Agencias
Madrid (ECS).- El ministro de Defensa serbio, Milos Vucevic, anunció que el presidente de su país, Aleksandar Vučić ordenó al ejército aumentar la preparación combativa debido a las posibles tensiones bélicas con Kosovo.
El ministro de Defensa serbio agregó que el ejército está "listo para llevar a cabo cualquier orden para proteger a los serbios en Kosovo y Serbia" por orden del presidente Vučić en su calidad de comandante en jefe de las fuerzas armadas.
Las tensiones escalaron a finales del pasado mes de julio entre los dos países vecinos tras la entrada en vigor de una ley anunciada por el Gobierno de Kosovo, antes de que se retractara y pospusiera su entrada un mes para calmar la situación.
La ley requiere que todos, incluidos los serbios que viven en Kosovo, tengan una tarjeta de identidad de la versión del país y cambien las placas de matrícula de la vecina Serbia por las de la versión kosovar.
Esta política corresponde a una política de larga data impuesta por Belgrado a los ciudadanos kosovares que visitan Serbia.
El jueves pasado, las autoridades serbias expulsaron del país al viceprimer ministro de Kosovo, Pesnik Beselmi, cuando se dirigía a la capital, Belgrado.
Beselmi tenía previsto asistir a una conferencia organizada por el Centro independiente de Políticas de Seguridad de Belgrado el viernes pasado.
Uno de los organizadores de la conferencia explicó que los policías serbios detuvieron el convoy de Beselmi una hora antes de su llegada a Belgrado y le ordenaron regresar a Kosovo. Las autoridades dijeron que fue devuelto "por razones de seguridad".
Advertencia de la OTAN
El pasado mes de agosto, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, advirtió -tras una reunión con el presidente serbio Aleksandar Vucic- que la fuerza de la OTAN en Kosovo (KFOR) "está lista para intervenir si la estabilidad se ve amenazada" debido a los disturbios en la frontera con Serbia.
“Hablé con el presidente serbio Vucic sobre las tensiones en el norte de Kosovo”, dijo Stoltenberg en Twitter.
Agregó: "Todas las partes deben participar constructivamente en el diálogo liderado por la Unión Europea y resolver las diferencias a través de medios diplomáticos, y la fuerza de la KFOR está lista para intervenir si la estabilidad se ve amenazada de acuerdo con el mandato de las Naciones Unidas".
Kosovo, cuya población es mayoritariamente albanesa, se separó de Serbia en 1999 y declaró su independencia en 2008, pero Belgrado todavía lo considera parte de su territorio y apoya a la minoría serbia en él.
Belgrado nunca ha reconocido la independencia declarada por Kosovo tras una década de guerra sangrienta que dejó 13.000 muertos, la mayoría albanokosovares. Desde entonces, la región ha experimentado disturbios de vez en cuando.
El presidente serbio ha dicho que Kosovo no es un país independiente y que es parte de Serbia según el derecho internacional.
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