Un antes y después en el Sáhara Occidental; la tragedia de Bassiri


Por el Dr Jorge Alejandro Suárez Saponaro 

Buenos Aires (ECS).- El 17 de junio de 1970, el líder nacionalista saharaui, Mohamed uld Hach Brahim Ub Lebser, conocido como Bassiri, en el marco de una protesta pro independencia, desapareció en extrañas circunstancias, y el estado español, nunca dio respuesta por este hecho. La salida de la escena de Bassiri, abrió las puertas a la radicalización del movimiento nacional saharaui, abriendo el camino hacia la lucha armada, que sería liderada por el Frente Polisario.  

Los años sesenta fueron de muchos cambios para el entonces Sahara Español, especialmente en lo referente al plano económico y social, como también político. Las presiones para la descolonización del territorio, rechazadas en una primera instancia por Madrid, que adoptó una serie de acciones con el objetivo en el largo plazo de mantener de alguna manera la “provincia” del Sahara. La llegada creciente de colonos españoles, vino acompañado de una serie de acciones para mejorar la vida de los saharauis, a través de obras sanitarias, escuelas, facilidades para la construcción de viviendas, y la consideración de éstos como ciudadanos españoles de pleno derecho, dado que fue otorgada la posibilidad de enviar representantes a las Cortes Generales. En 1967 por decreto fue creada la Asamblea General o Yemaá, formado por los líderes tradicionales saharauis. Aquí podemos observar la política de contradicciones en torno al Sahara. En ese tiempo, el gobierno español reconoció el estatus colonial del Sahara, pero por otro lado continuaban las políticas de asimilación. 

Los cambios sociales en los saharauis, especialmente con la sedentarización y su radicación en núcleos urbanos, tuvo especial impacto en la juventud, donde los jefes tradicionales – generalmente pro españoles por las prebendas que recibían – perdían legitimidad, acompañado con la construcción de una identidad nacional, donde el rechazo a las pretensiones marroquíes era notorio, y contribuyó a consolidar esa identidad. Los avances en materia sanitaria y educativa, tenía sus limitaciones. A pesar de la propaganda franquista, los trabajadores saharauis cobraban la mitad de lo que ganaba un español, los soldados que servían en la Policía Territorial o las llamadas “Tropas Nómadas” no podían aspirar a pasar el grado de suboficial. (MAESTRE FUENTES, Alberto Un pueblo abandonado, Chiado Books, Madrid, 2017, pág. 114 y ssgtes).  

Los saharauis a pesar de los cambios mantenían vivo tradiciones como la esclavitud o el tener varias esposas. En cuestiones de derecho privado, se aplicaba la justicia tradicional, las autoridades coloniales, toleraban para evitar conflictos. Los aires de cambio, sin embargo, soplaban fuerte en una juventud deseosa de una vida diferente al que tuvieron sus padres y abuelos. En 1969 nació Harakat Tahrir, el Movimiento de Vanguardia para la Liberación del Saguía el Hamra y el Río de Oro, conocido como MLS en español. Era un movimiento moderado que aspiraba a que los saharauis tuvieran una activa participación en la administración del Sahara, una tenaz oposición al régimen clientelar de los jefes tradicionales o chiujs. Este grupo estaba formado por personas de buen nivel económico y cultural, además de mujeres.  Su líder, Mohamed uld Hach Brahim Ub Lebser, conocido como Bassiri. Este personaje, estudió en Marruecos, y luego en El Cairo y Damasco, donde estudió periodismo. Donde es altamente probable que conociera de primera mano el panarabismo y el nacionalismo árabe. Luego de una breve estadía en Marruecos, donde editó un diario, cerrado por sostener un Sahara para los saharauis, se instaló en Smara. 

Bassiri era un líder moderado, buscaba el diálogo con las autoridades españolas, con la idea de llegar a la independencia de manera gradual. Incluso el MLS le hizo llegar una nota al gobernador general de entonces, a fin de hacer saber la postura de dicho grupo. Bassiri buscó apoyo en Argelia, país que tenía una fuerte influencia en los grupos independentistas africanos y Mauritania, por la existencia de lazos culturales, con la idea de buscar apoyo político y moral a la causa independentista. Solo Argelia se mostró favorable apoyar la causa saharaui. El MLS creció rápidamente, llegando en 1970 a tener más de cuatro mil adherentes. En 1972 el MLS reclamó por el desempleo de los jóvenes saharauis, la corrupción de la Yemaá, cambios en la política colonial y la incorporación de los saharauis en la administración del territorio. Las autoridades españolas subestimaron al MLS y su alcance, lo consideraron una creación marroquí. El tiempo diría lo desacertado de la apreciación de las autoridades hispanas sobre el MLS.

La capacidad de movilización del MLS quedó marcada por los sucesos del barrio saharaui de Jatarrambla del 17 de junio de 1970, que seria un verdadero punto de inflexión para el naciente nacionalismo saharaui. La presión de Mauritania, Marruecos y las Naciones Unidas por la descolonización del Sahara, para los primeros de vital importancia por sus ambiciones anexionistas, y para Naciones Unidas, era imperioso cumplir con las resoluciones de autodeterminación. 

La respuesta de las autoridades españolas fue convocar una manifestación abiertamente pro española. El gobernador, general López de Lema, facilitó transportes y la logística necesaria para que los chiujs o jefes tribales se manifestaran a favor de la presencia española, con escasa participación de jóvenes. Diversas fuentes hablan de 600 manifestantes, frente a los 3.000 convocados por el MLS en el barrio de la Jatarrambla. El gobernador se contactó con los manifestantes, e incluso se hizo presente, exhortándolos apoyar la postura española, teniendo como respuesta una serie de reclamos que iban desde el fin de la política hacia los chiujs, destitución del presidente del Cabildo provincial, jefe de la Policía Territorial y medidas efectivas para una acción militar marroquí o mauritana. Ante la falta de respuestas a los reclamos la situación se iría tensando, convirtiéndose en una manifestación nacionalista, abiertamente anti española. La idea de los manifestantes era llegar a la sede de la gobernación, lo que motivó la movilización de la policía territorial. Hubo incidentes, varios destrozos. Los manifestantes lanzaron piedras y objetos diversos, la amenaza del uso de armas de fuego persuadió a los activistas de continuar lanzando objetos y agredir a los policías. Mientras los manifestantes insultaban a las fuerzas del orden, intervino la 3era compañía del III Tercio de la Legión (unidad de elite del ejército español) con la orden de disolver la manifestación. La respuesta fueron el uso de piedras, golpes, y lanzamiento de objetos a los legionarios. Finalmente las tropas españolas abrieron fuego y disolvieron la movilización. 

Las consecuencias fueron una treintena de muertos, según periodistas extranjeros, mientras que las autoridades coloniales, solo reconocieron dos muertos entre los saharauis, además de decenas de heridos. En la noche comenzaron las detenciones y una severa represión. Varios integrantes de las Tropas Nómadas fueron detenidos, además de civiles, muchos de ellos sometidos a malos tratos. Un informe militar de la época puso en evidencia, algo que las autoridades se negaban a reconocer, el desprestigio de los chiujs, y el creciente descontento juvenil.  En lo que se refiere a Bassiri, este no se encontraba en la manifestación, en la obra de Maestre Fuentes, nos dice que, por sugerencia de sus partidarios, en aquellas horas tensas, estuvo en una casa de El Aaiún. Dado que era considerado marroquí (nació en Tarfaya en 1942, cuando era parte del protectorado de Cabo Juby, pero indiscutiblemente saharaui). Según consta en diversas investigaciones, Bassiri fue detenido y estuvo varias semanas, hasta que fue dada la orden de expulsarlo a Marruecos. Un informe oficial del Gobierno General del Sahara, indicó que fue expulsado el 29 de julio de 1970. Pero nunca hubo más noticias de Bassiri, literalmente fue considerado desaparecido. Las versiones son varias, como que fue ejecutado sumariamente en las cercanías de El Aaiún o camino a la frontera saharaui – marroquí. El destino del líder saharaui permanece como un interrogante hasta nuestros días.  

Los hechos de junio de 1970, la dura represión, la desaparición de Bassiri, distanció abiertamente a un importante sector de la población saharaui de las autoridades españolas. Durante un tiempo el movimiento nacionalista pareció estar acabado, pero una vez más, las autoridades coloniales, no se percataron que se habían creado las bases para un movimiento que dejaría de lado la moderación de Bassiri y que consideraría como única opción la lucha armada, dando paso a la aparición en mayo de 1973 del Frente Popular de Liberación del Saguía el Hamra y el Río de Oro o POLISARIO, que toma en parte la agenda del MLS,  y rompe definitivamente con cualquier postura pro marroquí y aspira la instalación de un régimen progresista, siguiendo el ejemplo del FLN argelino.   

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