (ECS). - Con el fin de iluminar a la opinión pública sobre la decisión tomada por Argelia de romper las relaciones diplomáticas con Marruecos, el 24 de agosto, el Embajador de Argelia en Colombia, Ahmed Hachemi desea proporcionar las siguientes aclaraciones: Desde la independencia de Argelia en 1962, Marruecos no ha cesado de llevar a cabo acciones hostiles contra el país, empezando por la guerra de agresión de 1963.
Argelia acordó firmar con Marruecos un Tratado de Fraternidad, Buena Vecindad y Cooperación en 1969 y un Convenio de Límites entre los dos países en 1972. En 1976, Marruecos rompió relaciones con Argelia, que venía de reconocer soberanamente a la República Árabe Saharaui Democrática. Los dos países decidieron en 1988 normalizar sus relaciones a través del comunicado conjunto del 16 de mayo de 1988, basado en el deseo de promover relaciones permanentes de paz entre los dos pueblos; el apoyo a una solución justa y definitiva del conflicto del Sáhara Occidental mediante un referéndum sobre la autodeterminación y la defensa de la causa palestina.
Mientras Argelia ha respetado sus compromisos, Marruecos emprende ataques mediáticos y propaga difamaciones contra Argelia y sus líderes.
Lo más grave: en una reunión del Movimiento de los no-alineados, en julio en la ONU, el representante marroquí distribuyó una nota oficial afirmando que “el valiente pueblo cabilio en Argelia merece, más que ningún otro, gozar de su pleno derecho a la autodeterminación”.
Argelia mostró moderación al pedir una aclaración a Marruecos. El silencio ensordecedor de este último refleja claramente el apoyo político de la alta autoridad de este país.
Otras acciones hostiles son la colaboración activa y documentada de Marruecos con dos organizaciones terroristas, MAK y RACHAD, implicadas en los atroces crímenes de los incendios que asolaron ciudades en Argelia y a la abyecta tortura y asesinato de un ciudadano argelino.
Por otra parte, Marruecos aprobó la declaración contra Argelia del ministro israelí de Asuntos Extranjeros en su visita de agosto a Rabat, contradiciendo el espíritu del Tratado de fraternidad y los compromisos de normalización de 1988.
Además, la inclusión de Israel como “miembro observador” de la Unión Africana afecta la cohesión africana, la región del Magreb y la seguridad regional.
Respecto al compromiso de un referéndum de autodeterminación en el Sáhara Occidental, Marruecos ha renegado de él, aún cuando está registrado en los documentos oficiales de la OUA y la ONU.
Hace poco, en la reunión del Consejo de ministros de la Liga Árabe, el Ministro Argelino de Asuntos Extranjeros, Ramtane LAMAMRA, declaró que "la ruptura de relaciones diplomáticas con Marruecos no es objeto de discusión o deliberación porque es una decisión soberana, final e innegociable".
La idea de mediación entre nuestros países ignora la responsabilidad de Marruecos en la degradación crónica de las relaciones y oculta el daño político y moral causado por los círculos del poder marroquí.
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