Quién era Adnan Abu Walid al-Sahraoui, el joven procedente del Sáhara ocupado que lideró Daesh en el Sahel.

Redacción ECS

Madrid (ECS).- Adnan Abu El Ualid Sahraui. Es un hombre que lo ha sido todo en las organizaciones terroristas en Malí. Es el fundador y líder actual del Estado Islámico en el Gran Sahara. Fue miembro en el Consejo de la ‘Shura’ en Al Qaeda del Magreb (AQMI), participó en las sucesivas fusiones y coaliciones de grupos yihadistas, como el MUYAO o Al Murabitun.

Biografía del personaje.

En su juventud, Lehbib Uld Abdi Uld Said Uld Bachir (y no Uld Yumani, como afirma varios medios de comunicación), conocido como Adnan Abu El Ualid Al Sahraui, fue un joven saharaui que se ha visto atraído por una versión radical del islam.

Lehbib Uld Abdi Uld Said Uld Bachir, nació el 28 de febrero de 1973, en la ciudad de Smara (localidad saharaui perteneciente a las zonas del Sáhara Occidental que ocupa militarmente el Reino de Marruecos). Procede de una familia numerosa, con cuatro hermanas y cinco hermanos.

Tras alcanzar la mayoría de edad, en las zonas ocupadas por Marruecos del Sáhara Occidental y finalizar sus estudios de bachillerato, huye a los Campamentos saharauis, en el año 1992. En los años 1993 y 1994, disfrutó de una beca de estudios y posteriormente se licenció en Ciencias Sociales, por la Universidad de ‘Mantouri’, en Constantina (Argelia). Terminados sus estudios, en 1997, volvió a los Campamentos saharauis, donde vivía con una tía suya.

Fuentes saharauis de la máxima solvencia niegan, categóricamente, que haya recibido algún tipo de instrucción militar en los acuartelamientos del Polisario. Afirman con rotundidad que no llegó a prestar el Servicio Militar saharaui y recuerdan que, en los Campamentos saharauis, la ‘Mili’ no es obligatoria. En consecuencia, concluyen, jamás formó parte de ningún cuerpo militar saharaui. Además, afirman que no hay rastro de su presencia en los Campamentos, después del año 2000, año que se supone debió atravesar las fronteras de la razón para adentrarse en territorio islamista.

ECSaharaui, por su parte, se ha puesto en contacto con muchos jóvenes de la ‘quinta’ de los años 97, 98 y 99 y nadie recuerda su rostro ni su nombre. “Era un joven sociable y muy simpático que vivía con su tía por parte de su madre, porque toda su familia se había quedado en el Sahara ocupado por Marruecos. Salía con nosotros, nunca tuvimos sospechas de que perteneciera a alguna organización terrorista”, dijo en 2019 un amigo de Lehbib, en declaraciones a ECSaharui. Según fuentes familiares, Lehbib Abdi Said Bachir (Abu El Ualid), nunca llegó a casarse. No tiene familia. Su situación sentimental podría ser, no el principal problema, sino unos de los motivos de su radicalización, pues Abu El Ualid no puede tener hijos nunca por un problema congénito.

Durante su brevísima estancia en los campamentos, no más de tres años, si descontamos sus años en la lejana universidad de Constantina, Abu El Ualid, estaba muy indignado con la política social seguida por el Polisario. Las escuelas mixtas, el rol de mujer en la vida social eran el blanco de sus ataques.

Según informaciones obtenidas por ECSaharaui, Adnan Al Sahraui, aprovechó la militancia y el dinero del centro saudí de reclutamiento de Ibn Abbas, en Nuakchot (Mauritania), para promocionar su visión radical del islam. Ya en el año 2000, Abu El Ualid formaba parte de dicho centro, que posteriormente había sido cerrado por las autoridades mauritanas, por servir como punto de partida para los grupos terroristas.

En el año 2010, el ya conocido como Abu El Ualid Al Sahraui, se une a las filas de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) y fue uno de los arquitectos de la creación del Movimiento para la Unicidad y la Yihad en África Occidental (MUYAO).

A finales de 2011 y por primera y última vez, las zarpas del terrorismo golpean los campamentos saharauis. Ciertamente, el ataque es descrito como el golpe más duro que el Polisario haya recibido en decenas de años, puesto que ataca el sistema neuronal de las ayudas humanitarias de las que depende la población saharaui en el exilio.

Abu El Ualid, se había estrenado en las actividades terroristas, secuestrando, desde el corazón del centro neurálgico del Polisario, a tres cooperantes europeos. Un auténtico mazazo para la supervivencia de la población saharaui del exilio. Desde luego, que esa comunión de intereses de Abu El Ualid con los intereses de un país de la vecindad, sigue planteando serias dudas sobre la autoría intelectual del deleznable acto. De ahí que no resulten extrañas las declaraciones efectuadas por el embajador permanente de Marruecos ante la ONU, el pasado día 10 de enero de 2019, cuando pedía al Consejo de Seguridad que se bloqueen todas las ayudas humanitarias de todas las ONGs relacionadas con Naciones Unidas, destinadas a los campamentos saharauis. Estas declaraciones son idénticas a otras declaraciones efectuadas por Marruecos en aquellas fechas.

Para algunos analistas, Abu El Ualid, no podría haberse convertido en el cerebro de una red terrorista activa en el ‘Sahel’ y el ‘Gran Sahara’ de no mediar los contactos de algunos servicios de inteligencia de un país de la región. Ciertamente, en los registros de información de varios países no hay rastro de Abu El Ualid antes de octubre de 2011. Era una figura totalmente desconocida. O sea, en 2011, salió de la nada y reivindicó el secuestro de los cooperantes europeos en los campamentos saharauis.

El AQMI, la organización terrorista a la que pertenecía Abu El Ualid hasta el año 2010, emitió un comunicado en el que rechaza toda implicación en el secuestro de los tres cooperantes europeos que venían prestando ayuda a una población refugiada. En efecto, a finales de 2011, el AQMI decide expulsar a Abu El Ualid, por rebeldía.

En el año 2011, Abu El Ualid, funda la organización de Al MUYAO. Un año después, junto con la organización “Signatarios por la Sangre”, la autora del atentado de Ain Aminas, en Argelia, que dirigía Mokhtar Belmokhtar, deciden aunar sus esfuerzos y fundan Al Murabitun.

Tras la proclamación del Califato en Irak, Abu El Ualid, declara su lealtad al Estado Islámico (ISIS), en mayo de 2015. Esta declaración unilateral le va a suponer un serio enfrentamiento con Belmokhtar (Al Murabitun), lo que termina en la ruptura con ‘Al Murabitun’. Belmokhtar, a diferencia de Abu El Ualid, reitera la vinculación de su grupo con Al Qaeda y aclara en un comunicado que “Abu El Ualid no ha sido elegido por el Consejo de la ‘Shura’ de Al Murabitun”, “Se ha autoproclamado emir”, concluye.

Según la Central de Inteligencia americana (CIA), algunos partidarios de Belmokhtar habrían intentado asesinar a Adnan Abu El Ualid, que se desligó de la organización para crear el Estado Islámico en el Gran Sahara (ISGA), pero sin el apoyo de la organización madre.

Después de aquellas serias diferencias entre ambas facciones, las aguas volvieron a su cauce y forjaron nueva alianza, el Frente Islámico Internacional para la Yihad contra los judíos y los cruzados (ISIS).

Tras la muerte de Ahmed Al Tilemsi (máximo líder de MUYAO), en 2014, a manos de la fuerza aérea francesa, Abu El Ualid, pasa a ser el máximo líder terrorista en el Gran Sahara y África Occidental.

Para los servicios de información americanos, la muerte de Mokhtar Belmokhtar, unida a la muerte de Ahmed El Tilemsi, abrieron la carrera ante Abu El Ualid que pasó a alcanzar la misma altura que sus dos antecesores en la jerarquía de la organización terrorista. Los americanos, también, atribuyen a Abu El Ualid el ataque a un hotel en Bamako.

Se sabe que Abu El Ualid, junto con un grupo bastante heterogéneo de militantes de distintas etnias y procedencias, principalmente de la tribu Fulani (Peul), operan actualmente en la región maliense de Ménaka, en la frontera con Níger y Burkina Faso, al norte del río.

La entrada de las fuerzas francesas y los soldados del G5, en el norte de Malí, supuso una verdadera fragmentación en todas las organizaciones terroristas, incluso la desaparición de algunas de ellas. Esta situación, ha hecho que las afinidades tribales tengan mayor peso en el reparto y el control de territorios. Este hecho, está en la base de la alianza entre Abu El Ualid y la tribu de Fulani. Esta tribu le ofrece el calor y la seguridad que necesita y, a cambio, la tribu tiene el respaldo de un hombre conocido en la región que bien podría servirle como arma disuasoria, en sus disputas, con sus vecinos.

En los años que siguieron, ISGS lanzó ataques en Mali, Burkina Faso y Níger. En el cuartel general francés, estadounidense y saheliano, Abu El Ualid se unió a Iyad Ag Ghaly, actual jefe de Jama'at Nasr al-Islam wal Muslimin con las siglas JNIM o GSIM, filial de Al Qaeda, antes que los dos grupos entraran en una guerra por la influencia y el control de los territorios. 

Abu El Ualid iba siempre armado y era obsesionado con su seguridad personal y era consciente de los medios materiales y humanos desplegados para liquidarlo. Nunca usó un teléfono ni hizo grabaciones de video o audio. Cuando se comunica, es a través de cartas escritas a mano. La gran mayoría de sus combatientes nunca lo han visto. Solo un pequeño núcleo de seguidores leales, sus amigos que han estado con él desde el principio, pudieron acercarse a él. Y cuando tiene que moverse, lo hace en una motocicleta y sin escolta para no llamar la atención.

En el terreno, las fuerzas francesas detrás de la Operación Barkhane entendieron que la lucha sería larga. A pesar de las críticas, cooperaron con sus enemigos tuareg del Movimiento para la Salvación de Azawad (MSA), el Grupo de Autodefensa y Aliados Tuareg Imghad (Gatia) y últimamente hasta con JNIM (Al Qaeda).

A finales de febrero de 2018, Abu Walid escapó por poco de una operación de barrido al sur de Indelimane. Según tres jóvenes combatientes detenidos en Bamako que estaban a su lado, su líder resultó herido en la operación, pero logró escapar a pie. Luego fue a Gourma. Dos años después, concretamente el pasado 23 de agosto de 2021 saltaron las alarmas de Malí. Varios foros locales y analistas en asuntos antiterroristas afirman que Abu El Ualid has muerto en un bombardeo efectuado por Francia entre Menaka y las fronteras de Níger, la misms noticia fue confirmada 20 días después por el propio presidente de Francia, Emmanuel Macronen su cuenta de Twitter"Abu Walid al-Sahraoui estaba "muerto". "Se trata de un nuevo gran éxito en la lucha contra los grupos terroristas en Sahel"dijo Macron.

La ONU reprocha a Rabat su falta de compromiso en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo en África Occidental y el Sahel.

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