Madrid (ECS).- Son las siete de la mañana del 24 de junio de 2022 y después de recorrer varios kilómetros hacia la frontera ante la pasividad de la policía marroquí, unos 2.000 inmigrantes, todos subsaharianos, llegan a la Valla levantada junto a Melilla en la frontera entre Marruecos y España. 37 hombres- la mayoría sudaneses pero también ugandeses, sursudaneses, chadianos y otras nacionalidades del África subsahariana- vestidos con ropa desgastada, yacían formados en montones. Estaban ensangrentados y golpeados con un nivel de saña similar a la ejercida por el ISIS.
La bestialidad de la matanza marroquí y la tranquilidad con la que se ejecutó dejó estupefacta la comunidad africana y una expresión corrió de boca en boca entre los migrantes: “Marruecos asesinó a los africanos”. Pero la matanza marroquí incluía otro dato: el secuestro y la detención por parte de las autoridades marroquíes de un centenar de migrantes. Entre todos aquellos cadáveres estaban sudaneses de la región de Darfur, una región situada en la parte occidental de Sudán donde pervive un grave conflicto militar por causa racial.
Una semana después de la muerte de al menos 23 personas, familiares de desaparecidos se organizan para encontrar a sus seres queridos
La situación sigue igual de mal para los familiares de los migrantes. Dos semanas después Marruecos no entregó cadáveres que nunca se pudo investigar y ni siquiera tiene la intención de hacerlo. Las autoridades marroquíes han comenzado ya a preparar varias fosas en el cementerio de Sidi Salem, a las afueras de la localidad de Nador, para enterrar a los migrantes asesinados durante el intento masivo de salto a la valla de Melilla. Marruecos ha cifrado en 23 las víctimas mortales en este suceso, mientras que ONG como Caminando Fronteras eleva los fallecidos a 37. "Los temores que teníamos han resultado ser reales: las autoridades de Nador han enterrado 21 cadáveres en el cementerio de Sidi Salem fallecidos el Viernes Negro en la valla", ha asegurado la ONG AMDH-Nador en un comunicado publicado en Facebook.
Los compañeros de los inmigrantes muertos condenan el silencio de España y se quejan de la desidiosa investigación. Siete días después no hay investigación sobre la actuación de los gendarmes marroquíes, elemento central de la violencia cometida. Es un desprecio permanente a las víctimas. Nos ven como cosas tiradas en el suelo y ni siquiera se sabe como quedará ese asunto.
La "matanza" de Melilla pone en aprietos tanto Marruecos como España
La ONU ha elevado el tono ante la matanza de Melilla en la que murieron los subsaharianos mientras el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, y la UE sigue cerrando filas con el régimen de Marruecos y rechazan cualquier crítica o reproche a la actuación de la Gendarmería marroquí. Horas después de que la Secretaría General de la ONU a través de Stephen Dujarric, denunciara el «uso excesivo de la fuerza» en los sucesos del viernes en Melilla, Sánchez pidió «ponerse en la piel» de Marruecos, cuyos agentes de seguridad se emplearon con contundencia en unos disturbios que acabaron con entre 23 y 37 inmigrantes sudaneses muertos y decenas de heridos. "Hay que verlo desde un punto de vista global y transversal. Marruecos también tiene un problema de inmigración irregular, y hay que ayudarles a controlar el flujo de las fronteras", dijo Sánchez este miércoles en una entrevista en Cadena Ser. "Tenemos que ponernos en la piel de todos y cada uno de los actores de esta tragedia. Hay que recordar algo muy importante y que somos el único país de la Unión Europea que tiene frontera terrestre con África. El drama de la política inmigratoria irregular es complejo», agrega Pedro Sánchez.
"Para evitar tragedias como las de Nador (el jefe del Ejecutivo expresamente situó la «tragedia» al otro lado de la frontera), lo que hay que hacer es trabajar en Sudán", país de donde eran la inmensa mayoría de los 2.000 inmigrantes que participaron en el asalto masivo del viernes por la mañana. "Hay que ser empáticos con los migrantes, pero también que nos pongamos en la piel y zapatos de las Fuerzas de Seguridad españolas y los habitantes de Ceuta y Melilla, que tienen derecho a vivir seguro en ciudades que son España", apuntaló el presidente.
En España, Sánchez ha sido muy criticado por sus socios, parlamentarios y por un sinfín de ONG que consideran a su Gobierno parcialmente responsable de la matanza de Melilla. Recuerdan que es el episodio más cruento de cuantos se han producido para entrar en Ceuta y Melilla desde que en 1996 y 1998, respectivamente, se levantaron las dos vallas.
Después de felicitar a los gendarmes de Marruecos por su actuación, Sánchez acusó a “las mafias” de aprovecharse de los migrantes, una palabra, que según El Confidencial, ha sido retomada por políticos y medios de comunicación marroquíes pese a que, detrás de los que saltan la valla, agrega el rotativo español que cita informes policiales, no hay ninguna organización criminal. Según la ONU, las llamadas 'mafias' sí existen en otras etapas y lugares de la inmigración irregular, pero en África no son tan poderosas como en América Latina.
0 Comentarios