El Frente POLISARIO detiene a una persona ¿Se repetirá el mismo escenario?

📃 Foto: Fuerzas del orden público en los campamentos saharauis/Redes sociales 

✍️ ECSAHARAUI 


Madrid (ECS).- Parece como si existiera un guión o un manual preestablecido. Cuando el Frente POLISARIO detiene a una persona, en menos de veinte y cuatro horas, el asunto alcanza una dimensión internacional. Las redes sociales reproducen en cascada una visión concreta sobre el caso. Después, un medio de comunicación internacional, habitualmente, el diario español, “La Razón”, se hace eco de la detención. El resto del relato ya es conocido.

En esta ocasión, parece ser que, ayer, las fuerzas saharauis del orden público detuvieron a una persona. Ahora mismo, la información es tan escasa (excepto la que reproducen las redes sociales) que sería imprudente emitir una valoración sobre el caso concreto. Y por mucho que los niveles de descontento social estén muy altos, tampoco podemos prejuzgar de incorrecta la actuación de ayer de las fuerzas del orden público saharaui, por el simple hecho de que las redes sociales y un medio de comunicación español hayan dado una determinada visión del caso.

No obstante, ciertas analogías con el pasado invitan a la reflexión

En el verano de 2019, las fuerzas del orden público detienen, en los campamentos saharauis, a tres personas que, según se dijo, eran miembros de la entonces denominada Iniciativa Saharaui por el Cambio, Iniciativa que todos sabemos dónde y en qué terminó. Recordemos que las detenciones habían ocurrido durante la tercera semana de junio de 2019. Y recordemos, también, que el Frente Polisario, por boca de su representante ante NNUU, dijo que el Estado saharaui les garantiza, como en cualquier lugar del mundo, un juicio justo con todas las garantías procesales.

Y como el tiempo pone a cada uno en su sitio, el periplo posterior, seguido por los tres detenidos, ha demostrado que los cargos penales esgrimidos, en su día, por los fiscales de Chahid El Hafed no iban desencaminados y que la sentencia pronunciada por los jueces, para su liberación el 10 de noviembre de 2019, lejos de estar fundamentada en los hechos tipificados penalmente, tenía que ver con cuestiones, por completo ajenas, al proceso judicial.

Durante aquellos meses de 2019, es evidente que la presión sobre el Polisario era enorme. Ciertas ONGs internacionales habían emitido comunicados sobre la cuestión como fue el caso de HRW que hizo público su comunicado un mes después de aquellas detenciones, en el que decía que “Las autoridades saharauis deberían mostrar evidencias creíbles de que Bouzid, Breica y Zeidan pueden ser culpables de actos criminales y no solo de criticar pacíficamente al Polisario”, dijo la directora adjunta de Medio Oriente y Norte de África de Human Rights Watch. “Si no tienen evidencia para probar cargos penales, deberían poner en libertad a los tres”.

Pero lo de HRW eran una menudencia comparada con lo que venía después desde Ginebra.

Sucede que el 18 de octubre de 2019, un grupo de seis Relatores Especiales de NNUU, aúnan sus fuerzas para remitir una Comunicación sobre el paradero de los tres detenidos. La Comunicación es remitida al Frente Polisario. Veinte días más tarde, y ante el asombro de una gran mayoría de la opinión pública saharaui, el Polisario da su brazo a torcer y anuncia la liberación de los tres detenidos. La inmensa mayoría de la opinión pública saharaui nunca supo de esa Comunicación de los Relatores Especiales de NNUU. Los firmantes de aquella Comunicación fueron:

1. Leigh Toomey, Vicepresidente del Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria

2. Bernardo Duhaime, Presidente-Relator del Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias

3. David Kaye, Relator Especial sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y expresión

4. Clemente Nyaletsossi Voule, Relator Especial sobre los derechos a la libertad de reunión pacífica y de asociación

5. MichaelForst, Relator Especial sobre la situación devlos defensores de los derechos humanos

6. Nils Melzer, Relator Especial sobre la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes.

La remisión de dicha Comunicación al Estado argelino elevaba, en varios grados, la presión al Polisario, puesto que la simple queja, a Argelia por ejemplo, suponía la comunión del Mecanismo de NNUU con las tesis marroquíes.

Nunca antes, un grupo tan numeroso de relatores especiales de NNUU habían firmado juntos una misma comunicación sobre un caso saharaui. Para hacerse una idea, cuando Marruecos desmanteló, a sangre y fuego, el campamento de Gdeim Izik, la comunicación enviada por los Relatores Especiales de NNUU fue firmada tan sólo por cinco relatores.

Más tarde, cuando el Procedimiento de los Mecanismos Especiales de NNUU tomó cartas en el asunto de ocho activistas saharauis de las Zonas Ocuapdas, (Mme Naziha El Khalidi; Mme Aminatou Haidar; Mme Mahfouda Bamba Lafgir (Lekfir); M. Yahya Mohamed Elhafed Iazza; M. Al-Hussein Al-Bashir Ibrahim; M. Mohamed Radi Ellili; M. Ali Saadouni et M. Nour Eddin El Aargoubi), la comunicación remitida a Marruecos fue firmada sólo por cuatro Relatores Especiales.

Es decir, Marruecos, además de contar con suficientes palancas en Ginebra, aprovecha al máximo la crónica desorientación del Polisario en el andamiaje institucional de NNUU para convertir un caso normal de detención en un escándalo internacional, mientras las violaciones sistemáticas de los derechos humanos, en las Zonas Ocupadas, son tratadas como si fueran avances y progresos de Marruecos en materia de DDHH.

Hay que insistir en que las similitudes de la detención de ayer, con otras anteriores, y el modo en que el asunto salta desde las redes sociales a ciertos medios de comunicación internacionales, invitan a una meditada reflexión.

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