Albares no descarta una intervención de la OTAN en Malí si fuera necesario

"Si es necesario y la situación constituye una amenaza para nuestra seguridad, lo haremos", declaró Albares. No está claro si el titular de exteriores de España se refería al terrorismo o a la creciente presencia rusa en ese país del Sahel.

Las declaraciones de Albares pasaron desapercibidas en España, pero sí tuvieron eco en el continente africano. África no quiere mas guerras.

Mali replica y le recuerda a Albares "que la inestabilidad actual y la expansión del terrorismo en el Sahel están ligadas especialmente a la intervención de la OTAN en Libia [en 2011] y ahora estamos pagando el precio y las consecuencias de eso"

Por Lehbib Abdelhay 

Madrid (ECS).- El pasado día 30 de junio, la agencia británica Reuters titula: "el ministro de exteriores de España no descarta una intervención de la OTAN en Malí". El ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, anunció el jueves que no descarta una intervención de la OTAN en Malí si fuera necesaria, después de que la cumbre de la alianza en Madrid citara el auge yihadista en el Sahel entre las "amenazas híbridas" que las "potencias hostiles" pueden utilizar para socavar la estabilidad.

Preguntado por una intervención de la OTAN en Malí, Albares respondió a la Radio Nacional de España (RNE): "No, no lo descartamos". “Si fuera necesario y si supusiera una amenaza para nuestra seguridad, lo haríamos”, añadió.

El nuevo Concepto Estratégico de la OTAN considera el terrorismo y la migración ilegal como elementos a monitorear durante la próxima década, y apunta al flanco sur como un nuevo fuente de riesgo para la estabilidad. Según El Confidencial, Una intervención de la OTAN en Malí está totalmente descartada a día de hoy, aunque la situación en el país preocupe en las capitales del sur de Europa, según recalcan fuentes diplomáticas. 

El causante de la crisis actual en el Sahel es la OTAN tras su intervención militar en Libia

"Albares debe recordar que la inestabilidad actual y la expansión del terrorismo en el Sahel están ligadas especialmente a la intervención de la OTAN en Libia [en 2011] y ahora estamos pagando el precio y las consecuencias de eso", afirmó el ministro de Asuntos Exteriores Abdoulay Diop en un programa en la televisión estatal. Señaló que había pedido "al Gobierno español explicaciones y aclaraciones sobre lo sucedido" y que "esperaba una pronta respuesta".

"La posición del ministro [Albares] contradice las relaciones de amistad entre Malí y España, que siempre ha mostrado su apoyo a nuestro país, y estamos sorprendidos y condenamos esas declaraciones", afirmó Diop al término de su intervención televisiva.

Después de la intervención de la OTAN en 2011, el Sahel y Libia en particular se han transformado completamente, pero no para bien, sino para mal pues sus ciudadanos, que antes de la invasión y destrucción por países occidentales de esa región, solían disponer de un alto estándar de viva, hoy se encuentran en medio de guerras entre facciones, padeciendo pobreza y desatención económico-social.

Desde el derrocamiento y asesinato de Gaddafi, Libia y el Sahel se han convertido en un verdadero caos con grupos terroristas, bandas criminales y Estados semifallidos. Esa región está siendo usada por las mafias para el tránsito y comercio de inmigrantes desde el África subsahariana hacia el continente europeo. La violencia vinculada a grupos yihadistas en el Sahel (de 1.180 a 2.005 ataques durante 2021) pone de manifiesto la rápida escalada de la amenaza a la seguridad en esta región. Este pico es el cambio más significativo entre cualquier región propensa a la violencia de los grupos terroristas en África. Eclipsa una disminución del 30%, en promedio, en la violencia en la cuenca del lago Chad, el norte de Mozambique y el norte de África.

El incidente hispano-maliense se enmarca en un creciente deterioro de las relaciones entre Europa y ese país del Sahel. El golpe de Estado en Malí, ha sido una fuerte derrota para la inteligencia europea, que está presente en la región con gran despliegue militar y de inteligencia en el marco de la Operación Barkhane y Takoba, que luchan contra al-Qaeda y el Estado Islámico (ISGS) en la región, al no tener en cuenta las aspiraciones de los golpistas, ya que Francia apoyó abiertamente al presidente destituido Ibrahim Boubakar Keita (IBK) sin tener en cuenta las aspiraciones del pueblo de Malí.

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