La crisis del Sahara, tiene una serie de actores regionales: Marruecos, Argelia, Mauritania y la República Saharaui. En el caso de los dos primeros, han realizado estos últimos años importantes inversiones en materia militar.
Marruecos apuesta ser la primera potencia de la región con apoyo abierto de Estados Unidos y Francia, mientras que Argelia sigue manteniendo sus tradicionales lazos con Rusia, lo que no ha impedido estrechar lazos con proveedores del Reino Unido, Alemania, Italia, China. Mauritania, el eslabón más débil, que ha iniciado tímidos avances para potenciar su modesta máquina militar. Por último, la República Saharaui, cuya capacidad militar se ve limitada por el limitado apoyo, reducido Argelia, lo que ha impedido, modernizar de manera adecuada su fuerza militar, lo que no ha impedido compensarlo con liderazgo y entrenamiento.
Por Jorge Alejandro Suárez Saponaro/ECS
Argelia
Argelia es un país con 2.381.740 km², más de 45 millones de habitantes, 6700 km de fronteras terrestres y casi mil kilómetros de costa en el Mediterráneo. El país limita Marruecos, la República Saharaui, Túnez, Libia, Mali, Mauritania y Níger. Las Fuerzas Armadas, tiene una importante gravitación e influencia política en el país, desde la independencia. Recordemos que las Fuerzas Armadas fueron creadas sobre la base del Ejército de Liberación Nacional, brazo armado del Frente de Liberación Nacional. En los tiempos “socialistas” de Argelia, las fuerzas militares eran empleadas en muchas labores sociales y de desarrollo nacional, lo que ha generado una importante inserción social y prestigio, sobre otras instituciones argelinas. A pesar de los problemas políticos del país, las fuerzas armadas cuentan con un elevado nivel profesional, con experiencia operacional, especialmente en materia de lucha contra el terrorismo, el crimen organizado, lo que ha significado una mayor presencia en vacíos de interés estratégico, un elevado esfuerzo en materia de inteligencia en zonas de frontera y cooperación con los países vecinos. El país en los últimos años ha realizado importantes inversiones en materia de equipamiento, especialmente en materia aeronáutica y naval. El principal proveedor es Rusia, viejo aliado de Argel, que ha suministrado armamento avanzado, especialmente en materia de blindados, tanques, defensa antiaérea, aviación de combate y submarinos. Las buenas relaciones con Estados Unidos, que se ha traducido también en el ámbito militar – dado la experiencia argelina en la lucha contra el terrorismo islámico y por el peso geoestratégico de Argel – no ha impedido, que ante el comportamiento irresponsable de Trump, de apoyar a Marruecos, los argelinos sepan maniobrar con cautela y volver apoyarse en Rusia, en el plano militar y China en lo económico.
En un estudio realizado por un centro especializado de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, analizó las compras de armamento, donde claramente Argelia, apuesta a “blindar” su espacio aéreo, con sistemas de defensa antiaérea de largo alcance como el sofisticado S400 y modernos cazas, lo que indicaría en apariencia, que Argelia no solo busca contar con un poder disuasivo creíble, sino la posibilidad que un actor extra regional pueda intervenir militarmente en Argelia. Es por ello, que es llamativo las fuertes inversiones en este tipo de sistemas. Sin ninguna duda proveen defensa en profundidad, especialmente la estratégica industria petrolera y otros objetivos estratégicos.
El nivel de alistamiento de los medios, pareciera ser elevado, dado la situación de las extensas fronteras argelinas, rodeados de un estado fallido, Libia, y otros estados también inestables, como Malí y Níger, agregándose el caso de Marruecos, donde existe una clara rivalidad geopolítica. La situación de la República Saharaui, está directamente relacionado con la seguridad del Sudoeste de Argelia, área de potencial minero y reclamado por Rabat como parte del llamado “Gran Marruecos”. En diversos medios se habla de “carrera de armamentos” pero en otros, hablan del llamado “dilema de seguridad” El concepto más apropiado aquí es "el dilema de la seguridad", concepto pensado en Estados Unidos en los años 50, por John Herz. Quienes toman decisiones en dos países generalmente fronterizos, existe un continuo estado de duda e incertidumbre, o sea desconfianza. En este caso, las medidas de seguridad y militares son tomadas por uno de los dos países, digamos el País A (como la compra de armas por ejemplo) por motivos considerados defensivos, por otro lado (País Z), se interpretan como una medida ofensiva, en la que el País A busca amenazar la seguridad nacional del país Z y por lo tanto requiere medidas de seguridad y militares similares. Las percepciones de seguridad de los tomadores de decisiones juegan, aquí, el papel más importante, como hemos dicho, y este es exactamente el caso en Argelia y Marruecos durante años. (https://insamer.com/en/why-algeria-is-arming-itself-militarily_1613.html). Argelia ha logrado con su estrategia de apoyar a la causa saharaui, mantener alejado a Marruecos de sus propias fronteras, obligando a Rabat a costear una costosa ocupación militar, tolerada por intereses occidentales. Marruecos compensa sus desventajas ante el poderoso vecino argelino, con una hábil política exterior en África (especialmente países francófonos), buscar apoyo en las monarquías conservadoras del Golfo y su aliado francés, además de Estados Unidos.
En materia de toma de decisiones en defensa, esto recae en los militares, la presencia civil en estos menesteres es mínima. El peso e influencia política de los generales argelinos, permite que el 20% del presupuesto nacional sea dedicado a defensa y seguridad. No cabe duda que el entorno regional, las tensiones con Marruecos y la amenaza de actores no estatales, lleven a los estrategas militares a seguir sosteniendo un elevado nivel de inversión en defensa. El punto débil, es la dependencia que tiene el gasto público de los recursos provenientes del petróleo, lo que puede afectar al presupuesto militar, y por ende las inversiones y el mantenimiento de complejos sistemas de defensa. Asimismo, la dependencia de proveedores externos es muy grande, especialmente Rusia, el aliado estratégico de Argelia. Dicha dependencia llevó a los responsables de la defensa, a impulsar una modesta pero creciente industria de defensa, que tiene la capacidad de construir buques de patrulla, corbetas, vehículos blindados, armamento portátil, aviones ligeros, municiones, etc.
Las Fuerzas Armadas de Argelia, son de reclutamiento obligatorio, el Código de Servicio Nacional de 1974, prevé dos años de servicio, pero se ha reducido a 18 meses. Una vez finalizado el período de servicio, los soldados pasan a la reserva y reciben programas de entrenamiento hasta los 50 años. Desconocemos el grado de alistamiento y calidad de las reservas. En cuanto al número de efectivos, las cifras varían, se habla de 400.000 efectivos (270.000 aprox, del Ejército, 30.000 efectivos navales y 15.000 de la fuerza aérea). Esta enorme estructura, responde al presidente de la república, Comandante en Jefe, pero que el mando efectivo, está en manos del Jefe de Estado Mayor General, responsable del planeamiento conjunto, inteligencia militar, apoyo logístico y administrativo. Los Inspectores Generales de cada arma, están subordinados al Jefe de Estado Mayor General.
Las fuerzas terrestres argelinas, están desplegadas en siete regiones militares, que cumplen funciones administrativas, de instrucción de conscriptos, logísticas y apoyo. Las regiones militares I (Argel), II y III (Oeste y Sudoeste) han sido históricamente donde el despliegue militar ha sido mayor. Las razones tienen que ver con la seguridad del corazón político económico del país, y la situación conflictiva con Marruecos y la situación del Sáhara Occidental. Podríamos decir que el ejército argelino es una poderosa fuerza mecanizada, siendo la joya de la enorme flota de tanques, los 400 T 90 de origen ruso. La infantería mecanizada está equipada con el magnífico BMP 1. Estamos ante fuerzas con gran volumen de fuego y movilidad táctica y estratégica, dado que cuentan con una poderosa flota de blindados a rueda. Las fuerzas de operaciones especiales, tiene un interesante historial operativo, dado la inestabilidad de la región ante el flagelo terrorista, indicando que son de buen nivel, adaptadas a operar en ámbitos geográficos exigentes, como es el vasto Sahara. Las fuerzas navales, han tenido un importante crecimiento estos últimos años, especialmente con fuertes inversiones en incrementar la fuerza de superficie con modernas fragatas Meko200 alemanas o chinas Tipo Adhafer, además de las veteranas Koni de origen soviético. Esto incrementa las capacidades de defensa de las líneas de comunicaciones marítimas propias y tener cierta capacidad de control del mar. La marina opera una serie de patrulleros lanzamisiles, destacándose cuatro buques de construcción nacional. Los buques de guerra de minas, son dos de origen italiano, además de buques auxiliares, un buque de asalto anfibio y una moderna flota de submarinos Kilo, de origen ruso. Existe una aviación naval con capacidades SAR, guerra antisubmarina, patrulla marítima. Estos medios adecuados para la defensa de los intereses argelinos en el Mediterráneo, tiene como aspectos destacables contar con una moderna arma submarina, que permite a la Marina operar mas allá de la Zona Económica Exclusiva y golpear objetivos a grandes distancias. Fuentes internacionales señalan la presencia de misiles de crucero chinos y rusos, lo que permitiría golpear objetivos a más de 200 km de distancia, convirtiendo a un patrullero de 500 toneladas en una amenaza a tener en cuenta. Existe también un creciente esfuerzo para contar con capacidad anfibia limitada a un batallón, una flotilla costera, para impermeabilizar las costas.
La Fuerza Aérea, históricamente contó con moderno armamento y una numerosa flotilla de aviones de combate. Siendo la espina dorsal de la defensa aérea 46 Mig 29 y 57 Su 30, que forman parte de una flota de 600 aeronaves, destacándose una potente flota de transporte táctico, reforzada con la llegada de 4 C 130J, además de la presencia de los poderosos Il 76 de transporte estratégico, y una enorme flotilla de helicópteros que incluye los famosos Mi 17 y de ataque Mi28. La fuerza aérea cuenta con un poderoso componente de apoyo táctico para las fuerzas terrestres. La Defensa Antiaérea, una rama separada desde los 80, cuenta con modernos sistemas de largo alcance, mediano y bajo. Cuenta con doce regimientos con sistemas de largo alcance S300/400, lo que indica que el país cuenta con una poderosa cobertura contra intrusos, integrados con sistemas de medio alcance en tres brigadas, mas regimientos con capacidad de corto alcance, destinados a brindar cobertura a fuerzas terrestres, bases, etc.
Los problemas de infraestructura, las grandes distancias a cubrir, requiere un despliegue avanzado, cercano a zonas de empeñamiento. Es por ello que en medios de comunicación, hemos leído de recientes despliegues en la zona cercana al Sahara Occidental. No en vano el país ha realizado una importante inversión en materia de transporte táctico con una importante flota de aviones y helicópteros.
El hermetismo relativo a la seguridad y defensa, limita a los expertos conocer las capacidades reales de Argelia, especialmente en materia de toma de decisiones y el casi desconocido sistema de inteligencia. La violencia terrorista, sin ninguna duda ha contribuido a mejorar sustancialmente las fuerzas de operaciones especiales, la vigilancia y control de fronteras, articular estructuras de inteligencia en países vecinos y un mayor despliegue de medios en los confines del país, especialmente en áreas vinculadas a la industria petrolera y vacíos de interés estratégico. Es altamente probable que el grueso del despliegue se concentre en áreas fronterizas con Marruecos y el Sahara Occidental, siendo la punta de lanza la poderosa fuerza de choque acorazado y la moderna aviación de combate. En el mar, las capacidades están claramente, orientado al control de la Zona Económica Exclusiva y negación del mar. El contar con misiles de crucero, permite golpear blancos a grandes distancias, tanto en el mar como en base en tierra. Argelia es un enorme teatro de operaciones, con escasa infraestructura fuera de la región montañosa del norte, el “área central” en términos geopolíticos, donde se encuentra la vida económica y política del país, esto es una ventaja especialmente en caso de ataque, dado que limita la magnitud de fuerzas del enemigo llegado el caso. Esta profundidad estratégica, incrementa las posibilidades para una adecuada defensa.
Marruecos
Marruecos es un país con 446 550 km2 y 37 millones de habitantes. Tiene más de 2300 km de fronteras terrestres, compartidas con la República Saharaui, Argelia y los enclaves españoles de Ceuta y Melilla. Además de más de 1800 km de costas frente al Atlántico y el Mediterráneo. Es un aliado extra OTAN y mantiene estrechos lazos con Francia, Estados Unidos y las monarquías conservadoras del Golfo Pérsico. Su prioridad estratégica es el control de las zonas ocupadas en el Sahara Occidental y presionar para el reconocimiento de su anexión ilegal, además de mantener reclamos sobre los enclaves españoles y espacios marítimos circundantes a Canarias. La idea del llamado Gran Marruecos ha tenido impacto negativo en las relaciones con los estados vecinos, especialmente con Argelia y con Mauritania con la salida de este país de la guerra del Sahara en 1980. Las malas relaciones entre el entonces rey Hassan II y las fuerzas armadas tras el intento del golpe de 1971. La desconfianza ha perdurado hasta hoy día, a tal punto que el país no cuenta con ministerio de defensa, y el control operacional lo ejerce directamente el rey Mohamed VI. Al frente de las fuerzas armadas encontramos inspectores generales, con limitadas funciones. El ministro delegado para la defensa, un funcionario adjunto del primer ministro, es responsable de la logística y administración, como de adquisiciones, etc. La Gendarmería Real, que forma parte de las Fuerzas Armadas, es responsable de la seguridad de arsenales, objetivos estratégicos, defensa territorial, y es una institución con fuertes lazos con la monarquía.
En lo referente a las Fuerzas Armadas, 206.000 efectivos, 16.000 de la Fuerza Aérea, 15.000 de la Marina (3.000 infantes de marina) y 175.000 del ejército. El grueso del despliegue militar se concentra en las zonas ocupadas en el Sahara, especialmente en los llamados muros defensivos. Desde hace unos diez años, vienen llevándose a cabo importantes inversiones, especialmente en sus componentes aéreos y navales. En lo referente a la marina marroquí, hasta no hace mucho tiempo era una fuerza de aguas costeras, pero paulatinamente con la llegada de medios franceses y holandeses, ha potenciado sus capacidades. El buque más poderoso, es una fragata tipo FREMM, de origen francés buque de 6000 toneladas, dotados de modernos sistemas de combate, defensa antibuque, defensa antiaérea con misiles Aster 15, un importante hangar. La versión adquirida por Marruecos es para lucha antisubmarina. Cuenta con capacidad para lanzar misiles crucero Scalp, pero esto aparentemente no fue integrada al sistema de armas. Hay dos fragatas Floreal, también de origen francés, con 2600 toneladas, de tipo multipropósito y tres SIGMA de origen holandés y una corbeta de origen español. Existe una modesta capacidad anfibia, a pesar de tener un bien entrenado cuerpo de infantería de marina, pero de entidad reducida. La gran aspiración es contar con un arma submarina, los medios especializados están hablando del modelo francés Scorpene, algo que parece lógico dado la estrecha alianza Rabat – París. El ejército marroquí, concentrado en los muros defensivos del Sahara, en estos años, ha realizado importantes esfuerzos en materia de modernizar su fuerza de tanques, siendo la estrella, los Abrams comprados de segunda mano en Estados Unidos, pero modernizados con tecnologías punteras. Junto a estos tanques, operan modernos tanques de origen ruso y chino. El tipo de guerra librada en el Sahara, transformó a las fuerzas terrestres marroquíes, en una fuerza mecanizada con gran poder de fuego. la Fuerza Aérea, opero por muchos años cazas F 5 y Mirage F 1, ante la necesidad de su reemplazo, Rabat recurrió a Estados Unidos, ante el incremento del precio de los cazas franceses Rafale, comprando modernos F 16 Block 52+. La flota aérea táctica cuenta con numerosos helicópteros de transporte, entre ellos, el famoso Chinook y los de ataque, Apache, además de una importante flota de aviones de transporte C130, CN235, C27 Spartan. La defensa antiaérea se ha visto reforzada por sistemas chinos de largo alcance. Existe aparentemente, negociaciones en torno a los sistemas Patriot de origen estadounidense.
El servicio militar obligatorio fue restablecido, asimismo, los estrechos contactos con Estados Unidos, Francia, Israel, han permitido mejorar cualitativamente al personal militar marroquí. Las fuerzas armadas cuentan con un importante historial operativo, desde la guerra del Sahara, pasando por la guerra del Yom Kippur, misiones de mantenimiento de paz. El financiamiento del enorme gasto militar, proviene especialmente de Arabia Saudita y otros estados árabes aliados. La economía marroquí, de por si no puede financiar semejante gasto, que incluye mantener un importante despliegue en el Sahara, donde el mantenimiento de los muros defensivos se estima en un millón de dólares diarios, y los costos asociados de operar modernos sistemas de armas. El país aspira a desarrollar una industria de defensa nacional, pero todavía no hay avances significativos, dado que ello requiere tiempo, programas de investigación y desarrollo. Por ende, el país está sujeto a mantener estrechas relaciones con sus aliados tradicionales.
La creciente presión sobre España, especialmente en materia de delimitación de aguas jurisdiccionales, las plazas de soberanía de Ceuta y Melilla, impulsó a incrementar la presencia militar marroquí, con un despliegue cercano a dichas posesiones españolas de una base naval, con elementos de infantería de marina y buques de la flota.
Marruecos como su vecino argelino, se caracteriza por la poca transparencia en la información relativa a sus fuerzas armadas, a pesar que tiene relaciones más cercanas con países de la UE/OTAN. Rabat sabe de la desventaja de su capacidad militar, y la compensa con sólidas alianzas en materia de seguridad con potencias occidentales. El acercamiento a Israel, es otro movimiento, destinado a contar con acceso a fuentes de armamento, como de asesoramiento experto, especialmente en el campo de la vigilancia de fronteras, contraterrorismo, insurgencia y empleo de aeronaves no tripuladas. El especial vínculo con Francia permitió que el país cuente con satélites de observación militar.
Es indudable que Marruecos apuesta a incrementar su capacidad aérea y naval, posiblemente esté ligado al conflicto futuro con España por el control de Ceuta y Melilla, un juego geopolítico arriesgado, que actores extra regionales que tienen intereses en los Estrechos, tal vez no permitan, siempre y cuando Rabat ofrezca como moneda de cambio, concesiones que no perjudiquen a dichos actores. Sin ninguna duda la presión sobre las aguas sobre Canarias se incrementará, por el potencial en materia de hidrocarburos. En cuanto Argelia, tal vez no haya un choque directo, sino que el conflicto sea dirimido en otros escenarios y por terceros actores, como el caso de la República Saharaui.
El punto débil que no muchos analizan del caso marroquí, es su estructura de conducción de la defensa. No existe Estado Mayor Conjunto, y por ende el desarrollo de una doctrina conjunta, tenga limitaciones, más allá de la existencia de un comando conjunto en el Sahara ocupado. El importante despliegue en el Sahara, requiere extensas líneas de comunicación, en un espacio con limitaciones en materia de infraestructura. Esto es el gran talón de Aquiles de los países de la región, lo que sin ninguna duda restringe movimientos y concentraciones de fuerzas.
La República Saharaui
La República Saharaui, un país de 266.000 km2, estando el 80% ocupado por Marruecos desde 1975. Esto ha llevado a una guerra y un plan de paz vigente en 1991. La postura irreductible de Marruecos, el veto francés a cualquier iniciativa que perjudique a su aliado, ha puesto a los saharauis en una posición delicada. Desde el incidente de Guerguerat en 2020, se libran choques armados a lo largo de los muros defensivos. Complejo de muros de arena, custodiados por unos cien mil efectivos marroquíes, millones de minas terrestres, red de radares, destinados a impedir la infiltración del ejército saharaui. Las fuerzas saharauis están integradas en el Ejército de Liberación Popular Saharaui o ELPS, creado en 1973, de reclutamiento obligatorio, se estima que sus efectivos son de 5000 efectivos, además de varios miles de reservistas, que pueden ser movilizados rápidamente. El Ministerio de Defensa, es responsable de la conducción operacional. El despliegue de las fuerzas saharauis, distribuidas en siete regiones militares, con una organización flexible, que permite a las regiones tener suficiente capacidad de comando y control para fuerzas superiores a las fuerzas desplegadas. El armamento es herencia de los tiempos de la guerra de liberación, gran parte proveniente de la ayuda libia y en menor medida argelina. Se estima que los saharauis operan tres unidades tipo batallón de tanques T55 y T62, seis batallones mecanizados y dos batallones motorizados, unidades de artillería, dos baterías antiaéreas de alcance medio. Además existen unidades de operaciones especiales y una pequeña gendarmería. Las tropas saharauis están perfectamente adaptadas a la guerra en el desierto, con una doctrina aceitada de guerra no convencional. Las fuerza saharauis están pensadas para guerra de desgaste, en una estrategia de largo plazo, aprovechando la profundidad estratégica que brinda los territorios de Argelia y Mauritania. Esto limita la respuesta marroquí, llegado el caso, de un conflicto de mayor escala al actual.
Mauritania
En el caso de Mauritania, de 1 030 700 km2 y 4.5 millones de habitantes que desde su creación en 1960, se ha caracterizado por la inestabilidad política y económica. Sus fronteras de 500 km, limitan con Argelia, República Saharaui, Malí y Senegal. Este país tiene una economía mucho menos que Argelia y Marruecos, por ende esto impacta en un presupuesto de defensa que no supera los US$ 200 millones, pero sigue siendo un importante esfuerzo, dado que esto significa el 4% del PIB. Las Fuerzas Armadas mauritanas, creadas en 1960, están compuestas por el ejército, marina, fuerza aérea, gendarmería nacional y guardia nacional. En su conjunto no supera los 20.000 efectivos, de los cuales unos 15.000 son soldados del ejército. Su despliegue está orientado a proteger la vital línea férrea que conecta las minas de hierro, que conecta con el principal puerto del país, Nuadibú. La minería de hierro es el eje de la economía nacional. Asimismo, el despliegue obedece a la tensión reinante en el Sahara y la amenaza marroquí. Asimismo las fuerzas mauritanas mantienen presencia en grandes centros urbanos, para apoyar llegado el caso a las fuerzas de seguridad, ante la amenaza terrorista. Las fuerzas terrestres cuentan con un batallón blindado con los veteranos T55, siete batallones motorizados, seis batallones de infantería ligera, grupos de artillería (con cañones chinos, soviéticos, material antiaéreo de origen soviético, cedido por Libia e Irak), dos unidades montadas a camello (meharistas), grupos de seguridad (unidades móviles de lucha contrainsurgencia), y dos batallones comandos. La Marina, creada en 1966, tiene medios modestos, destacándose la reciente adquisición con apoyo chino de un buque de desembarco de tanques de este origen, cuenta con 1720 toneladas. La flotilla cuenta además de patrulleros de altura de origen chino, entre 2002- y 2016, dos de este origen. Buques de 63 metros de eslora, además de buques de menor porte de origen francés. La pequeña marina mauritana, pero eficiente en su accionar tiene que actuar en una rica Zona Económica Exclusiva de 235.000 km2. China tiene un rol importante en el entrenamiento de esta fuerza, además otros países como Italia, Francia han contribuido también. La expansión de la marina viene acompañada por el incremento del cuerpo de fusileros navales – infantería de marina – con nuevas bases y mayor personal.
La fuerza aérea es un componente modesto, de unos 250 efectivos, a título de curiosidad, en su momento estuvo interesada por el avión de ataque ligero Pucará en los años 80. Una aeronave que podría haber sido de suma utilidad. En la actualidad solo opera un par de aviones de ataque liviano Super Tucano, aviones de enlace Piper y Cessna, de transporte Basler, dos patrulleros marítimos Islander, 1 C212 convertido en patrullero marítimo, aviones de transporte CN 235, Y 12, PC 6, helicópteros Z8 y AW1096, además de una flotilla de aviones de entrenamiento Tucano y SF260. El número de efectivos como aeronaves es insuficiente para brindar apoyo adecuado a las otras fuerzas armadas, defender el espacio aéreo y patrullar los espacios marítimos
La Gendarmería es una fuerza de carácter militar, con funciones de policía militar, fronteriza, patrulla rural. Es apoyada por otra institución peculiar, la guardia nacional, un cuerpo de seguridad en apoyo a la Gendarmería en tareas de patrulla fronteriza, control de disturbios y tareas policiales.
La amenaza terrorista, el contrabando, llevó que el gobierno mauritana decretar la creación de una zona militar formado por un corredor situado en las fronteras norte y noreste con Argelia y Mali (Zona al Este del meridiano 10º hasta las fronteras del Sahara Occidental, Argelia y Mali, y al Norte del paralelo 18º 33’, a la altura de Tichitt).sujeta a reglamentación militar del movimiento de personas y mercancías. También fueron enviados refuerzos a la zona entre Bassikounou (sureste) y Kobenni (al oeste). Argelia por ejemplo, aplicó el mismo criterio a fines de los años 80, en las fronteras comunes con Mali y Mauritania, donde el ingreso de personas está sujeto a autorización militar. La crisis de Malí, la guerra civil libia que llenó de armas la zona del Sahara Sahel, obligó a las fuerzas mauritanas a dar más atención, a la frontera con Mali.
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