ECSAHARAUI
Madrid (ECS).- Después de una profunda crisis diplomática, España y Marruecos se comprometieron este jueves en Rabat a incrementar su cooperación, pese a las críticas contra el jefe de gobierno Pedro Sánchez, acusado por sus socios de coalición y por la oposición de ceder y dar una imagen de debilidad de España. Por su parte el primer ministro marroquí, Aziz Akhannouch, afirmó que las relaciones entre ambos países "nunca habían alcanzado este nivel de cooperación y de coordinación".
Así, y tras obtener, hace casi un año, el respaldo del gobierno de Sánchez a la solución que propugna para resolver el conflicto del Sáhara Occidental, ahora el régimen de Marruecos aprovecha la debilidad de España y aspira a que jefe del ejecutivo español le ayude a combatir a los saharauis con el que está en guerra desde el 13 de noviembre de 2020.
Según recoge El Confidencial, Aziz Akhannouch formuló esa petición ante Sánchez en el discurso de clausura de la cumbre hispano-marroquí celebrada el jueves en Rabat entre los gobiernos de España y de Marruecos en ausencia del rey Mohamed VI que se encontraba de vacaciones en Gabón.
El primer ministro marroquí no nombró al Frente Polisario, pero las expresiones “grupo separatista” y “milicias armadas” son las que emplean las autoridades de ocupación marroquíes para referirse al movimiento de liberación nacional saharaui. En cuanto al enfoque “social” al que alude el anfitrión de Sánchez consiste, sobre todo, en ayudar a los refugiados de los campamentos saharauis cuando ya no sean gestionados por el Frente Polisario.
"Hay que redoblar los esfuerzos conjuntamente para hacer frente a los peligros que amenazan la seguridad de la región, relacionados con la inmigración ilegal, la trata de seres humanos, las drogas, el terrorismo, los grupos separatistas y las milicias armadas”, dice Akhannouch en su discurso con el que cerró la polémica cumbre.
La insinuación de Akhannouch suscita revuelo
La insinuación de Akhannouch a Sánchez suscitará, probablemente, algún revuelo en la coalición de Gobierno cuyos ministros no quisieron acompañar a Sánchez a Rabat para no dar así la impresión de secundar el cambio de posición sobre el Sáhara Occidental.
“La sola insinuación de que España colabore con Marruecos en la guerra de ocupación que mantiene con el Frente Polisario es muy grave y demuestra hasta donde llega la sumisión del gobierno español ante la autocracia marroquí para que se atreva a hacer este tipo de sugerencias”, afirmó el eurodiputado Miguel Urban, de anticapitalistas, al conocer el discurso de Akhannouch según ha informado la misma fuente.
“El Ejecutivo no solo debe rechazar este tipo de propuesta de inmediato, sino que ha de volver a la senda del respeto del derecho internacional demandando el fin de la ocupación”, añadió. “Si un sátrapa ve debilidad en un gobierno, abusará”, comentó, por su parte, el profesor Juan Carlos Monedero, uno de los fundadores de la agrupación política de PODEMOS.
“La firmeza en la defensa de los derechos humanos es la mejor bandera para las relaciones internacionales”, añadió aludiendo al rechazo, por los eurodiputados del PSOE en el Parlamento Europeo, de la resolución que instaba a Marruecos a respetar los derechos humanos y a excarcelar a tres periodistas.
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