Ahmed S.
ECS. Madrid. | El enorme desgaste diplomático marroquí desde que se inició la guerra del Sáhara Occidental solo ha traído un cúmulo de tensiones al país magrebí y ninguna victoria, al contrario, debilitó a todo el aparato diplomático y degradó la imagen de Marruecos en el exterior. No son pocos los frentes que aún tiene abiertos el Reino, por eso Mohamed VI ha movilizado a su aparato diplomático en sus embajadas clave de Madrid, Berlín, Bruselas y París. El rey alauita planea retirar sus embajadores de varias capitales europeas y sustituirlos por simples encargados de negocios, cargo inferior al embajador en la escala jerárquica, lo que revela que las tensiones aún persisten, según apunta Africa Intelligence.
Marruecos acopla y desacopla a su antojo la cuestión del Sáhara Occidental en sus relaciones bilaterales bajo la máscara de la integridad territorial, así el régimen marroquí se hizo el indignado y se enfureció con algunas de las capitales europeas más importantes en un intento de imponerles la aceptación de un vigente crimen internacional. Con la Unión Europea los roces se han multiplicado este año a partir de Abril y siguen prolongándose con la actuación más reciente: la anulación la semana pasada de los acuerdos UE-Marruecos por incluir los territorios ocupados del Sáhara Occidental en los tratados de pesca y agrícola. Una sentencia que supone un revés para Marruecos, ya que desmonta su delirio expansionista, rechaza de plano su soberanía y supuesta condición de potencia administradora del Sáhara Occidental y abre la vía a un papel activo del Frente Polisario para negociar acuerdos económicos en el Sáhara Occidental al reconocerlo como representante único y legítimo del pueblo saharaui.
La sustitución de embajadores por encargados de negocios de las embajadas es algo usual cuando las relaciones entre los países no permiten el mantenimiento o envío de un embajador de carrera. Una causa extraordinaria que parece estar detrás del posible movimiento marroquí, pues en todas las capitales arriba mencionadas, Marruecos mantiene tensiones. Con Madrid se anunció a principios de Agosto que se estaba revisando íntegramente las relaciones, con Berlín el embajador marroquí regresó a su puesto bajo un secretismo sepulcral aunque Alemania ya ha congelado la millonaria ayuda al desarrollo que iba a Marruecos, con París -aliado más cercano-, abrió nuevas tensiones la semana pasada cuando Francia limitó los visados a los marroquíes dado que su país incumple las políticas migratorias, y finalmente en Bruselas, cuartel general de la UE, poco hace falta decir tras la histórica sentencia que dio dos meses para cancelar los acuerdos UE-Marruecos por explotar ilegalmente el territorio saharaui.
Según la información ofrecida por Africa Intelligence, Mohamed VI destituirá a sus embajadores por encargados de negocio, política y diplomáticamente menos relevantes. Marruecos parece que ha agotado la política del cheque, usada hasta la saciedad con periodistas, organizaciones y grupos de cabildeo para ganarse apoyos a su ocupación ilegal del Sáhara Occidental.
España sigue siendo servil y perjudicándose a sí misma para contentar a Marruecos. Es insólito que después de haberles hecho sangrar la economía andaluza por cancelar la Operación Paso del Estrecho, permitir la entrada de decenas de miles de inmigrantes irregulares al territorio ceutí e incumplir reiteradamente el acuerdo agrícola introduciendo cifras superiores a lo estipulado hundiendo gravemente al sector hortofrutícola español, Madrid dice que recurrirá, en contra del beneficio de sus ciudadanos, la sentencia del TJUE simplemente para contentar a Mohamed VI y asegurar su negocio.
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