ECSAHARAUI
Campamento de Dajla (ECS).- Hito histórico. Brahim Ghali pasará a la historia como el líder que ha abierto la veda a la legítima disputa política dentro del Frente Polisario. Y así lo ha reconocido su rival, Bachir Mustafa Sayed, que se ha dirigido a una audiencia, bastante atenta, con un discurso de unos veinticinco minutos de duración.
En el arranque de su intervención, Bachir Mustafá Sayed se ha empleado a fondo para tranquilizar a unas bases que, nunca antes, habían visto una disputa por el poder dentro del Frente Polisario. Para ello, ha recurrido a su habitual locuacidad para engatusar a unas bases bastante atentas a sus palabras. El fenómeno, ciertamente novedoso, exigía andar con pies de plomo ante una audiencia escasamente familiarizada con los procesos de disputa política para alcanzar el poder.
Y una vez atraída la atención de los congresistas, el candidato ya no tuvo mayor dificultad para aclarar los motivos que le han llevado a presentarse como alternativa al presidente Ghali.
Con su exuberante capacidad de oratoria y su habitual recurso a la genuina cultura ‘bidhan’ ha concatenado los escasos, pero importantísimos, puntos de diferencia con el presidente Ghali.
Y, consciente de que los detractores de Ghali, le echan en cara su mala gestión en los últimos años, Bachir Mustafá Sayed ha hecho bandera de la mala gestión de su rival político para conectar con esos sectores tan críticos con la gestión de Ghali y, así, atraer un mayor número de votos.
Con su discurso, no exento de cierto peaje, Bachir se ha afianzado como un auténtico candidato para ser presidente. En general, según varios testigos presentes, existe la impresión de que el candidato ha acertado en su discurso y la experiencia ha sido positiva para los asistentes.
No obstante, hasta ahora nadie se atreve a dar un pronóstico sobre cuál de los dos candidatos podría ganar esta batalla del XVI congreso, algo bastante normal, si tenemos en cuenta que es la primera vez en la historia del Polisario que se presentan dos candidatos rivalizando por el liderazgo de la organización.
Existe unanimidad en cuanto a que ninguno de los candidatos podrá ganar en la primera vuelta, donde se requiere el voto favorable de dos tercios de los congresistas. En consecuencia, habrá que esperar hasta el recuento de la última papeleta electoral para saber quién es el ganador.
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