Ahmed Zain.
ECS. Madrid. | 11 meses después de la normalización de relaciones con Marruecos, el estado hebreo sale al paso y reconoce públicamente que Estados Unidos está en desacuerdo con la forma en la que se realizó, exigiéndole ''fortalecer los acuerdos existentes con UAE, Baréin y Marruecos'' a través de incentivos ''para que se sumen más países.''
La ambigüedad mostrada por Blinken así como por parte de la Administración Biden respecto al tuit de Trump elevado a falso reconocimiento oficial por los marroquíes, en el que reconoció una supuesta soberanía marroquí sobre el territorio no autónomo del Sáhara Occidental , y que sirvió como ''gancho'' para atraer a Marruecos a formalizar sus relaciones con Israel, se ha acabado desinflando ante el paso del tiempo. La ministra israelí de Interior, Ayelet Shaked, concedió recientemente una entrevista al Times of Israel, donde ofreció una mirada crítica a los acuerdos de Abraham enfocándose en Emiratos Árabes Unidos y Marruecos, declarando que "hay mucho potencial, pero mucho depende del compromiso de la administración Biden. En última instancia, estos países hacen la paz no solo porque tienen interés en hacer la paz con Israel, sino también porque tienen interés en Estados Unidos.'' Un descuido que muestra lo que era un secreto a voces; la complacencia y servilismo de muchas de las monarquías del Golfo así como de la alauita de Marruecos con los Estados Unidos.
La ministra continuó diciendo ''Todos los países que se adhirieron a los Acuerdos de Abraham recibieron algo de los estadounidenses, así que si los estadounidenses están dispuestos a invertir en este proceso, creo que hay un gran potencial'', indicó Shaked. "Estos países necesitarán obtener cosas de los estadounidenses, no de nosotros", dijo. En clara referencia a la ambigüedad y rechazo mostrado por la Administración Biden al reconocimiento de la supuesta soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental y el posterior bloqueo de la venta de drones y cazas F35 tanto a Marruecos como a UAE, en Junio y Enero respectivamente.
Marruecos, tal y como reconoció el canciller Bourita tras haberlo negado en un primer momento, reanudó las relaciones diplomáticas con Israel a cambio del reconocimiento por parte de la administración Trump de una supuesta soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental con la apertura de un consulado en Dajla ocupada y la venta de drones Reaper, ninguno de ambos ha sucedido tras ser bloqueadas por el Congreso norteamericano. Por su parte los Emiratos Árabes Unidos firmaron el acuerdo de paz con Israel tras serle prometido que iban a venderles cazas F-35.
Desde que Trump dejó la Casa Blanca, hace casi un año, ningún otro país árabe o musulmán ha concluido un tratado de paz con Israel. Incluso uno de los países más entusiasmado por emprender el camino de la normalización, la monarquía absoluta de Omán, ha reculado. "Hacer que más países se adhieran a los acuerdos abrahámicos requerirá incentivos estadounidenses", añadió Ayelet Shaked.
Cabe destacar que el 19 de enero, en la víspera de la toma de posesión de Biden, Antony Blinken compareció ante el Comité de Asuntos Exteriores del Senado tras la aprobación de su nombramiento como jefe de la diplomacia estadounidense, donde afirmó que estaba considerando "examinar cuidadosamente los compromisos que pudieran haber asumido en el contexto de la normalización de las relaciones entre los países árabes con Israel.'' En el mismo contexto, el Ministro de Defensa norteamericano, Lloyd Austin respondió a una pregunta sobre el Sáhara Occidental asegurando que estudiará el expediente inmediatamente después de asumir el cargo.
Desde que Trump dejó la Casa Blanca, hace casi un año, ningún otro país árabe o musulmán ha concluido un tratado de paz con Israel. Incluso uno de los países más entusiasmado por emprender el camino de la normalización, la monarquía absoluta de Omán, ha reculado. "Hacer que más países se adhieran a los acuerdos abrahámicos requerirá incentivos estadounidenses", añadió Ayelet Shaked.
Cabe destacar que el 19 de enero, en la víspera de la toma de posesión de Biden, Antony Blinken compareció ante el Comité de Asuntos Exteriores del Senado tras la aprobación de su nombramiento como jefe de la diplomacia estadounidense, donde afirmó que estaba considerando "examinar cuidadosamente los compromisos que pudieran haber asumido en el contexto de la normalización de las relaciones entre los países árabes con Israel.'' En el mismo contexto, el Ministro de Defensa norteamericano, Lloyd Austin respondió a una pregunta sobre el Sáhara Occidental asegurando que estudiará el expediente inmediatamente después de asumir el cargo.
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