Alemania lamenta que países amigos como EE.UU apliquen precios "astronómicos" al suministro de gas dirigido a la UE

El vicecanciller y ministro alemán de Economía y Acción Climática, Robert Habeck, ha lamentado que algunos proveedores de energía, incluyendo países amigos como Estados Unidos, apliquen precios "astronómicos" al suministro de gas dirigido a la Unión Europea.

ECSAHARAUI 

Berlín (ECS).- El vicecanciller y ministro alemán de Economía y Acción Climática, Robert Habeck, ha lamentado que algunos proveedores de energía, incluyendo países amigos como Estados Unidos, apliquen precios "astronómicos" al suministro de gas dirigido a la Unión Europea.

"Algunos países, incluso los amigos, a veces nos imponen precios ridículos", dijo el miércoles el ministro alemán en una entrevista con el periódico Neue Osnabrücker Zeitung.

Habeck enfatizó que "esto plantea un problema" y pidió a la Comisión Europea que "discuta" el tema con estos países encabezados por EEUU.

Desde el inicio de la operación militar especial rusa en Ucrania, Moscú ha reducido los suministros de gas a Alemania antes de cerrar el grifo definitivamente a principios de septiembre. Las importaciones de gas rusas representaban el 55 por ciento de los suministros del país antes del conflicto de Ucrania.

Para garantizar la seguridad energética y mantener su industria en gas, Berlín está buscando fuentes alternativas y ha aumentado significativamente las compras de gas licuado, pero esa importación es muy costosa.

Alemania, como todo el Viejo continente, recurrió en particular a Estados Unidos, que aumentó las exportaciones de gas natural licuado (GNL) a Europa del 28 al 45 por ciento entre 2021 y 2022. Entonces Habeck se refiere de los proveedores estadounidenses en particular. "Estados Unidos recurrió a nosotros cuando aumentaron los precios del petróleo (...) Creo que esa solidaridad sería beneficiosa si se reducen los precios de esta materia prima", agregó el ministro.

La primavera pasada, cuando los precios del petróleo se dispararon, Estados Unidos y sus aliados en la Agencia Internacional de Energía confiaron en sus reservas estratégicas nacionales para aliviar la presión sobre los mercados.

Berlín también pidió a la Unión Europea que coordine sus compras de gas para reducir los precios.