Por Sidi Maatala
Madrid (ECS). - El representante del Frente Polisario ante las Naciones Unidas, Dr. Sidi Mohamed Omar, cree que a pesar de las ideas y sugerencias que el Enviado Personal del Secretario General de la ONU, Staffan de Mistura, pueda tener en su primer contacto con las autoridades de las dos partes en conflicto, existen “tres grandes desafíos en su camino, que siguen siendo decisivos para determinar el éxito de su misión como mediador internacional”.
El primero de estos desafíos inmediatos, según Sidi Omar, es "el estado de guerra en la región, resultado de la violación por parte de la potencia ocupante del acuerdo de alto el fuego el 13 de noviembre de 2020, y la posterior ocupación ilegal de más territorios de la República Árabe Saharaui".
Explicó en este contexto que la agresión marroquí obligó al pueblo saharaui a reanudar su legítima lucha armada, señalando que esta agresión no solo condujo a "la reanudación de las hostilidades", como dice el Secretario General, sino también al colapso del Proceso de Paz auspiciado por Naciones Unidas en el Sáhara Occidental. Así, "el Enviado Personal tendrá que afrontar las consecuencias de la nueva agresión marroquí para reactivar el proceso de paz".
El segundo desafío en la misión de De Mistura es "la posición del estado ocupante y su falta de voluntad política para alcanzar una solución pacífica y duradera al conflicto". "La potencia ocupante continúa, y está completamente libre de cualquier castigo o rendición de cuentas, en su intento de perpetuar y legitimar la realidad colonial impuesta por la fuerza en los territorios ocupados de la República Saharaui", lamentó Sidi Omar.
En cuanto al tercer y último desafío, está representado - según él - en "el fracaso del Consejo de Seguridad de la ONU, por la influencia de algunos de sus miembros permanentes, hacia la continua obstrucción y socavación de los cimientos del proceso de paz" por el estado de ocupación marroquí.
Omar ha recordado que el Consejo de Seguridad, además de ser el principal órgano responsable del mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, es bajo cuya autoridad se estableció la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO) el 29 de abril de 1991 con un mandato claro.
Así, el Consejo de Seguridad, añade Omar, “es totalmente responsable de garantizar la plena implementación del mandato de la MINURSO, lo que no ha hecho hasta ahora provocando el desvío del proceso de paz de su curso original y su entrada en el laberinto de fórmulas de soluciones sospechosas y estériles en nombre del “realismo” y de la “práctica”.
El diplomático saharaui subrayó que si el Consejo de Seguridad no abandona la política de "dejar las cosas como están", y se involucra seriamente en apoyar al Enviado Personal en su misión mediante el uso de todas sus herramientas diplomáticas, "no habrá algún progreso en el proceso de paz”, advirtiendo que la continuación de la inacción habitual del Consejo de Seguridad “solo conducirá a más tensión y a una intensificación de la guerra en curso”.
Al final, el representante del Frente Polisario subrayó que el éxito de la misión de De Mistura depende de cómo afrontar estos desafíos, asegurando la reactivación del proceso de paz y encaminándolo hacia la consecución de su principal objetivo de permitir que el pueblo saharaui ejerza su derecho inalienable a la libre determinación.
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