Por Sidi Maatala/ECS
Argel (ECS).- El ministro de relaciones exteriores de Argelia, Ramtane Lamamra, dijo hoy, en una entrevista con el diario británico Al-Quds Al-Arabi, que Argel se mantiene firme en su papel histórico, que se basa en el principio de apoyar a los pueblos oprimidos, el principal de los cuales es el hermano pueblo palestino. "La causa palestina no es solo una política seguida por el gobierno, sino que es parte integral de los componentes de la conciencia y el compromiso genuino del pueblo argelino con el derecho de los pueblos para poner fin al colonialismo y a la ocupación extranjera, como lo demostró nuestro pueblo a través de su revolución contra el colonialismo francés, que duró 132 años", recalca Lamamra.
Marruecos sabe que es incapaz de imponer su visión en el Sáhara Occidental.
En su entrevista, Lamamra revela que la idea de utilizar la carta del Sáhara Occidental como un papel de presión para fortalecer a Marruecos y debilitar a Argelia sigue vigente. "Este asunto resurgió de nuevo después del fracaso de la carta del terrorismo y los movimientos populares internos para desestabilizar nuestro país", añade.
Lamamra aseguró que Argelia está convencida de que Naciones Unidas cumplió estrictamente con los dictados de Francia y EE.UU con el fin de clasificar el conflicto del Sáhara Occidental como una disputa regional en lugar de un tema de descolonización, lo que supone una grave violación por parte de la ONU de uno de sus principios más importantes que es la concesión de la independencia a los pueblos y territorios sometidos al colonialismo, según lo estipulado en la Resolución 1514 de 1960.
El jefe de la diplomacia argelina asegura que Marruecos sabe que es incapaz de imponer su visión en el Sáhara Occidental. "Todavía hay una fortaleza firme, que es Argelia, que seguirá apoyando el derecho del pueblo saharaui al derecho a la libre determinación, al igual que apoya al pueblo palestino para lograr su derecho a la autodeterminación", aclara, y añade: "No es la intención de Argelia, ni ahora ni en el futuro, abandonar este principio. Es por eso que el plan para desestabilizar a Argelia ha resurgido de nuevo como una prioridad para alguno Estados satélites, porque la realidad no se puede imponer en el Sáhara Occidental, ni siquiera con el reconocimiento de Trump u otro similar (...), mientras Argelia esté al lado del pueblo saharaui en su lucha por su derecho a la autodeterminación. Desde este punto de vista, entendemos el tema de la normalización con Israel, y Tel Aviv es el mayor beneficiario de este tema".
"Argelia tiene mucha más credibilidad con el mundo árabe que los promotores de la teoría de que "cada país trata sus asuntos internos como lo ve", lejos de cualquier coordinación colectiva, como lo hicieron países de normalización como Marruecos, Sudán y Emiratos Árabes Unidos. Es decir, anteponen sus intereses a todo lo demás. Argelia mantuvo una posición equilibrada para la paz con Israel. Creemos que una paz razonable, al menos, debe basarse en la Iniciativa de Paz Árabe, el principio de tierra por paz y el establecimiento de un Estado palestino con Jerusalén Oriental como capital", asevera.
La relación entre Marruecos y Israel, y su impacto en la cuestión del Sáhara Occidental y la relación de Israel con la causa palestina a la luz de la normalización árabe, darán forma al nuevo mundo árabe.
"Desde este punto de vista, ahora vemos que las cosas están muy claras. Al contrario de lo que sucedió en 1975, que apuntaba al gobierno de entonces, ahora apuntan a Argelia como nación, como unidad nacional, soberanía, independencia nacional e integridad territorial. Ahora las cosas son más peligrosas. Sentimos que se está librando una guerra total contra nosotros. Todos los pasos que hemos tomado son medidas defensivas para mantener la seguridad de nuestra patria.", concluye Lamamra.
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