La administración Biden y la descolonización del Sáhara Occidental


Por Ali Brahim y Salem Mohamed 

Madrid (ECS).- Las huidas hacia adelante son generalmente síntomas de una euforia artificial que se basa en ilusiones o en una fantasiosa sensación de poder. Es cierto que las ilusiones del Gran Marruecos que persigue la monarquía marroquí hicieron creer al rey Mohamed VI que la operación de Trump para ocultar el Sáhara Occidental iba a hacer realidad un viejo sueño. Realmente creía en su sueño, sobre todo porque la fábrica de mentiras funciona a toda velocidad y le hacía creer que iba a ganar la partida. Una fábrica que funciona con el combustible de periodistas ''contentadores reales'' vinculados a redes en las que se mezclan espías de medio pelo y pequeños marqueses que hacen lucrativos negocios con Marruecos.

Así, avanzó pisando como un elefante por una tienda de productos diplomáticos. Olvidó que la diplomacia usa las armas de la cortesía y la elocuencia, pero para ser descifrada y comprender las líneas rojas que no se deben cruzar. Pero la cruda arrogancia propia de los mezquinos señores feudales hizo que cruzaran la línea roja con Alemania, Argelia, Irán, Sudáfrica e incluso la propia Unión Europea y la Unión Africana. Estos países, huelga decirlo, no lo necesitan. Por eso no le han perdonado su comportamiento propio de un niño malcriado que ignora que es necesario tener los medios para su política.

En este contexto, y tras una breve reunión con el ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, Nasser Bourita en Washington a finales del mes pasado, el Secretario de Estado de Estados Unidos, Anthony Blinken, despejó dudas y anunció públicamente que Washington apoya un proceso político creíble liderado por Naciones Unidas para alcanzar una solución pacífica al problema del Sáhara Occidental.

El titular de la diplomacia norteamericana también destacó que la administración Biden está incrementando las consultas con las partes sobre la mejor forma posible de impulsar el proceso político. También indicó que Estados Unidos apoya firmemente los esfuerzos del enviado personal del Secretario General de la ONU para el Sáhara Occidental Staffan de Mistura.

Dicho esto, la posición de Washington es clara e inequívoca, que es apoyar el papel que lidera Naciones Unidas en el proceso para alcanzar una solución política aceptable que conduzca a la paz y la estabilidad en la región del Magreb.

Tercer plantón a Mohamed VI y a sus impositivas pretensiones soberanistas propugnadas por Nasser Bourita, artífice de los ''ostentosos'' consulados ilegales

La declaración del funcionario estadounidense llegan justo después de una reunión entre Bourita y Blinken disipando de esta manera, la confusión sobre la posición de la administración Biden respecto al conflicto del Sáhara Occidental tras el error cometido por su antecesor, Donald Trump, el 10 de diciembre de 2020, por el que reconoció la supuesta soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental en lo que es un acto que contradice la legitimidad internacional y los esfuerzos internacionales encaminados a erradicar el colonialismo y concluir la descolonización del Sáhara Occidental de conformidad con las disposiciones y las resoluciones de la Asamblea General y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Se trata de la tercera vez que la Administración Biden muestra signos de rechazo al ilegal reconocimiento dado por Trump y que muchos expertos y el propio Marruecos consideraron como un ''espaldarazo'', no obstante, Ned Price, portavoz de la Casa Blanca, confirmó en reiteradas ocasiones que el enfoque de la Administración Biden sería distinto al de Trump, meses de después, el subsecretario de Estado para Medio Oriente y Norte de África de los EE.UU despejó cualquier duda de la continuidad de la imprudente política Trump en el Sáhara Occidental.

El tiempo juzgará si se trata de un ímpetu pacificador de EE.UU o de solo las tan manidas ''maniobras declaratorias'' para congelar las tensiones que alcanzan ya la violencia y ganar tiempo hasta otra declaración. 

EE.UU deberá hacer valer su palabra en el Consejo de Seguridad de la ONU y dejar de calificar de "buena idea" el pseudo Plan de Autonomía marroquí que tiene como objetivo suprimir los derechos políticos y de existencia del pueblo saharaui. Recuérdese que EE.UU es el redactor de las resoluciones para el Sáhara Occidental en el Consejo, ahí es donde verdaderamente se conseguiría algún cambio, mientras tanto, el pueblo saharaui espera que estas declaraciones no se queden en meros ''estimulantes ilusorios'', se trasladen al terreno práctico y no queden en saco roto.

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