Por Abdurrahaman Budda
Madrid (ECS). - Hach Fadel se alistó en el ejército español en Ifni, debido a las dificiles circunstancias que atravesaba su familia. En aquella época el Sáhara Occidental e Ifni, pertenecian a África Ocidental Española (AOE). En 1969, España entregó Ifni a Marruecos. Hach con su condición de saharaui, fue trasladado al territorio del Sáhara. En la ciudad de Smara encontró al teniente coronel Minas esperándole, Aprovechando su gran conocimiento de la agricultura. Minas le destinó a su amigo, el gobernador de Eyderia.
Al llegar a aquellas ciudad norteña, entregó sus documentos militares de traslado a la oficina del cuartel. Cuando Hach llegó a la ciudad norteña del Sáhara, el capitán le encargó de crear una huerta. Gracias a la labor de Hach, en aquella huerta abundaban los cultivos de zanahoria, cebollas, tomates y melones de gran tamaño. El gobernador de la localidad, muy agradecido, comunicó la noticia a sus amigos y ascendió Hach a cabo. Los jefes de los puestos militares de las ciudades de Hauza y Doora, acudieron para solicitar asesoramiento y ayuda para tener sus propias huertas, el éxito del proyecto agricola llegó a los oidos del general, Federico Salazar. Un dia aterrizó en el cuartel militar un helicopteto que transportaba varios oficiales del Estado Mayor del ejército español del territorio, encabezados por el general Salazar. La delegación militar solicitó la presencia del encargado de la huerta. Quién te ordenó a hacer esta huerta- preguntó Federico. -Son órdenes de mi capitán- dijo Hach. En el Sáhara apenas tenemos para beber, no se puede desperdiciar agua en estas cosas- dijo Salazar colérico y prosiguió- esta huerta no puede continuar. Hach se retiró amargado sabia que el general no queria que los saharauis tuvieran su propia economia, deseaba que la población del territorio continuara pendiente de los colonialistas y garantizar la venta de las mercancias de las Islas Canarias.
El 31 de octubre de 1975 se produjo la invasión marroqui- mauritana, Hach y otros suboficiales nativos les dieron escoger entre retirarse con los colonialistas españoles o quedarse en el territorio. Todos optaron por quedarse para incorporarse al ejército guerrillero saharaui. Estuvo en el frente de batalla, segunda región militar, hasta 1978, luego fue designado para crear una huerta en Enjaila, ahi convirtió aquella porción del desierto en un terreno fértil, dónde habian abundantes cantidades de frutas y hortalizas, que abastecian a los campamento de refugiados y las instrucciones del estado. Hach estuvo trabajando incandescente en aquella institución hasta que la enfermedad le obligó a volver a su jaima.
El mártir Mohamed Abdel Aziz, expresidente del Sáhara Occidental lo elogiaba constantemente y admiraba su espíritu revolucionario. Hach trabajó infatigablemente en el seno de la revolución hasta el dia de su fallecimiento en el campamento de Mijek, Auserd. Dos de sus hermanos habían fallecido a causa de graves heridas que sufrieron en el campo de batalla. Que Dios tenga en su infinita paz al alma de Hach Fadel y la de todos los mártires que donaron su vida en aras de la libertad del Sáhara Occidental.
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