Agencias
Madrid (ECS). - Marruecos aseguró haber repelido en la madrugada del domingo un intento masivo de entrada por la fuerza de más de un centenar de inmigrantes a Ceuta, requiriéndose el refuerzo por parte de España de efectivos de la Guardia Civil tanto en Benzú como en el Tarajal, ante la posibilidad de que las fuerzas marroquíes pudieran verse desbordadas, según informó EFE.
Fuentes de la Delegación del Gobierno en Ceuta han informado a EFE de que la ciudad autónoma española ha vivido una de las noches de mayor presión migratoria de este verano ya que los intentos de entrada ilegal se han producido tanto por tierra como por mar, un panorama similar a la entrada masiva de diez mil marroquíes en mayo de 2021.
Fueron las fuerzas de seguridad españolas las que alertaron a las autoridades marroquíes tras divisar con las cámaras térmicas en torno a un centenar de inmigrantes subsaharianos que descendían por el monte conocido como Mujer Muerta para intentar realizar el asalto por la zona de Beliones.
Marruecos ya había anunciado que ya controla efectivamente la zona después del giro de Sánchez en el Sáhara Occidental, y que después de la matanza de Melilla, en la que fueron Asesinados 37 inmigrantes, ha trasladado a las autoridades españolas que ya "limpiado" la zona de los sin papeles que planean cruzar hacia Europa.
Tras el aviso de las autoridades de seguridad españolas, las fuerzas marroquíes activaron el servicio frenando el intento de asalto, logrando parar a los inmigrantes antes de que estos lograran acercarse hasta la zona del espigón de Benzú, al que sí lograron llegar unos pocos que, ante la presencia de las autoridades marroquíes, se desviaron de la ruta para lograr alcanzar la playa. Una vez allí, no obstante, fueron interceptados por los agentes marroquíes.
Ese no fue el único intento de la noche ya que también se produjo otro intento masivo de entrada ilegal por mar, por la zona fronteriza del Tarajal, según el diario El Mundo.
El régimen de Marruecos ha abierto la semana pasada un nuevo frente en su continua crisis con al UE, y ha suspendido una cumbre con el alto representante de la Unión Europea, Josep Borrell, por haber defendido una consulta en el Sáhara Occidental. Borrell aseguró al programa 'La Hora de La 1' de la TVE que "la posición que tiene el Gobierno de España era y es la de la UE; defender la realización de una consulta para que el pueblo saharaui sea quien decida cómo quiere que sea su futuro".
Este posicionamiento fue deplorado por Marruecos, que incluso llegó a decir que esperaba que se tratara de un "lapsus". En consecuencia, el ministro de Exteriores marroquí, Nasser Bourita, ha cancelado una reunión bilateral que estaba prevista para septiembre en Rabat con Borrell alegando que el encuentro es "inapropiado".
Marruecos y el chantaje migratorio
En la última reunión entre los altos cargos de Policía de España y Marruecos, según se desprende del Comunicado publicado por Rabat, Marruecos, como siempre, ha vuelto a pedir lo mismo: dinero para supuestamente luchar contra la inmigración, que Marruecos promueve cuando quiere; la droga, de la que es el primer productor y exportador mundial; y el terrorismo, donde sus nacionales están presentes en todos los actos cometidos en Europa.
Para cambiar la posición de la Unión Europea sobre el Sáhara Occidental o pedir más dinero, Rabat ha abierto frentes con varios países del bloque comunitario. Mohamed VI juega la carta de amenaza y chantaje migratorio. Falto de toda estrategia al no haber alguna para validar su violación del derecho internacional en el Sáhara Occidental, acude a los métodos más abyectos. Hace un poco más de un año, fueron más de 10.000, la mayoría menores, los que saltaron al agua desde la costa de la pequeña ciudad marroquí de Fnideq (Castillejos), en el extremo norte de Marruecos, para evitar nadar y poner en riesgo su vida, bordearon los espigones de Ceuta, principal enclave español en suelo norteafricano. En cuestión de minutos, las fotos se hicieron portada en los medios occidentales, incluido aquella, sobrecogedora, en la que un agente de la Guardia Civil rescata un bebé ahogándose.
Mientras que Marruecos decía que se negaba a jugar el papel de "policía de Europa", a pesar de que se beneficiará de un presupuesto de 500 millones euros otorgados por la UE como parte de ayuda destinado a luchar contra la inmigración ilegal y la trata de seres humanos, proteger a las personas vulnerables y fortalecer el desarrollo económico. Todo esto además sin contar la ayuda bilateral que destina regularmente España a las fuerzas de seguridad marroquíes equipos de vigilancia costera. Marruecos, a diferencia de otros socios como Argelia que colabora activamente contra la inmigración irregular, tiende a señalar su carencia de medios y a pedir siempre más dinero o enviar más pateras.
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