Marruecos a la deriva, lo afirma el Banco Mundial, el PNUD y lo dicen también los propios marroquíes


Agencias 

Madrid (ECS).- Marruecos a la deriva. Lo afirma el Banco Mundial y el Índice Mundial de Desarrollo Humano (PNUD). Lo dicen también los propios marroquíes. Como Omar Brouksy, Periodista y profesor de Ciencias Políticas en Marruecos. Fue periodista de la Agence France-Presse y jefe de redacción del Journal hebdomadaire hasta su cierre por el régimen en enero de 2010. Es el autor de Mohamed VI derrière les masques. Le fils de notre ami y de La République de Sa Majesté. France-Maroc, liaisons dangereuses. Ambos libros están prohibidos en Marruecos.

El periodista publicó un análisis exhaustivo en el periódico Orientxxi sobre la situación en Marruecos y la grave crisis económica y social que atraviesa el pais norteafricano, causada principalmente por la gobernanza inestable, marcada por la omnipresencia del rey Mohamed VI y por sus largas ausencias. 

Hasta este sábado 08 de octubre, después de cuatro meses, Mohamed VI se encontraba en París y sus alrededores de forma ininterrumpida. Si le añadimos a estos cuatro meses y una semana su estancia de 30 días que estuvo entre marzo y abril en su residencia de Pointe Denis en Gabón, Mohamed VI habrá pasado más de seis meses del año actual fuera de Marruecos. En estos seis meses, Mohamed VI ha estado en Rabat 4 veces, la primera ha estado dos días, la segunda seis horas, la tercera 3 horas y la cuarta, la actual (08 de octubre hasta ...).

Mohamed VI lleva una vida de lujo con un trío alemán de luchadores de artes marciales mixta. En sus viajes al extranjero, rara vez acompaña al monarca su familia convencional, Lala Salma Benani y sus dos hijos. Si estuvieran con él en el pasado en sus viajes a Turquía, Cuba y Florida (EE.UU), pero desde hace más de tres años, el monarca ya tiene una nueva familia; Los hermanos Azaitar. Según señala el periodista Ignacio Cembrero en un análisis publicado en El Confidencial, los tres campeonatos en el ring se han convertido, desde abril de 2018 —justo un mes después de su divorcio—, en una familia alternativa para el rey. Son inseparables pese a su historial oscuro y a pesar de la agresiva campaña mediática llevada a cabo por los poderosos consejeros del monarca contra estos tres hermanos. Más grave aun, según informó El Confidencial, las ausencias prolongadas del monarca plantean problemas de gobernanza en un país cuya Constitución de 2011 otorga enormes poderes al jefe del Estado y en el que el Gobierno desempeña un papel muy secundario.

En realidad, sus principales consejeros, que en la primavera de 2021 y, de nuevo, este año inspiraron una brutal campaña de prensa denunciando los abusos, la ostentación y la corrupción de los Azaitar, como Fouad Ali el Himma (59 años), principal consejero real, y de Abdellatif Hammouchi (56 años), el máximo jefe policial, que se encarga de toda la seguridad en Marruecos. Pero están también, aunque influyen menos que los anteriormente mencionados, Yassine Mansouri, compañero del rey y jefe de los servicios de inteligencia militar (DGED) y el polémico Nasser Bourita, actual ministro de Exteriores. Según un artículo firmado por un experto en el Magreb (Ignacio Cembrero), los principales consejeros del rey tienen dificultades para comunicarse con el monarca; "los hermanos Azaitar tienen absorbido a Mohamed VI y controlan hasta su agenda".

Grave crisis económica 

Mohamed VI pasa la mayor parte del año fuera de su país, una nación sumida en el caos diplomático con una guerra por el poder y una crisis económica y social. Más grave aun, las ausencias prolongadas del monarca plantean problemas de gobernanza en un país cuya Constitución de 2011 otorga enormes poderes al jefe del Estado y en el que el Gobierno desempeña un papel muy secundario.

El aumento del precio de los combustibles y alimnetos en Marruecos ocurre en un contexto marcado por una sequía excepcional, la peor de los últimos cuarenta años. Según el Banco Mundial, "las represas solo tienen una tasa de llenado del 27%, lo que coloca a Marruecos en “situación de estrés hídrico estructural”. Así, cerca del 40% de la población marroquí empleada en el sector agrícola, que representa el 14% del PIB, se ve impactada directamente por la sequía.

Un déficit comercial

Según el periodista, las cifras oficiales de la balanza comercial en Marruecos registran, para los primeros siete meses de 2022, un déficit en alza de más de 17.000 millones de euros, a pesar de un aumento del 40% de las exportaciones. Mientras el déficit comercial se explica mayormente por el aumento (duplicado) de la factura energética en un país marcado por un crecimiento débil, un alza de la inflación y desigualdades cuyas consecuencias, en términos de estabilidad social, siguen siendo a la vez imprevisibles y constantes. 

Según el último informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Marruecos el 123er lugar de 191 países, un retroceso de un puesto respecto al año pasado. Lo superan todos los países del Magreb: Argelia (puesto 91), Túnez (97), Libia (104) y Egipto (97).

En el mismo informe, la ONU resalta de nuevo los dos grandes fracasos del gobierno marroquí, la enseñanza/educación y la salud, en un contexto de injusticias y de desigualdades que no dejan de crecer.

Un gobierno con un papel muy secundario

Desde su elección hace justo un año, el gobierno marroquí dirigido por el empresario Aziz Ajanuch, un multimillonario cercano al Palacio Real, intenta “manejar” esta crisis que en el plano social se traduce por una tensión encubierta que sin embargo cobra la forma de un verdadero malestar. "Es un gobierno que no gobierna; se contenta con ejecutar las decisiones tomadas en el palacio a través del gabinete real, un gobierno paralelo dominado por uno de los hombres más influyentes del reino, Fuad Alí el Hima", señala Omar en su análisis.

Todas las miradas están puestas en el Palacio Real de Mohamed VI, donde llama la atención un fenómeno político que sin embargo no es nada nuevo: "las intrigantes ausencias del rey Mohamed VI, un monarca absoluto de derecho divino y verdadero patrón del poder ejecutivo", resalta.

Y fracaso en el expediente saharaui 

Para sofocar los problemas sociales y  económicos con múltiples facetas, donde lo imprevisible sigue estando muy presente, había que encontrar un enemigo: luego de Alemania y España, esta vez es el turno de Francia. Su decisión –absolutamente escandalosa– de limitar de manera drástica el otorgamiento de visados mientras el reino siga rechazando el regreso de sus inmigrantes expulsados por Francia, provocó de inmediato una fricción en las relaciones con París. Y una vez más, el tema del Sáhara Occidental sirve como instrumento político y diplomático. En su último discurso pronunciado el 20 de agosto, el Mohamed VI se dirigió a Francia con términos apenas disimulados: "Quisiera dirigir un mensaje claro para todo el mundo: el asunto del Sáhara es el prisma a través del cual Marruecos considera su entorno internacional. También es clara y simplemente la vara que mide la sinceridad de las amistades y la eficacia de las asociaciones que el reino establece (…) Visto que algunos países que se encuentran entre nuestros socios, tradicionales o nuevos, tienen una posición ambigua respecto al Sáhara, esperamos que clarifiquen y revisen su posicionamiento de una manera que no se preste a ningún equívoco", dijo en su momento el monarca.

Omar Brousky ridiculiza la última decisión de Mohamed VI, y se pregunta ¿Reconoce Israel al Sáhara Occidental como parte del Reino? ¿Este prisma se aplica a todos los países “amigos”, como dice el rey, incluido Israel, con quien Marruecos estableció relaciones “ejemplares y privilegiadas” y una cooperación militar que no deja de fortalecerse, pero que por el momento se rehúsa a reconocer la “marroquinidad” del Sáhara?, se pregunta.


Fuentes: Orientxxi, El Confidencial y ECSAHARAUI 

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